Cliché. (Jaeden Martell y tú)

Capítulo Veintiocho.

Jaeden, Shopia y yo ya estábamos listos para la boda. Eran al rededor de las 6:30 pm.

Ya estábamos en el lugar donde sería la boda y solo esperábamos.

Lluvia parecía estar muy feliz.

—Me alegra que Por fin mi mamá esté sonriendo. Digo, después de ya un tiempo solo conmigo.— Dijo ella.

—Pues felicidades. Talvez después tengas un hermanito.— Dijo shopia.

—No me gustaría.— Dijo riendo.— Talvez sí.—

(...)

La boda fue muy linda y ya estábamos en la fiesta, era igualmente al aire libre.

Viendo a la madre de lluvia y su ahora esposo recorde lo que pasó con Jaeden minutos antes de la boda:

—¿Quieres ser mi acompañante?— Pregunto casi arrodillandose.

—Jaeden pero no es un baile.—

—Y yo soy el cliché.— se cruzo de brazos.

Sonrei. En verdad me encantaba este chico.

—¿Tu quieres ser mi acompañante?—

—Claro que si.—

—¡______!— Me grito Lluvia y enseguida di un brinco.

—¿Qué pasa?—

—Vamos a bailar.— Me tomo del brazo y me llevo a la gran pista iluminada.

Estaba bailando con Jaeden. Talvez ni siquiera era un baile solo nos moviamos de un lado a otro, aunque cada quien por su parte.

(...)

La boda ya llevaba un buen rato. Ya habíamos bailado mucho y a pesar de ser un lindo momento comenzaba a aburrirme.

—Jaeden.— El miraba su celular.

—¿mmmjj?— Trato de decir.

—Me quiero ir.— Dije algo apenada.

—Claro. Vamonos.— Pensé que sería más difícil.

—Mamá nosotros nos vamos.— Le dije y ella asintió.

No nos íbamos solos, Sophia y Lluvia nos acompañarían.

—¡Oigan! Yo sé a donde ir.— Dijo Lluvia sonriendo emocionada.

—¿Segura que no quieres quedarte? Digo, es la boda de tu...— Me interrumpió.

—Tu lo haz dicho, la de mi madre, no mía. Así que vamos.—

(...)

Llegamos exactamente al lugar donde dormíamos, que ahora estaba solo iluminado por la luz que entraba en las ventanas, porque en realidad estaba oscuro.

—Lluvia esto es un broma ¿cierto?— Pregunto Sophia.

—No, no lo es.— Nos puso a todos una venda en los ojos.

Comenzamos a caminar con mucho temor, talvez quería asesinarnos, violarnos, o cualquier otra cosa, pero nosotros íbamos dispuestos.

—Listo, pueden quitar la venda de sus ojos.— Eso fue lo que hicimos pero todo estaba oscuro.

—No se si aún tengo los ojos cerrados o en serio no hay nada.— Dijo Jaeden.

En seguida se escuchó un "Click" y unas luces al rededor del lugar se iluminaron, eran muy tenues pero ya se podía ver todo.

—¿De quien es todo esto Lluvia?— Le pregunte.

—De nosotros.— Dijo sonriendo.

—¿Qué?— Ahora la confundida no era solo Sophia.

—Es de ahora talvez mi padre, pero me lo presto para que no nos aburrieramos en la boda el nunca utiliza esto y pensé que nosotros podríamos armar una mini fiesta solo para nosotros.— Había una piscina, había bocinas, fruta repartida en distintos platos y había una manta con pequeños cojines y un pequeño compartimento que me parecía ser un baño.

—Pero no traemos trajes de baño...— Dijo Sophia.

—Lo sé.— Dijo Lluvia.

—¿Planeas que...?— Intenté preguntar y ella asintió

Los tres no dijimos nada.

—Es broma, a ustedes les prestare uno y a Jaeden ya le había avisado.— Dijo riendo.

(....)

Ya escuchábamos música y nadabamos.

Decidimos jugar "¿voleibol?" En la piscina.

Evidentemente Jaeden y yo éramos equipos al igual que Lluvia y Sophia.

Ellas iban ganando y la verdad es que no me gustaba la idea de que ganaran.

Tomamos un descanso y decidimos comer algo de fruta.

—Hey ¿a que hora terminaría la boda?— Preguntó Sophia.

—Son la 1:00 am. Me imagino que...la verdad no sé.— Dijo Lluvia.

—Seguro en una hora empieza el verdadero baile.— Dijo levantando sus brazos y moviendo su cabeza.

—¿Y qué? ¿Planeas ir de nuevo?— Ella asintió.

(...)

De nuevo ya estábamos en las carpas/ cabañas donde dormiriamos.

Lluvia y Sophia ya estaban arregladas de nuevo, mientras que yo ya llevaba puesta una pijama.

—¿En serio no vas?— Me pregunto Sophia.

—No, no quiero arreglarme de nuevo.— Dijo tomando asiento en la cama.

—Esta bien, _____. No nos esperes despierta.— Me abrazo Lluvia.

Ellas salieron y entró Jaeden por un empujón que le dieron Lluvia y Sophia.

—Ouhhh...¿por qué no fuiste con ellas?— Preguntó llendo hacia mi.

—No quería arreglarme de nuevo para de nuevo llegar aquí y...— Asintio.—¿Tu por qué no fuiste?—

—Porque, cerca de tus padres.— Bufo.— Me pongo nervioso.—

Oculte mi sonrisa.

—¿Por qué Jaeden?—

—Porque talvez su hija aún me gusta mucho.— Dijo cerrando los ojos con fuerza.

—¡Pensé que jamás lo dirías!— Lo abracé.—Tu a mi también me gustas mucho.— Le susurré.

En un parpadear, ya estábamos juntos en un beso,extrañaba esta sensación y realmente estaba feliz de que sucediera.

Con movimientos inseguros senti la mano de Jaeden deslizarse por mi espalda, lo cual comenzaba a ponerme muy nerviosa.

Me separé un poco de él, aunque no podía verlo exactamente podía ver un poco aus ojos.

—Lo siento, no quería inc...— Lo detuve.

—Solo dime que esto no lo estás haciendo por diversión.—

—sería incapaz.—

Mi corazón latía más rápido que nunca, pero confiaba en Jaeden.

Con ayuda de el me quite mi playera.

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Hola jejeje.

Miren, yo tampoco tenía planeado este final de capitulo pero pues sucedió y miren, ustedes ya saben lo que paso después de esa última frase y si no saben yo tampoco les voy a decir (aunque es obvio) JAJAJAJA

En fin, ya pueden morir en paz y yo también.

Las amo amo muchisimoooo