☄Muéstrame Tu Talento☄ [ʜᴏᴘᴇᴍɪɴ]

Capítulo Ocho

["Los tontos y yo❤"]

Taetae:
TENEMOS UN NUEVO INTEGRANTE :D

Yoongi Hyung:
Bienvenido, Jimin-ah.

Nam Hyung:
Bienvenido al lugar más divertido del mundo, Jiminnie.
(Nótese mi sarcasmo)

SeokJin Hyung:
Ustedes lo hacen aburrido.
¿Qué clase de bienvenida es ésta?

Jungkookie:
Por primera vez en años, estoy de acuerdo con hyung.

Taetae:
Yah~
¿Jimin estás aquí?

-Número desconocido-:
¿Quién es Jimin?

Estoy aquí.
Supongo que gracias(?

Taetae:
No hay de qué, jeje.
Por cierto.
¿No deberías estar en clases de baile con Jungkook?

Jungkookie:
La maestra no ha llegado aún.

-Número desconocido-:
¡No la invoques!
Voy tarde ㅠㅠ

Nam Hyung:
Hobi, Hobi, ¿Cuándo cambiarás?

Yoongi Hyung:
Chicos, si les hacen escoger un número del 1 al 12 elijan el 5.

SeokJin Hyung:
¿Para qué, Yoongi?

Jungkookie:
¿Porqué el 5?
✔✔visto.

—¿Qué habrá querido decir con el cinco?— preguntó el menor con incertidumbre. —¡Siempre me dejan en visto!— se quejó.

El rubio estaba a punto de contestarle que no tenía idea, en cuanto en el salón reinó el silencio por unos segundos. La mirada de ambos se hallaba en la puerta a la otra esquina del aula.

Y tan pronto como lo vió, palideció. Y no era para menos, Jung Hoseok, el gran bailarín y amor de su vida, si es que lo podía llamar así por el simple hecho de ser platónico, se encontraba en la puerta haciendo brillar el lugar con su gran sonrisa.

De repente sintió pánico, ¿Acaso ese pedazo hermoso de hombre lo vería bailar? Oh no.

—¿Jimin?— la voz de Jungkook lo regresó un poco a sus cabales —¿Es otro ataque de ansiedad?— preguntó más alterado.

—N-no, yo...— Miró al castaño.

—¿Eres Jungkook?

Ambos giraron hacia la voz que apareció repentinamente a su lado totalmente sorprendidos. Y Jimin sentía su corazón palpitar con demasiada rapidez.

Iba a morir.

—¿Quién pregunta?— cuestionó entrecerrando sus ojos hacia el desconocido.

—¡Soy Jung Hoseok!— casi gritó con euforia —¡Un gusto, Jungkook-ah!

La cara del menor se llenó de comprensión —Oh, así que tú eres el que se ha estado robando a mis hyungs todo este tiempo— bromeó —Un gusto.

Entonces, Hoseok luego de sonreírle, se fijó en el de menor estatura y se sorprendió. Él era el chico que lo iba a ver bailar todos los días, y ¡Santo cielo! Se veía mucho más hermoso de cerca.

Jimin no podía estar más petrificado.

—Tú debes ser Jimin-ah, ¿o me equivoco?— sonrió.