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Bajo la atenta mirada de Dumbledore, la profesora McGonagall y Hagrid, Angel bebía una taza de chocolate para que su cuerpo entrase en calor luego se relajo un poco y comenzó a narrar su historia para que entendieran un poco porque había huido y por qué escapaba de un ser que buscaba asesinarla para quedarse con todo lo suyo que eso incluía su poder. El director del colegio digeria las palabras de la muchacha con mucho cuidado debía encontrar una solución al problema, a pesar que no era suyo ya lo hizo parte de él cuando la chica ingreso al castillo, no iba a dejarla sin asilo y mucho menos en aquel estado mientras alguien buscaba su vida para arrebatarsela.

— Déjeme decirle que he oído una historia muy similar a la suya señorita Angel, por el momento hemos logrado combatir con ello por eso mismo le permitiremos que esté aquí con nosotros hasta que logré mejorarse y buscar a sus amigos — Dijo Dumbledore —. Tiene nuestra ayuda.

Angel sonrió con alivio y les agradeció por la amable hospitalidad que le brindaron en ese momento. Dumbledore le pidió a McGonagall que le explicará sobre Hogwarts y de qué manera podría adaptarse para pasar desapercibida en el gran castillo.

— Entonces, es una escuela? — Pregunto la muchacha a lo que la profesora McGonagall asintió con una sonrisa.

Le enseño el castillo lugar por lugar y le menciono cuando vendrían los alumnos a estudiar, le sugirió que tomara el lugar de una bibliotecaria para que no tuviese que interactuar mucho con los demás y así no llamar la atención.

— Sería una bibliotecaria muy joven, no lo cree? — Sonrió Angel.

— Si tal vez podríamos dejarlo como segunda opción, profesora sería algo arriesgado al fin y al cabo no sabrías que clases dar y alumna... podrías ser una buena alumna — Dijo la profesora McGonagall —. Creo que podrías ser alumna de está institución, digo no necesariamente deberás estudiar ya que Dumbledore podría hablar con los maestros del año que curses y llegar a un arreglo.

— Profesora aprecio su ayuda pero que tal si uno de sus profesores lo divulga sin querer, digo no conozco a los demás y se que ustedes confían en ellos pero yo no — Menciono la chica con una media sonrisa —. Prefiero quedarme como bibliotecaria, será temporal mi cuerpo poco a poco se está recuperando por eso mismo dudo que permanezca hasta fin de año.

La profesora McGonagall acepto el punto de vista de Angel y le guió hacia la biblioteca donde menciono lo que debía hacer cuando el sitio se llenará de alumnos. Luego la llevo a una habitación de maestros y pidió el talle de su ropa para poder conseguirle una nueva ya que su vestimenta estaba algo rasgada y sucia.

— Es usted muy amable profesora, algún día se los pagaré lo prometo — Dijo Angel a lo que la profesora McGonagall sonrió y se marchó para que la chica pudiese descansar.

Mientras esperaba que trajeran su ropa nueva veía por una de las ventanas el lago, recordó a los chicos y no pudo evitar sentir tristeza y culpa por haberlos dejado solos pero vio el lado positivo al saber que podría verlos pronto ya que si se hubiese quedado hubiera empeorado la situación y se estarían lamentando por ello.



[...]



Estaba nerviosa por la llegada de los estudiantes, ya había conocido a los profesores y había practicado con lo que debía hacer, lo había tomado como una misión por eso no sería tan difícil después de todo.
Dumbledore se encargó de hablar con ella antes y explicarle algunas cosas sobre algunos alumnos, no entendió por qué el director hablaba sobre cierta información sobre varios chicos pero uno de ellos quien fue más mencionado y que tenía una historia peculiar pero bastante similar era un tal Harry Potter quien provocó la curiosidad de la chica.

— Tengo una duda, porque me cuenta sobre él? — Pregunto Angel viendo confusa a Dumbledore.

— Porque no hay casualidad en esta vida señorita Angel, recuerdelo — Dijo el hombre guiñandole un ojo antes de marcharse dejando aún más confusa a la chica.

Se preguntaba quién era aquel muchacho y por qué Dumbledore se lo había mencionado más que los demás, no había respuestas a su preguntas por esa razón decidió dejar a un lado sus dudas y centrarse en su papel de “bibliotecaria”.

Sus ojos vieron como muchos adolescentes se dirigían al gran comedor con mucho entusiasmo, a pesar que era un alboroto era un ambiente muy agradable. Fue con los demás adultos hacia la mesa y se mantuvo con ellos mientras veía toda la ceremonia de los niños nuevos y los discursos que Dumbledore daba como bienvenida, agradeció que no la mirase para que se pusiera de pie pero les menciono a todos que habría nueva ayudante en la biblioteca por si alguna vez lo precisaban. Luego presento a una nueva profesora de defensa contra las artes oscuras que causo la curiosidad de la chica, no había oído de tal asignatura y de tal profesora por eso fue extraño.

— Quien es ella profesora? — Pregunto Angel en forma de susurro para que solo McGonagall la oyera.

— No te acerques a ella Angel — Fue lo único que dijo para seguir oyendo la presentación.

Dolores Umbridge, todos murmuraban confusos ante la presencia de la mujer quien pidió a Dumbledore otorgar un discurso a los presentes. Mientras hablaba veía atentamente a todos, inclusive se atrevió a ver a sus colegas entre ellos Angel quien la miro con cierta sonrisa que provocó escalofríos en la chica.
Cada palabra hacia desconfiar aún más a Angel, por esa razón tomo con mucha importancia el consejo que Minerva le dio, alejarse de Umbridge.

Luego de la cena cada alumno se dirigió a su habitación, Angel hizo lo mismo sin antes despedirse de Minerva, Hagrid y Dumbledore. Cuando estaba por marcharse sintió la penetrante mirada de Umbridge sobre ella, al verla la mujer permanecía con esa misma sonrisa que le dedicó hace unas horas atrás pero entre cerraba sus ojos como si estuviese descifrando algo en ella, Angel solo le devolvió la mirada con su ceja algo levantada y se marchó de allí complemento confusa y desconfiada.

𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 |𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora