Capítulo 2

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El día que jamás pensé que llegaría llegó, el peor día de mi vida, el día en que le diría adiós por última vez y para siempre a mi hermano Alex.

Estando en su funeral, decido acercarme al ataúd a presenciar el cuerpo de Alex, no demoro en soltar las lágrimas y en recordar todos lo que pasamos juntos, los buenos y malos momentos. Recordar todo lo que hicimos desde pequeños, lo mementos que pasábamos juntos cuando mama tenía que ir a trabajar, las veces que veíamos películas, las veces cuando me dejaba ser libre en los momentos que estaba con Jenny. El dinero que daba para que saliera de casa y que ellos dos pudieran estar solos.

Minutos después Mario me toca el hombro, en señal de que me apartara ya que era tiempo de llevar el ataúd rumbo al cementerio. Los encargados de llegar a cabo el funeral de Alex, tomaron su ataúd entre seis hombres, todos vestidos de negro. Lo subieron a sus hombros y salieron de la funeraria. Una vez afuera, subieron el féretro en una caravana fúnebre.

Todos íbamos detrás del féretro, mi madre al lado de Mario y yo al lado de Jenny con las demás personas que nos acompañaron en este momento tan doloroso. Al llegar al cementerio, acomodan el ataúd en la tumba y empiezan a descender lo, no puedo aguantar el dolor que mi hermano Alex me deja, así que rompo en llanto junto a mi madre, expresando todo el dolor que siento en ese momento.

— ¡Adiós Alex! — Digo por última vez a mi hermano.


✝️21-sep-2006✝️


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Hoy es el primer día que pasamos mamá y yo sin mi hermano Alex, la casa se siente sola sin su presencia. Creo que no lograré acostumbrarme a este silencio abrumador. Salgo de mi habitación a ver cómo sigue mamá, sé que no es nada fácil perder a un hijo.

— Buenos días mamá.

— Buenos días Luís — Responde mamá devuelta.

Todavía no me acostumbro a pasar por la habitación de Alex y no verlo hablar con Jenny o verlo sentado en su computadora como lo hacía todos los fines de semanas. Fui a la mesa a desayunar y el sonido de la puerta me interrumpe. Me devuelvo hacia la puerta y abro. Era el Detective Smith quien traía en sus manos una caja.

— ¿Está tu madre?, necesito hablar con ella.

— Sí, adelante — respondo señalando la sala con las manos— Mamá te necesitan — Grito lo más fuerte que puedo.

— Señora Astrid mucho gusto, mi nombre es Leandro Smith y soy el detective encargado de investigar y llevar a cabo el caso del accidente de su hijo Alex — Argumentó apretando la mano con mi madre — Para empezar le traigo esta caja con todos los elementos que estaban en el auto el día del accidente — Colocó la caja sobre la mesa. Mamá empieza a llorar de forma pasiva cuando abre la caja.

Doy un vistazo a lo que estaba en la caja y la veo. Está ahí, la tabla que había visto en el auto minutos antes del accidente y que Alex había nombrado a un tal Julián quien era el responsable de deshacerse de eso pero que nunca lo hizo. Pero ¿Por qué tienen que deshacerse de esto? No lo sé, pero lo voy a investigar. Fui a la habitación de Alex y me senté en su escritorio, encendí la computadora en indague en internet.

Una página de internet me mostro la misma tabal que tenía justo en mis piernas. Se había llamar Ouija y tenía un precio un poco alto, pero que tenía demasiada comparas.

Seguía buscando en la página para ver que más encontraba, y encontré un comentario de una persona anónima. <<Peligro, no la compren ni usen si no son profesionales en invocación de espíritus>>. ¿Qué? ¿Incoación de espíritus? ¿Qué diablos hacia Alex con eso?

Necesitaba saber por qué Alex y Julián tenían eso, porque había terminado en el carro de Alex. No sabía a quién recurrir, no sabía quién la había jugado antes, no conocía perfectamente a los amigos de Alex, solo a unos cuantos. Saldo de la habitación de Alex y me dirijo a la mí, tome mi celular y comencé a buscar entre mis contactos a Carolina, quien es ese momento era mi novia.

Llamada telefónica...

— Hola, ¿estas desocupada ?—Digo iniciando la conversación— No vas a creer lo que encontré.

— Hola, si estoy terminando el proyecto de ciencias, pero dime ¿Qué es?

— Es mejor que lo veas tu misma.

— Listo, solo dame un momento—Dice Carolina terminando la llamada.

Al llegar Carolina a casa, la recibo en la puerta y la tomo del brazo para que sea más rápido. — Hola señora Astrid— Dice Carolina saludando a mamá y ella le responde con un hola sin perder la mirada de lo que le dijo el detective Smith. Cuando llegamos a mi habitación le enseño la caja y ambos quedamos sorprendidos, pero con la única diferencia de que ella ya tenía conocimiento sobre eso.

— ¿Eso es una Ouija?—Me preguntó.

—Sí, o eso creo—Le respondo frunciendo los hombros.

— ¿Y cómo la tienes tú? ¿Sabes realmente cuál es su uso?—Terminó su cuestionamiento a lo cual yo le respondí con un simple "No".

—Yo solo eh escuchado que es para comunicarte con el mas allá, pero existen sus riesgos.

—Solo necesitamos a alguna persona que lo haya jugado—Digo pensando alguien—Ya sé, Alex dijo que lo había jugado con sus amigos.

—Pues, ¿cómo le vamos a preguntar a Alex si ya está muerto?—pregunta Carolina muy confundida.

—Pues a Alex no, a su mejor amigo Julián.

Así mismo, salimos de casa en dirección a la casa de Julián para que nos enseñe a juagar. Después de un rato preguntando por Julián, dimos con su paradero.

—Hola Julián—Lo saludo dándole la mano—Soy Luis, el hermano de Alex y ella es Carolina mi novia.

—Hola—Saluda Carolina.

—Hola mucho gusto, Lo siento mucho por lo que le pasó a tu hermano.

— ¿Podemos pasar? —Le pregunto un tanto incómodo y cansado por cargar la tabla, mi espalda no aguantaba más.

—Sí, adelante.

—Necesitamos que nos ayudes a jugar con esto—Saco la enorme y pesada tabla de mi mochila y colocándola en la mesa— Quiero comunicarme con Alex.

— ¿De dónde la sacaste? — Pregunta Julián asombrado— ¿Alex no se deshizo de esa tabla?—interroga Julián.

—Ese no es el punto, el punto es que nos enseñes a comunicarnos con Alex, si es posible, claro.

—Bueno, si están cien por ciento seguros, los enseño a juagar.

—Sí, estamos seguros.

—Bueno, están de suerte mis padres no están, así que podemos jugar tranquilamente en mi habitación. Así que subimos a su habitación.

En la habitación de Julián...

Estamos sentados en el suelo de la habitación de Julián, está apunto de explicarnos.

—Pues es simple, solo tienen que encender las velas, colocar sus manos sobre el puntero y pronunciar las siguientes palabras " Como amigos nos reunimos, de corazón inocente. Espíritus aquí, háganse presentes". Una vez se diga esto, estaremos dentro del juego. Muy importante no separar los dedos del puntero por nada del mundo, pase lo que pase, luego empezaremos a hacer las preguntas que quieran.

— ¿Sólo es eso?—Pregunta Carolina
—Si, solo es eso. Ustedes deciden si quieren comenzar de una vez o cuando estén listos—Termina de decir Julián.
—Sí, ya estamos listos.

Pues entonces, empecemos...

ANTES DE QUE SEAN LAS DOCE [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora