Capítulo 7: Su punto de vista (2)

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Todoroki Shôto

— Estarán aquí en un momento. Más te vale comportarte, Shôto. — dijo el viejo acomodándose su traje color negro de corbata roja. Lo miré con desprecio, sin embargo, ya me había vestido para la ocasión, Natsuo y Fuyumi pidieron que lo intentase y que no podía hacer nada al respecto.

Quince minutos luego, el timbre había sonado, minutos después escuché mi llamado.

— ¡Shôto! — gritó el hombre. Me asomé, desde las barandas vi a dos señores y a una chica, a la cual me habían comprometido. Bajé por las escaleras hasta llegar a ellos. No estaba muy contento, mi opinión había sido ignorada. 

'¿Esta chica también está de acuerdo con esto?' 

— Preséntate. — ordenó el viejo.

— Me llamo Todoroki Shôto. — dije mirándola fijamente, observando cada detalle de su rostro.

— Un gusto en conocerte al fin, Todoroki-Kun. — me dijo la mujer a su lado.

— Muy bien, Endeavor-San, tenemos cosas las cuales hablar. — le dijo el hombre que recién llegaba a mi padre. — Ustedes conozcanse, ¿sí? — los tres caminaron hasta la sala principal.

Después de un rato en silencio, ella habló: — Mi nombre es T/A T/N, un gusto. — hizo una reverencia. Preferí no decir nada, prefiero no hablar con alguien con quien estoy forzado a unirme.

Quedamos en silencio nuevamente, fuimos a sentarnos a una banca al lado de algunas plantas en el jardín.

'¿Tú eres mi prometida?' — pensé viéndola de reojo. — 'Estás de acuerdo con esto, por eso estás aquí'. — fruncí el ceño ligeramente y volví a mirar al piso. —'¿Está bien tratarla de esta manera? Aunque ella tampoco dice nada...'  — volví a verla de reojo de arriba a abajo: traía un vestido hasta las rodillas, un peinado bien hecho y recogido, era adorable pero lucía indecisa en algo mientras mirada al suelo. —'Tsk, ni en broma...' — sentía una sensación extraña en el cuello, un cosquilleo. Volteé a verla, ella apartó la mirada a otro lado rápidamente.

Desde ese día, aunque nosotros no habláramos tanto, seguían viniendo. Un día, simplemente no quería seguirla viendo. ¿Por qué seguía con esto? ¿Por mi padre? ¿Por los suyos? Mandaré todo esto al diablo.

— Hola, Todoroki-Kun. — me saludó con una sonrisa. Luego de que se fueran nuestros padres, siguió hablando— ¿Cómo estás? — preguntó.

— Bien, gracias.

— Que bien... — volvimos a quedar en nuestros usuales silencios. Muy bien, hoy romperé con esto de una vez. Iba a decir mi opinión cuando ella habló. — Y... ¿Qué tal son las cosas con tu padre? — preguntó. La me miré de forma fría, más de lo usual. 

— No te importa. —respondí. —'¿También quieres entrometerte en mi vida?'

— ¿Disculpa? — dijo poniendo su mano en su pecho indignada. — sólo quería saber más de ti... No hablamos mucho y... Como nuestros padres nos comprometieron y eso... — me mira. — ¿Qué piensas de eso? 

'Es el momento ideal'. — me dije al ver la oportunidad de expresarme. — 'Lo odio' — No tiene sentido. 

— Yo tampoco estoy muy de acuerdo... — dijo. Volteé a verla con una ligera sorpresa. 

— '¿Tampoco querías esto?' — fruncí el ceño. 

— Un matrimonio no es algo que se decida como si nada, no porque haya dinero de por medio o la pareja se vea "linda" junta. — expreso. Asentí, no sabía que tenía esa manera de pensar. De nuevo, iba a decir mi opinión antes de que ella hablara: — Hey, ¿podrías decir algo? Siento como si le hablara a la pared. — ríe. De una vez por todas, haría que acabara.

— Lárgate. — murmuré.

— ¿A-ah? — tartamudeó.

— Que te largues, no aceptaré ninguna decisión de mi maldito padre, menos compromiso con una chica que ni siquiera conozco. — miré directo a sus ojos, ya harto de la situación.

— No sé si lo sepas pero yo tampoco estoy de acuerdo con esto, no eres el único. — se cruza de brazos y ambos nos levantamos. — Y no me hables así. ¿Crees que por ser hijo de un famoso héroe puedes tratar a la gente como quieras? — se acerca a mí. 

'¿Piensas que estoy bien siendo hijo de ese infeliz?'. — mi rabia iba aumentando.

— Acaso... — tal vez planeaba seguir hablando, pero la miré con enojo y ella paró, caminé hacia ella, cada paso que daba ella se alejaba más hasta parar debido a una pared.

— ¿Acaso sabes algo de mí? ¿Sabes lo horrible que es ser hijo de ese infeliz? — por fin tengo la oportunidad de decirle lo que pienso, no dejaré que escape. La arrinconé entre mis brazos y la pared. — ¿Crees que quería esto? Ya es suficiente con que el viejo me atormente con el entrenamiento y a parte me compromete contigo, alguien quien tengo que fingir que me agrada para luego casarme con ella. Me hará hacer lo mismo que hizo él. — acerco mi rostro al de ella. — Te odio. — solté finalmente. 

Escuché un crujido bajo mis pies. Por algún motivo, el suelo se agrietó a unos centímetros de T/a.

'¿Qué-...?' — me pregunté algo nervioso, la miré y su semblante demostraba pánico, luego levantó la mirada hacia mí cambiando su rostro a algo confuso. 

— ¿Sí? — me empuja alejándome un poco. — Pues, me alegro, tú tampoco me caes de maravilla y no te conozco, no sé nada de ti, así como tú tampoco de mí. — me da una palmada en uno de mis brazos. — Lamento que no quieras nada de esto, yo tampoco, ¡¿crees que yo le dije a mis padres "Consíganme a un chico para casarme"?! ¡No! — exclamó. Al oír sus palabras logré entender, ella estaba en mi misma situación. — No soy lo que esperabas, ni siquiera yo misma esperaba esto, — volvió a golpear uno de mis brazos, lo debilité y ella se liberó. — de verdad que no... — agarró su antebrazo derecho con su mano izquierda mirando al suelo, no lucía feliz. —'¿Qué acabo de causar...?'. — quería disculparme, no había pensado antes de hablar. Al abrir la boca, alguien atrás de mí habla.

— ¿T/N? — llegó el hombre que vino con ella. — escuchamos voces altas, ¿qué pasa? — atrás de él vienen el viejo y su madre.

— Nada, papá. Sólo que no hay modo de que seamos compatibles. — la miré, tenía un semblante triste, al verlo yo puse uno parecido. — Vamos a casa, no habrá compromiso. — me sorprendí ante sus palabras.

— ¿Q-qué? — preguntó su padre.

— Shôto. — escuché a mi padre. Volteé a verlo, me miraba con decepción.

— T-T/N — su madre fue tras ella. Las vi salir de la casa y fui también.

— No le agrado, mamá, — escucho antes de aparecer frente a ellas, en cambio, me quedo tras un matero agachado, escuchando. — él tampoco a mí, esto no va a funcionar. Intenté darle una oportunidad como me lo pidieron, pero no sirvió de nada. — sollozó. — Vamos a casa.

Escucho pasos atrás de mí. — ¿Qué le hiciste? — volteo a ver, es su padre. Me levanto. Aprieta sus puños a los costados mirándome con desprecio. Yo no dije nada, en cambio bajé la mirada. De forma seca dijo: — Lárgate. — pasó a un lado de mí empujándome el hombro derecho. — T/N, ¿Qué pasó? —preguntó al llegar a ellas. Apreté los puños a mis costados con enojo, enojo por mí mismo. Volví a entrar, ahí vi a mi decepcionado padre mirarme.

— Sólo tenías que causar una buena impresión, esto habría mejorado tu vida. Tenías que arruinarlo. — me dijo cruzado de brazos enojado. — Eres igual a tu madre. — de nuevo, quería golpearlo, pero me retuve con furia. Luego llegó Fuyumi asomándose a penas al sitio.

— ¿Q-qué pasó? — me vio. — ¿Shôto? — se acercó a mí y colocó su mano en mi hombro. — ¿E-estás bien? — vio a Enji. — Papá... — este se dio la vuelta y se fue aun de brazos cruzados. — ven, Shôto... — caminamos hasta mi habitación. Nos sentamos en la cama y Fuyumi me trajo un vaso con agua, lo agarré y bebí un poco. — Vi a la chica... ¿Ella es? — asentí viendo el vaso. — Luce agradable... Entonces cuéntame... ¿Qué sucedió...? 

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