Capítulo 5: Charla.

599 57 8
                                    

Hemos ido a verlos un par de veces más, en todas iba con vestidos o faldas, elecciones de mi madre. Esas veces habían sido casi iguales a la primera, sólo que en cada una de ellas me lanzaba una mirada aún más fría.

(...)

— Hola, Todoroki-Kun. — lo saludé con una sonrisa. Mis padres como siempre, fueron a hablar con Endeavor, dejándonos a Todoroki y a mí solos. — ¿Cómo estás? — pregunté.

— Bien, gracias.

— No hay de que... — otra vez, y como siempre hemos hecho desde que nos conocimos, quedamos en incómodos momentos. Pero hoy no, hoy romperé el hielo de una vez. — Y... ¿Qué tal son las cosas con tu padre? — pregunté intentando crear tema de conversación. Él me observó de forma fría y cortante.

— No te importa. —respondió.

— ¿Disculpa? — dije poniendo mi mano en mi pecho. — sólo quería saber más de ti... No hablamos mucho y... Como nuestros padres nos comprometieron y eso... — lo miro. — ¿Qué piensas de eso? — pregunté esperando a que respondiera de buena manera.

— No tiene sentido. — abrí mis ojos con sorpresa.

— Yo tampoco estoy muy de acuerdo... — susurré. — Un matrimonio no es algo que se decida como si nada, no porque haya dinero de por medio o la pareja se vea "linda" junta. — expreso. Él asiente. — Hey, ¿podrías decir algo? Siento como si le hablara a la pared. — río ante la pequeña broma que hice.

— Lárgate. — murmura. 

'¿Escuché mal?' — ¿A-ah? — tartamudeé

— Que te largues, no aceptaré ninguna decisión de mi maldito padre, menos compromiso con una chica que ni siquiera conozco. — miró directo a mis ojos con una malicia en su mirada, de verdad daba miedo.

— No sé si lo sepas, pero yo tampoco estoy de acuerdo con esto, no eres el único. — me cruzo de brazos. — Y no me hables así. ¿Crees que por ser hijo de un famoso héroe puedes tratar a la gente como quieras? — lo desafío acercándome a él. — Acaso... — iba a seguir hablando hasta que él me miró con esa mirada amenazante, se levantó de donde estaba sentado y caminó frente a mí, retrocedí hasta arrinconarme.

— ¿Acaso sabes algo de mí? ¿Sabes lo horrible que es ser hijo de ese infeliz? — choco de espadas contra algo, volteo y es una pared.

'Esto me recuerda a las películas y nunca terminan del todo bien.'

Se acercó más a mí hasta encerrarme con sus brazos a los costados de mi cabeza. — ¿Crees que quería esto? Ya es suficiente con que el viejo me atormente con el entrenamiento, y a parte me compromete contigo, alguien quien tengo que fingir que me agrada para luego casarme con ella. Me hará hacer lo mismo que hizo él. — lo miro sorprendida. — Te odio.

Sin mi consentimiento, algo dentro de mí se revolvió y un hormigueo recorrió mi cuerpo, bajando hasta mi pie derecho, miré con temor a él. El suelo se había quebrado con pequeñas grietas alrededor de mi pie.

Lo miré a los ojos. — ¿Sí? Pues, me alegro, tú tampoco me caes de maravilla, — frunzo el ceño, intentando saltar el hecho de que agrieté sin querer el suelo. — y no te conozco, no sé nada de ti, así como tú tampoco de mí. — doy una palmada a uno de sus brazos para liberarme, lo cual no funciona. — Lamento que no quieras nada de esto, yo tampoco, ¡¿crees que yo le dije a mis padres "Consíganme a un chico para casarme"?! ¡No! — exclamé. Su semblante enojado se relajó un poco al escucharme hablar. — No soy lo que esperabas, ni siquiera yo misma esperaba esto, — volví a darle un golpe a su brazo, esta vez logré escapar. — de verdad que no... — agarré mi antebrazo derecho con mi mano izquierda mirando al suelo decepcionada. Todoroki abrió la boca para decir algo pero no alcanzó a soltarlo.

— ¿T/N? — llegó mi padre. — escuchamos voces altas, ¿qué pasa? — atrás de él vienen Endeavor y mi madre.

— Nada, papá. Sólo que no hay modo de que seamos compatibles. — 'Será mejor no hablar de lo que pasó por ahora' — pensé. Miré a Todoroki de reojo algo entristecida. — Vamos a casa, no habrá compromiso. — dije para voltearme.

— ¿Q-qué? — preguntó mi padre. 

— Shôto. — escuché llamar al hombre de llamas ardientes con voz amenazadora.

— T-T/N — mi madre trota atrás de mí y luego mi padre.

Ya afuera de la casa, me encamino al auto. — ¡T/N! — escucho a mi madre y me volteo. — ¿Qué sucedió? 

— No le agrado, mamá, — suelto voz entrecortada por ese fastidioso nudo en mi garganta. — él tampoco a mí, esto no va a funcionar. Intenté darle una oportunidad como me lo pidieron, pero no sirvió de nada. — sollozo. — Vamos a casa.

— T/N, ¿Qué pasó? —preguntó mi padre quien acababa de llegar.

— Cariño, vamos a casa. — le dijo mi mamá. Él la vio a ella con semblante inentendido, luego a mí y después de nuevo a ella, asintió y subimos al auto. Todo el camino estuvo en silencio, yo miraba a la ventana con melancolía. Al llegar, lo primero que hice fue cambiarme.

— Estos vestidos no sirvieron de nada. — me lo quité enseguida. — Que egoísta, ¿cree que a mí me encanta esta situación? Intento acercarme y él dice que me odia. Pff... — murmuro mientras quito mis zapatos y el peinado que llevaba puesto. — Sabía que esto no funcionaría... — sentía ese nudo en la garganta que tanto odio, me lancé a mi cama frustrada luego de ponerme una bata. — además... Lo liberé, debo ser más cuidadosa... 

°● Destinos forzados ●° »» [Todoroki Shôto y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora