Al abrir los ojos lo primero que sintió fue un fuerte dolor en su cabeza. Recapitulando, le dolia cada músculo del cuerpo.
Cuando por fin se acostumbró a la luz, vio nuevamente un techo blanco, se asustó. No podía ser posible que siguera en aquel tunel, intento levantarse pero el esfuerzo solo ocasionó que un quejido abandonara sus labios.
En cuanto el sonido abandono su boca, en su campo de visión apareció un guapo moreno de cabellos y ojos azules. Segundos despues era abrazado con mucha delicadeza. Si bien el contacto simple trasmitia mucho amor.
El castaño se desconserto, cuando iba a hablar con aquel chico este lo miró, sus ojos estaban llenos de lágrimas y tenía una mescla de emociones extrañas.
Algo dentro de mi se revolvió. Sus mirada mostraba tanto dolor y un miedo muy grande. Cuando estaba a punto de tocar su rostro y preguntar si se encontraba bien, la puerta se abrió y entraron un grupo de hombres con batas blancas.
Eso le dijo que, ya no estaba en el túnel sino en un hospital, sin embargo aun no recordaba como o porque estaba ahí.
Un doctor peliverde de expresión seria, retiró al moreno y comenzo a checar diferentes cosas en mi cuerpo.
-¿Cómo te sientes?-
Observe con atención al Doctor. Y con cuidado escane a los presentes en la sala. Sin más respondí:
-Me duele todo.- un intento de sonrisa apareció en las facciones del peliverde.
-Bueno es normal para quien acaba de sufrir un accidente.- ante mi cara de sorpresa comenzó a explicarme. - Un auto choco contra su cuerpo, el conductor venía ebrio. Su cuerpo voló varios metros después del impacto, tiene varias costillas rotas y un montón de moretones. Estuvo en coma durante 3 días.
El moreno me observaba a cada movimiento que hacía. Me estaba poniendo nervioso.
Un par de segundos después que el doctor termimara el chequeo entro de manera estruendosa un pelinegro de ojos plateados con uniforme de enfermero y al igual que el moreno se lanzo a estrujarme entre sus brazos. Me sentí incómodo.
-Ryo-chan, que bueno que despiertas, nos diste un susto de muerte...- comenzó a soltar un sin fin de comentarios.
Lo aparte con cuidado y lo observe desconsertado.
-Disculpa, podrías soltarme, no se quien eres y el que me estes abrazando me incomoda un poco.- El rostro del pelinegro era todo un poema y la sensación de que todo se congeló por un segundo fue muy notoria.
-¿N-no sabes quien soy?- nege con la cabeza y el doctor lo retiró de igual forma que al moreno.
Me miró con cautela y señalo al moreno.
-¿Sabes quien es él?- volvi a negar y el moreno que habia estado calmado, comenzó a llorar desconsolado nuevamente. Eso no me gustó, sentía que debia consoloarlo aun cuando no supiese quien es él.
El doctor miro al pelinegro, este también lloraba, con una voy tranquila le dijo.
-Kazunari, ve y pide que preparen la maquina de resonancia, por favor- el pelinegro abrio sus ojos acusos y asintió abandonando la habitación.
Segundos después el moreno salió de la habitación por pedido del peliverde.
