𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 |𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

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Cinco años desde que la mitad de la población desapareció dejando un inmenso y doloroso vacío en quienes permanecieron en la tierra. Las calles sentían la soledad de las personas que intentaban rehacer sus vidas pero era casi imposible hacerlo, hubieron pocos quienes lo lograron pero aún así una parte de ellos se fue con los desaparecidos.

Los vengadores como era de esperarse tomaron caminos diferentes, unos siguieron con las esperanzas de encontrar una mínima señal de vida pero otros no. Tony se alejo por completo de aquel mundo cual se había encariñado, se casó y tuvo esa familia por la cual alguna vez soño pero era algo inútil cuando no podía expresar su felicidad con los suyos, no sabía nada de sus compañeros o de quién considero como su hija, Angel la chica nadie sabía de ella parecía como si la tierra se la hubiese tragado todos la estaban buscando pero no había señales de ella en ningún sitio.

— Han hallado algo? — Pregunto Natasha.

Nat era una de las que habían permanecido en las instalaciones en busca de una solución que parecía un sueño lejano, aún así nunca perdió la fe y buscaba a sus amigos con todas sus fuerzas.

— He hallado movimiento en un planeta cercano de dónde estoy pero por el momento no hay nada — Menciono Carol.

Varios grupos fueron enviados en busca de señales o algo que pudiese ser útil, esa era la manera que se distraían para no caer en esa depresiva sensación ante las pérdidas que tuvieron.

— Bien, cualquier novedad saben que está línea siempre estará disponible — Menciono la hora pelirroja.

Cuando se despidió de sus amigos permaneció en silencio con lágrimas en sus ojos mientras se alimentaba, Steve la vio y no tuvo duda en acercarse a ella para hablar con su amiga. Era difícil para ambos volver hacer una nueva vida, para que mentir simplemente no podían y ellos mismos se negaban. Pero ante la charla emotiva que el par estaba estableciendo fueron interrumpidos por una de las cámaras dejando ver a uno de sus hombres, Scott Lang.
Tuvieron miedo de ilusionarse ante lo que estaban viendo, podía ser una grabación pero no lo fue, ver a uno de los desaparecidos provocó alegría en los dos vengadores y no dudaron en hacerlo pasar.
El hombre hambriento por gran viaje que tuvo les comento sobre lo que había vivido en el reino cuántico y como podían llegar a tener una última oportunidad para traer todos devuelta.

— Hay que buscar a los demás, es nuestra última oportunidad — Menciono Natasha con alegría.

Steve la apoyo y mientras avisaban a los otros, buscaron información en quienes se habían alejado para traerlos otra vez a casa y pelear juntos una vez más.

[...]

Steve al igual que Nat se veían algo nerviosos pero era el único lugar donde creían que estaba, Scott parecía un niño ante un inmenso regalo sus ojos brillaban y sus ansias por entrar al castillo era inmensa. El trío ingreso llevándose la mirada y murmullo de muchos alumnos allí.

— Los puedo ayudar en algo? — Una voz femenina los hizo voltear encontrandose con una mujer que los veía con curiosidad.

La profesora McGonagall espero respuesta de alguno de los tres mientras los veía de pies a cabeza, Natasha menciono a Angel pensando que podría estar allí y la mujer tuvo la mala noticia que no sabían nada desde ese día que se despidieron cuando los ayudo en la batalla contra Voldemort. Pero tenía alguien quien los podía ayudar, dejando a sus alumnos al cuidado de su profesor más confiable los llevo hacia una casa algo alejada y cerca de la playa. Allí un hombre, más bien Sirius fue quien los recibió confundido y asombrado al mismo tiempo.

— Necesitamos hablar con Potter — Dijo Minerva adentrándose a la casa.

Sirius fue en busca de su ahijado quien llegó en segundos confuso al no entender lo que sucedía pero reconoció a las dos vengadores, Steve se encargó de explicar todos lo sucedido desde lo de Thanos hasta la desaparición de Angel, tenían la esperanza que Harry supiera dónde se encontraba su amada pero ni él lo sabía desde hace tiempo.

— Por favor si Angel viene aquí díganle que hay una última esperanza para regresar a todos y que la necesitamos — Dijo Steve para salir de allí y regresar a su mundo en busca de sus otros compañeros.

Una pieza fundamental les faltaría en la pelea pero a pesar que sería difícil sin Angel, tomarían el riesgo y lo harían no solo por ellos sino por todos.

Todos estaban allí solo faltaban Carol que aún seguía incomunicada y protegiendo otros planetas, y Angel quien seguía sin dar señales de vida. Tony buscaba todo para encontrarla pero no hallaba nada, por un momento pensó lo peor, sentía que la había perdido para siempre y jamás la volvería a ver y eso lo hizo sentir miserable por dejarla sola, se culpaba a pesar que no tenía ni la más mínima culpa porque Angel se haya ido ella fue quien lo decidió cuando no se sintió capaz de enfrentar lo que venía, tuvo miedo y actuó antes de pensar con calma o pedir ayuda.

— Muy bien ya tenemos un plan. Seis gemas, tres equipos y un intento — Dijo Steve mirando a sus compañeros —. Hace cinco años perdimos todos, perdimos amigos, perdimos familia y una parte de nosotros — Tony recordó a Angel y a Peter en ese momento causando un sabor amargo en sus labios —. Es la oportunidad de recuperar todo. Tienen sus equipos y sus misiones, consigan las gemas y traiganlas, solo un viaje por persona no cometan errores por que no hay otro intento. La mayoría vamos a un lugar que conocemos pero no significa que sabemos lo que nos espera, cuidado, deben protegerse entre ustedes. Esta es la pelea de nuestras vidas, nuestro último juego y vamos a ganar — Tony observó a Steve con una sonrisa sorprendida al ver la fe que tenía Rogers —. Haremos lo que sea.... suerte.

— Que buen sermón — Dijo Rocket a lo que Scott apoyo.

— Verdad — Dijo Scott con admiración y una sonrisa en su rostro.

— Señores, oyeron al hombre — Dijo Tony —. Dale a la tecla Wazowski.

Bruce asintió a las órdenes de Tony y comenzó a encender la máquina. Todos nerviosos se prepararon para lo que venía, se sonrieron unos a otros para darse ánimo.

— Lo haré por ustedes hijos...— Susurro Tony para que nadie lo oyera.

Cerró sus ojos cuando comenzaron a entrar al reino y volvió a pensar una vez más en su familia para decirse a si mismo que lo hacía por ellos.