Un bajo pelirojo caminaba tranquilamente hacia el apartamento número 117 del cuarto piso, un pequeño gatito gris en sus brazos.Se suponía que debía ir antes de las diez de la mañana, sin embargo eran poco mas de las once y él apenas y iba saliendo de su departamento.
En su defensa, era culpa del felino en sus brazos.
—Bien. —Hablo algo bajo, ganando la atención del animal en sus brazos. —Ya sabes las reglas. —Señalo, haciendo al felino arañar levemente sus brazos. —Habló en serio, Guni.
El pequeño gato maullo, dando a entender que comprendía, o al menos eso queria pensar el pelirojo.Acarició levemente las orejitas del minino antes de posarse frente a la puerta del departamento de uno de sus amigos. Suspiró, un poco nervioso. Era la primera vez que mostraría a su Guni a otras personas que no fueran su grupo de amigos mas cercanos. Pero, ¿Era por una buena causa, no?.
Contó hasta diez mentalmente, acomodando el morral sobre su hombro y procurando no soltar al escurridizo felino entre sus brazos.
Tocó.
No escucho mucho, solo un par de pasos apresurados y luego un golpe seco, como si alguien hubiese caído al suelo.Confundido, inclinó la cabeza a un lado, el gatito gris dejando salir un maullido.
—Ni lo preguntes, por que no tengo idea. —Señalo en voz baja, intentando no reír al sentir como el gatito se removia, inquieto por querer bajar. —Ni lo pienses.
Pasaron un par de minutos hasta que la puerta se abrió, dejando ver a un bajo peliblanco con una pequeña mueca en el rostro, mueca que desapareció al verlo.
—Oh, hyung. —Saludo, una pequeña sonrisa en sus belfos. —¿Que le trae por aquí?.Sonrió, algo confundido.
—Wooyoung me llamó. —Recordó, el peliblanco inclinando la cabeza. —Traje la ropa.
Tal vez no debió reirse, sin embargo la mueca del peliblanco al -tal vez- recordar, le pareció tierna.
—Cierto, lo siento. He estado algo olvidadiso. —Haciéndose a un lado, el más bajo abrió un poco más la puerta, indicándole que entrará. —Seonghwa esta en la cocina y Wooyoung y Jongho están en sus habitaciones. En un minuto le explicamos.
Asintio, adentrándose un par de pasos, sin embargo dejo salir una pequeña exclamación al sentir como su escurridiza mascota se liberaba de sus brazos y corría hacia el interior del lugar. Miró un momento al mas bajo, pidiendo disculpas en voz baja y siguiendo al pequeño gato.Camino a paso apresurado tras el minino, deteniendose al verlo maullarle a un alto chico castaño. Más eso no fue lo que le sorprendió.
Lo que le sorprendió fue ver que el chico tenia unas pequeñas y felpudas orejitas sobre sus hebras café.
Parpadeo, comprendiendo un poco mas, Hwanwoong no le había explicado mucho.
—¡Guni!. —Llamo, captando la atención del minino de inmediato. —Pensé que ya habíamos hablado de esto. —Regaño, el pequeño gato caminado en su dirección, posandose entre sus piernas. —No puedes entrar asi como así a lugares que no nos corresponden.Un maullido fue su única respuesta, haciéndole suspirar.
Dejo el morral sobre uno de los sofás, sentándose junto a éste y tomando al gatito entre sus brazos, el alto chico mirándole intrigado.
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Mascota.
Fiksi PenggemarLa existencia de los híbridos era algo normal en Corea, sin embargo ellos nunca pensaron que los animalitos que habían recogido y llevado a su departamento una noche lo fueran. Sus mascotas no eran lo que esperaban pero.. ¿Que tanto estarían dispues...