Capítulo 5

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Estando en mi cuarto, me dispongo a comenzar el juego, cierro las cortinas y enciendo algunas velas pequeñas que tenía guardadas.

— "Como amigos nos reunimos, de corazón inocente. Espíritus aquí, háganse presentes" — Respiro hondo y empiezo a repetir la frase tres veces.
Una rara sensación invadió mi cuerpo al momento de hacer contacto con la tabla, fue como si nos hubiésemos conectado de una u otra forma.

Intenté preguntar algo, pero no pude hacerlo. Mi voz estaba paralizada, no pude pronunciar ni una palabra más. Pero la tabla empezó a moverse de lado a lado, marcando "si" y "no" de esquina a esquina. Me asusté pero no sé por qué tuve la extraña sensación de que era Alex el que quería comunicar conmigo. Así que detuve el puntero y lo ubiqué en todo el centro de la tabla y puse mis dos dedos sobre la mesa, encima de la tabla.
Y ahí estaba yo, jugando en una habitación oscura, sin nadie a mi lado, probablemente comunicándome verdaderamente con Alex sin saberlo, hasta que las velas se apagaron y volvieron a encenderse, lo cual significaba que estaba dentro del juego y podía preguntar lo que fuera.

Mi cuerpo fue invadido por una sensación súper rara en ese momento, era más como un escalofrío, como si de repente la temperatura de mi cuarto bajase a los – 40°C, comencé a temblar. Pero nada de esto me impidió a continuar con esto. Cerré los ojos lo más decidido que pude, me concentré y pregunte:
—Alex, ¿Estás aquí?
Sin respuesta.
— ¿Puedo comunicarme con alguien?
Sin respuesta
— ¿Hay alguien aquí?
Cuando mis esperanzas estaban por el suelo obtuve respuesta. El puntero se arrastró hasta el "Si", ahí entendí que me había contactado con alguien, algún ser del más allá.
Respiré profundo y volví a preguntar algo aterrado.
— ¿Eres Alex?
...

No

— ¿Quién eres? —Dije en un tono confundido.

No obtuve respuesta al instante, así que decidí no preguntar nada por un momento.

Luis, Carolina acaba de despertar, está bien pero todavía necesita descansar.

Recibí este mensaje, me alegré de que Carolina este bien pero no podía desconcentrarme, tenía que averiguar de una u otra manera en donde estaba Alex y por qué no podía descansar en paz.
Sentí un pequeño movimiento en mis manos, el puntero se estaba moviendo.

S. A. M. A. E. L


Samael, era el nombre de lo que fuera que estuviera hablando conmigo pero ¿Quién carajo era Samael? ¿Lo conocía? ¿Sabía dónde estaba Alex? Estaba muy confundido, pero ahora que tengo una conexión con el mas allá no puedo desperdiciarlo.

— ¿Sabes dónde está Alex? —Pregunto desconcertado.
—Si.
— ¿Está bien? —vuelvo a preguntar.
—No.
— ¿Dónde está Alex? ¿Puedes decirme?

P U R G A T O R I O

— ¡Purgatorio!, está en el Purgatorio—respondo mientras analizo la situación—Pero... ¿Qué es el purgatorio? —como no obtengo más respuesta, decido terminar con el juego.

Llevada las 4:00 am es hora de dormir, así que vuelvo colocarme cómodo pero esta vez estaba olvidando algo, algo muy importante. No sabía en donde ocultar la tabla para que mamá no se enterara que estuve jugando con eso, así que opté por la vieja confiable, la guardé debajo de mi cama.

Ahora sí, estoy listo para ir a dormir. Un poco extraño por lo que acababa de vivir, pero lo normal en un chico de 16 años, claro. <<Sarcasmo>>.
Estaba tan cansado, por lo que había pasado en el parque y ahora en el juego, que con solo tocar la cama, sentí tranquilidad y paz, así que no duré mucho en quedarme dormido.

Mientras tanto en el sueño de Luis...

El sueño inicia en mi habitación, como una mañana cualquiera. Todo con normalidad, me levanto de mi cama y voy directo al baño a hacer mis necesidades (del dos) pero como Luis es un alma con tan mala suerte, no tiene papel higiénico en su baño así que pues toco a la vieja confiable.
—Mamá, necesito papel. Tráeme por favor —Grito con todas mis fuerzas para que mamá me escuchara.

Un silencio aterrador sacude mi habitación, al parecer mamá no estaba en la casa o por lo menos eso creía yo. Pero la verdad era que no estaba solo y concluye mi duda cuando la puerta de mu habitación se abrió, solo la escuché pues me encontraba sentado en el inodoro con la puerta del baño cerrada, hasta que lo que había entrado en mi habitación tocó la puerta del baño.

No se me hizo raro tener una mamá a la cual le guste quitarle la privacidad a su hijo, así que no vi normal pensando que era ella. Pero todo dio un giro 180°. Ya no me encontraba sentado en el baño de mi casa, si no que me encontraba en pie, al lado de muchas personas que empujaban y decían cosas que no entendía, pues todos hablaban al mismo tiempo, en diferentes todos y en diferentes idiomas. Hasta que lo vi. Sí, vi a Alex, estaba en medio del gentío que empujaba en varias direcciones, no podía creer que hubiera tantas personas en un mismo lugar, nunca había visto algo así.

Una vez localizo bien a Alex, intentó ir tras él pero es difícil caminar hacia él, pues el gentío no colaboraba. Así que tuve que empujar a toda clase de personas que se entrometiera en el camino, veía desde niños hasta ancianos en este lugar. Todos asustados, diciendo barbaridades, con temor.

Solo faltaban unos pocos metros para llegar donde Alex, solo era cuestión de estirar mi brazo hacia él, ya que no podía escucharme debido al escándalo que tenían esas personas tratando de obtener alguna respuesta.

Cuánto intenté tomar del brazo a Alex, algo sonó tan fuerte que me despertó de golpe. Esta vez sí era mamá, quien estaba entrando en mi habitación para decirme que era hora del ir al instituto.

ANTES DE QUE SEAN LAS DOCE [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora