El Gremio

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Ya seguros y lejos de Tatooine, en medio del espacio. Vince estaba de piloto, cuando le pidió a D que siguiera, ya que el iría a ver que estaba haciendo Mirra, ya que era raro que no estuviese en la cabina.

Salió de la cabina, siguió por el pasillo de la derecha hacia las habitaciones, eran tres y solo usaban dos, una de Vince y la otra de Mirra, mientras que la otra era donde dejaban las armas.

Entró en la habitación de Mirra pero ella no estaba ahí, volvió por el pasillo hasta la cabina pero ahora siguió el otro pasillo que iba hacia la gran bodega que tenía la nave.
En la bodega encontró a Mirra arreglando sus armas.

- ¿Quien era?- preguntó Vince apoyado en un pilar de la bodega.

- Jano Kilian.- respondió sin mirarlo Mirra.

- Sabes que te puedes quitarte el casco.- dijo Vince mirando a la joven que estaba aun con el casco puesto.

- Estoy bien, ire a la cabina en un momento. Le voy a pedir a D que me limpie la armadura.

- Esta bien.

Vince se fue de la bodega ya que hacía más frío que en resto de la nave. Fue a su habitación donde dejo su sable sobre una mesa y se durmió en la única cama.

...

Al despertar fue a la cabina, donde, para su sorpresa, estaba Mirra sin el casco.

- Iremos a Sirem, necesito entregarle el cadaver y recoger la recompensa.

- Bien, pero sera mejor que te pongas el casco, te ves más temeraria.  Ademas, nos tenemos que cambiar de nave, esta es muy grande, y el imperio ya la tuvo que haber reconocido.

- Tienes razón, dile a los droides que se encarguen de eso, tu vendrás conmigo.

- Mira, soy útil.- dijo bromeando Vince.

Al aterrizar ambos se acercaron a la compuerta, que cuando esta estuvo completamente salieron, antes de salir la cazadora se coloco su casco y el jedi se colgó su sable a la cintura, tapado por la capucha que llevaba.

Vince se consiguió una nave más pequeña y los droides se quedarían a cambiar todas la cosas, mientras que Mirra y el irían a entregar el cuerpo.

Caminaron por el planeta, era verde y lleno de vegetación, pero también era frío y tenía niebla.

Cuando llegaron al lugar base del cuartel, se toparon con el jefe en una de las mesas.

- Mi querida Mirra, ya era hora que llegarás.- dijo el hombre.- Y veo que traes lo pedí.

- Aquí lo tiene, y muerto como lo pidió.

- Jano Kilian, que se atrevió a traicionarme. No es nada mas que otro cuerpo.- hablo el Jefe.

- Mi paga.- dijo Mirra cortante.- Ahora.

- Muy bien- saco un maletín que tenía en su lado.- ¿Quien es tu acompañante?

- Se llama Dexter, no es nadie.

- Sabes algo cariño, te has ganado un apodo y una reputación en el gremio. Te dicen Sombra, ¿sabes por que? Porque nunca te ven hasta que se dan la vuelta pero ya es muy tarde.

- Interesante, pero no me importa.- dijo cortante Mirra.

El hombre abrió el maletín y saco, aparte de lo créditos algo que ha Vince le llamo mucho al atención. Un sable de luz.

- Verás, me dieron este sable después que la República cayera, pero nunca le he usado. Te lo doy como larte de la recompensa.

- ¿Como lo consiguió?- preguntó Vince.

- Ahhh, el acompañante no es mudo. Mira hijo, lo ma probable es que se lo quitaron a un jedi muerto.

Vince apretó su puño, cosa que Mirra vio y sabía que no iba a terminar bien.

- Gracias Jefe, ahora nos vamos.- agarró los créditos y el sable, y tiró a Vince de un brazo haciendo que lo siguiera.

Cuando iban saliendo, dos caza recompensas del gremio se pararon em frente de ellos, deteniéndolos y sin poder salir de la base.

- Muévanse.- dijo Vince.

- Saben, ahora el imperio me llamo, diciendo que buscan a un jedi, uno joven, me digiero que iba acompañado de una caza recompensas con armadura mandaloriana.- dijo la voz de Jefe a sus espaldas.

Ambos se miraron, y sacaron sus armas antes que cualquiera de los cazadores pudiera hacer algo.
Mirra apuntaba a la cabeza del Jefe mientras que el sable azul de Vince ya estaba deslumbrando la sala.

- Nunca pensé que serias tan estúpida como para alojar a un Jedi.- dijo otro caza recompensas mientras desfundaba su arma.

En solo un movimiento de sus manos Vince arrogo a todos lejos y salió por la puerta junto con Mirra.
Ambos corrieron hasta el puerto donde estaba su nueva nave.
Al llegar a la nave, ambos con al respiración agitada. Despejaron y se fueron lo mas rápido del planeta.

....

- Necesitamos un descanso.- dijo Mirra mientras activaba el piloto automático y se sacaba el casco.

- Sería bueno en Naboo.- respondió Vince.- ¿ Tienes el sable de luz?

- Toma.- se lo arrojó.- ¿que vas a hacer con el?

- Nada solo voy a ver si es verdadero o falso.- Vince abrió el sable y pudo ver el cristal Kyber en su interior.

-¿Por que nos daría un sable, si después nos mataría?- le preguntó Mirra.

- Es un localizador. - dijo mientras sacaba una luz roja del interior y la destruía.

- Genial- dijo Mirra mientras colocaba una nuevas coordenadas en la nave y entraron en el hiperespacio.

-¿ Adonde nos dirigimos?

- Lothal , hay aliados. Ire a descansar. D, arregla mi casco, le fallo el sensor térmico. Y hazle un revision a IG-  Mirra se retiro de la cabina mientras ambos droides se iban al hangar.

Vince se quedo solo en la cabina, observaba al sable de luz y cuando lo decidió encenderlo. Recordó a quien le pertenecía y por que le parecía tan familiar. Era del padawan Milos, el cual lo acompaño cuando el era solo un niño a buscar su Kyber.

Encendió el sable y este tenía un hoja de color azul, igual al suyo. Ahora estaría mas completo, siempre supo que le sería mas fácil pelear con dos sables de luz.

Se levantó del piso de la cabina y observo por la ventana el hiperespacio.
Sabía que tenía que hacer algo por todos sus maestros y compañeros Jedis, tenia que hacer algo por todos.

Star Wars: THE BROKEN ORDER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora