Prólogo.

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Kim Hongjoong pensaba que estaba lo suficientemente estresado y atareado como para poder cuidar de alguien mas que el mismo.

Ya se había graduado de la universidad y recientemente estaba trabajando como pasante en una reconocida discográfica en Corea de Sur junto con su mejor amigo Park Seonghwa, a diferencia que esté estaba mas metido con el baile que él, que se interesaba mas en la composición.

Ambos vivían en un apartamento en el centro de Seúl junto con dos de sus amigos mas cercanos, Jung Wooyoung y Choi Jongho, quienes aún estaban en su penúltimo año de universidad, ayudando un poco con los gastos mientras trabajaban en una cafetería de los padre del menor de todos.

Hongjoong estaba lo suficientemente atareado como para pensar en algo mas que en levantarse en las mañanas y no caer dormido en medio de su periodo laboral. Estaba lo suficientemente estresado solo con vivir lleno de papeles y llevando café toda la mañana de un lugar a otro. Terminaba lo suficientemente cansado como para considerar tener una mascota, mascota que sabia, necesitaría atención, atención que estaba seguro, no podría darle. Por eso era que se negaba a la petición de su jóven amigo.

—¡Pero, hyung!. —Se quejo Wooyoung. El chico llevaba mas de veinte minutos intentado convencerlo de traer una mascota al departamento. —Jongho y yo tendremos vacaciones por un par de semanas y ustedes nunca están en casa, una mascota nos ayudará a distraernos.

Hongjoong solo rodo los ojos mientras le daba un sorbo a su café. Estaba en la cafetería donde trabajaban sus dos menores esperando a Seonghwa, quién aun no salía de su horario. No habían pasado ni dos minutos desde que llegó, cuando el chico de oscuras hebras empezó a hablarle de las maravillas de tener una pequeña mascota y lo responsable que seria si le dejaba tener una. Hongjoong se había negado desde el principio, pero al parecer su menor no se daba por vencido.

—Aja. Dime, hipotéticamente que yo acepté. ¿Que pasará una vez ustedes reanuden sus clases?. —Preguntó. El menor le miro sin entender. —Tu mismo lo dijiste, Seunghwa y yo nunca estamos en el departamento. ¿Quien cuidara del pobre animal?. Ustedes cuando mucho, llegan después de las seis.

Wooyoung no dijo nada, solo dejo salir un pequeño suspiro y miro suplicante a su mayor de nuevo.

—Podemos llegar mas temprano. Por favor, hyung. —Pidió alargando el "Hyung". —Seremos responsables. Jongho y yo, nos haremos cargo de todo lo que necesite.

—No estoy seguro Woo. —Hongjoong lo ultimo que necesitaba era a una bola de pelos paseándose por su departamento en las mañanas. —No esta en mi por completo de todas formas, debes decirle a Seonghwa también.

No era del todo mentira, el podría decirle que si al menor y estaría bien, sin embargo también importaba la opinión del mayor antes de hacer cualquier cosa.

Wooyoung hizo una mueca con los labios, algo disgustado. Hongjoong sabia que tal vez pensaba en las diferentes maneras de intentar convencer a Seonghwa.

—Te lo repito, no estamos en condiciones de cuidar a otro ser vivo. —Wooyoung asintio, tal vez dandose por vencido. —Mucho tenemos con ustedes, que apenas y saben cocinar lo básico sin intoxicarse.

Wooyoung hizo amago de responder, sin embargo la campana de la entrada avisando que había llegado alguien a la cafetería llamo su atención. Seonghwa entró algo encorbado, con una notable mueca en el rostro y con su mochila colgada en el hombro. Una vez el pelinegro se sentó junto a ellos el menor se inclinó sobre él bastante confundido por su actitud.

—¿Y esa cara?. No te vez muy bien, hyung.

Seonghwa no respondió verbalmente, solo se recosto en la mesa y se quedó ahí, con la mejilla derecha siendo aplastada y cerrando los ojos.

Mascota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora