Esto no se trata de una segunda temporada, sólo de momentos divertidos que la familia Styles te invita a vivir con ellos.
#26 en harrystyles 06/07/2020
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TRES AÑOS ANTES
23 de abril
─¿Mami?
Dejo de comer de mi helado para mirar hacia la puerta que se ha abierto, iluminando la habitación. La puerta está entreabierta, pero suficiente para que Baxter sea el primero en entrar y en subirse a mis pies
─Kaden, mi amor ¿Qué pasa?- pregunto, mirando como talla sus ojitos, sosteniendo su Koala de peluche
─Tuve una pesadilla- me mira con tristeza- ¿Puedo dormir contigo?
─Claro, mi amor- apago el aire acondicionado y prendo la luz.
Kaden cierra la puerta de nuestra habitación, al caminar a la cama, se sorprende ver el lugar de su padre siendo ocupado por un bote de helado, fresas, chocolates y kiwis. Me sonrojo cuando me mira.
─¿Tienes mucha hambre?- suelto una carcajada ante eso
─Sip- asiento, tomando todas las cosas para dejarlas en la mesita de al lado.
Hoy estuve ocupada en la oficina de la joyería y sólo me concentré en trabajar, Joseph y Lance me llevaron el desayuno y la comida, pero yo no busqué más, cuando me di cuenta, el atardecer comenzaba a aparecer. Sólo me coloqué la sudadera de Harry, tomé mi bolso, cerré la joyería y me despedí de mis amigos. Caminé sólo cuatro cuadras, pues nuestra nueva casa quedaba muy cerca de la joyería. El motivo de caminar con las sudaderas de Harry es simple, al hablar de nuestra hijo o hija, Harry quiso mantener todo en privado y aunque me puso triste eso, supe que tenía razón, pues él sólo busca mi protección, no quería dar la noticia y que los paparazzis me estuvieran siguiendo o incluso que personas se pusieran mal y quisieran lastimarme. Sin que nadie externo a la familia sepa de nuestro embarazo, me hace sentir cómoda, pues aún viviendo cerca de la joyería, en las calles logro encontrarme a personas con cámaras, incluso fans, las cuales todas han sido amables conmigo al pedirme fotografías, pero gracias a las enormes sudaderas de Harry, aún nadie se da cuenta que llevo un bebé dentro de mí.
Al llegar a casa, Harry me saludó con un dulce beso y me informó que Kaden estaba dormido, acaba de caer rendido, pues todo el día estuvieron jugando. Después, volvió a besarme
─Uhmmm- susurró contra mis labios, apretando mi trasero- ¿Qué fue eso?- pregunta cuando mi estómago llora.
Sonrío con inocencia.
─El bebé- me encojo de hombros
─Mi amor ¿Tienes hambre?- pregunta, para después arrodillarse
─Sip- hago un puchero
─No te hablaba a ti, le hablaba al bebé- mi mano choca contra su cabeza, haciendo un ruido jodidamente fuerte que se escucha como eco en toda la casa- ¡Hey!
