Vince

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—Debemos hacer algo.— dijo Mirra mirándolo fijamente.— No podemos seguir aquí mientras el imperio tiene a los demás.

Tanto el como ambas hermanas, Beatrix y Mirra, estaban escondidos en los tubos de ventilación de la base imperial. Desde que habían escuchado disparos, tuvieron que esconderse para evitar ser capturados, pero por suerte Mirra alcanzó a quitarle el comunicador a uno de los soldados imperiales y podían escuchar todo lo que ellos hablaban. Tenían a Rayden capturado, Kyle trabaja para el imperio y no tenían idea de donde estaba Kira.
"Nunca confíes en un cazarrecompensas" le había dicho su maestro años atrás. Pero a pesar de eso, el había confiado en Mirra, y ella lo había ayudo siempre.
"No todos son iguales" pensó mientras miraba a las dos hermanas. Beatrix traían puesto su rojo casco mandaloriano. Mientras que Mirra tenía su corto cabello en un trenza.

El mandaloriano está en la celda 248D.— dijo una voz por el transmisor.— Aun no encontramos a la Twi'lek, señor.

— Siga buscando, comandante.— se escuchó una respiración.— Encuentre al Jedi y tráigalo ante mi.

Como ordene, Lord Vader.— las voces del transmisor cortaron.

Los tres miraron fijamente al pequeño aparato, y luego entre ellos. Vince había escuchado varías veces sobre este nuevo Sith, Darth Vader. El cazaba a los últimos Jedi y los mataba de forma despiadada. Tenían que intentar hacer algo, debían encontrar a Yannick y a sus demás amigos.

— Síganme.— dijo decidido Vince mirando a las dos hermanas.

Los tres salieron de lo tubos de ventilación, cayendo por un largo y blanco pasillo en cual no había ninguna señal de vida. Caminaron bastante tiempo hasta que escucharon varios pasos lejanos. Se escondieron detrás en una pequeña puerta que al parecer era una bodega.

Un grupo de soldados imperiales pasó frente a ellos. Vince miró a ambos lados antes de seguir con su camino.

— Hey, por aquí.— Mirra señaló una puerta que había.

Vince se acercó a esta y mediante la fuerza abrió la cerradura, los tres entraron a esta sala. Habían varias pantallas y distintos dispositivos imperiales. Vince dio unas vueltas alrededor para asegurarse que no hubiera nadie.

— ¡Alto!— gritó un stormtrooper apuntado su blaster hacia Vince.

El sonido de el blaster retumbo por toda la sala, por un momento Vince creyó que le había disparado. Pero luego vio el cadaver del soldado caer y a Beatrix detrás de el, aún con su blaster apuntado.
La mandaloriana lo guardo y se acercó a las cámaras.
Mirra comenzó a buscar por una de las computadoras, pasó por varias cámaras de celdas hasta encontrar a Yannick y a Rayden. Ambos estaban en los extremos contrarios de la base, pero debía ir por ellos rápidamente.

— Yo iré con Beatrix a buscar a Yannick.— dijo Mirra.— Vince, tu ve por Rayden y nos vemos en las afueras.

— Yo debería ir por Yannick.— respondió Vince.

— Este tal Darth Vader quiere que tú vayas, iremos nosotras, tú eres más importante— dijo  Beatrix.

— No hay más discusión.— espetó Mirra.— Debemos hacer esto rápido.

Los tres salieron de la sala, armados y listo para atacar si era de ser necesario. Vince colocó unos de sus sables a su cadera mientras que llevaría el suyo en su mano izquierda. Antes de separase de las hermanas miró a Mirra.

— Ten cuidado.— dijo Vince.

— Siempre lo tengo.— respondió con una sonrisa.

— Que la fuerza te acompañe, Mirra Kade.

Mirra asintió y desapareció entre los pasillos de aquella base, tanto Mirra como Beatrix ya no estaban con el.
Y Vince volvía a estar solo.

...

Camino agacho por los blancos pasillo, mantenía su sable en su mano izquierda y su mano derecha estaba lista para tomar el otro si era necesario. Llego a un largo pasillo en el cual habían varias puertas a ambos lados. Busco y busco hasta que encontró la celda en al cual debería estar Rayden.
Abrió la cerradura con la fuerza, pero se llevó una sorpresa al encontrar nada más que el casco que Rayden usaba. Se acuclilló u tomó el casco, este era de metal mandaloriano, con finas incrustaciones de distintos metales y piedras. Decidió volver a aquella sala de cámaras.
Rápidamente corrió, siempre buscando un escondite en el cual meterse si llegaba a pasar algo. Pero no fue así, no había nadie cerca.

Al ver la cámaras, vio a Rayden. Estaba siendo transportado por varios stormtroopers hacia otro lugar. Sin saber que hacer, comenzó a buscar el cadaver del que Beatrix había matado. Le quito la armadura y intento disimular lo que más pudo aquel disparo en el vientre de la armadura.
Salió de nuevo de la sala, pero esta vez en dirección contraria, y ademas vestido de imperial. Mientras caminaba se tomó con dos soldados mas.

— Tengo órdenes de que el prisionero Rayden Farr debe ser entregado a mi para llevarlo a custodia.— dijo mirando a los dos soldados.

— Sargento, Darth Vader pidió que se llevara al galpón 7.— respondió uno de ellos.

"Galpón siete" pensó mientras se alejaba corriendo de ellos.

— Que extraño sujeto.— fue lo ultimo que escucho de los stormtroopers.

Corrió hasta encontrar el galpón siete, este tenía una enorme puerta la cual empujó con todo el poder que tenía de la fuerza, la abrió rápidamente. Pero una vez que entró no había nada más que oscuridad. Solo escuchan una y otra vez la misma respiración.

— Vince Zane.— dijo una grave y metálica voz.— Tus amigos me han contado sobre ti.

— Muéstrate.— dijo encendiendo su sable de luz.

De un momento a otro las luces del galpón se encendieron, mostrando al conocido Darth Vader.
Pero lo que más le llamo la atención era que tenía a sus pies a Beatrix, Mirra, Rayden y a us maestro Yannick.

— Déjalos ir.— frunció el ceño a más no poder.

— Y lo haré.— respiro.— Pero hay un precio para aquellos que intentan rebelarse ante el imperio.

El sable de luz escarlata solo dio un movimiento para acabar con la vida de alguien. Y esa fue Beatrix, vio como Mirra miraba espantada la cabeza de su hermana ser cortada, y a pesar de llevar la armadura mandaloriana no le sirvió.

Con todas sus fuerza Vince empujó a Vader hacia atrás, dando tiempo a Rayden de tomar a Mirra, la cual no quiere ser levantada, y a Yannick de correr hacia Vince.

— Sácalos de aquí.— le dijo Vince a Rayden.

Yannick están muy herido y se podía ver, y Mirra estaba llorando por al muerte de su hermana, por lo que Rayden estaba a cargo.
Cuando vio que los tres salieron del galpón, una sombra negra voló y cayó metros frente a el.

— Un mandaloriano.— dijo Vader mientras tiraba el cuerpo de Beatrix por el vacío que había en el galpón.

Están sobre una especie de puente metálico, con enormes torres a sus lados las que parecían ser las fuentes de energía de al base.

— Me ha costado trabajo dar contigo, Vince Zane.— la respiración de Vader se escuchaba oír todo el lugar.— Pero como todos los Jedis y padawans, tu morirás.

El sable de Vader volvió a encenderse causando una escalofrío en Vince.

Star Wars: THE BROKEN ORDER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora