My little Alpha [KongpobxArthit]

VII | Confianza

Para Kongpob sus vacaciones habían sido de lo más divertidas. Prácticamente casi había secuestrado a su Phi Arthit en su casa y se había puesto muy meloso con él. Más que la propia madre y la abuela del castaño. P'Ae por su parte no dejaba de molestar a los tortolos y discutir con su hermanito por su mejor amigo. Pero este era una pulga y si quería pasar tiempo con Arthit, debía ser con él incluido.

May no había dicho nada sobre el inocente besito que se dieron. Inclusive vio a su hijo rogarle al mayor por otro en algunas situaciones que no hacían más que hacerla reír. Tan tiernos. Entendía en cierto punto a ambos, su hijo era increíblemente insistente y Arthit muy débil ante él. Aún no sabe cómo logra escaparse de las pegajosas manos de Kong pero sin duda alguna le pedirá algún tip.

- ¡Niños bajen a almorzar! - grita desde el comedor una vez la mesa está puesta y jura ver a su esposo cubriéndose los oídos para molestarla - Eres peor que Ae.

- Hey, ¡Nadie es peor que yo! - bromea Ae llegando a la mesa.

Detrás de él viene Kongpob de la mano de Arthit - Si, nadie es peor que él - añade con tanta seriedad que provoca a todos, salvo Ae y a él una risa.

Se sientan a la mesa de tal forma que quedan May en la parte angosta de la mesa, con su esposo al lado derecho y junto a él Ae, y por el lado izquierdo está Kongpob junto a Arthit.

- Kongpob, cariño debes soltar la mano de Arthit para comer - explica May como si no fuera obvio.

- Pero hace frío - se queja - Además soy zurdo.

- Ni siquiera te puedes peinar con la mano izquierda - interviene su padre.

Kongpob bufa soltando la mano de su esposo. Arthit deja una pequeña caricia mientras ríe y aparta su mano con delicadeza. Kongpob algo atontado se fija en su padre quien acaricia la marca de su madre en su cuello con cariño. Su estómago se revuelve, él igual quiere ver a Thit con su marca algún día.

Comen mientras conversan sobre su día y lo injusto que es que ellos tengan vacaciones mientras el señor Suthiluck debe estar trabajando. Kongpob está algo distraído tratando de cortar por sí mismo la comida de su plato y no votar todo en el intento. Más el escuchar sobre el inicio de clases lo saca de sus pensamientos.

- ¿Arthit ya compraste el uniforme de la primaria?

Primaria, primaria, ¡Primaria!

Sus ojitos redondos se abren a tope y su boquita muestra una "o".

- ¿Thit ya no estará en la escuela conmigo?

Todos miran al más pequeño y se dan cuenta de que la han jodido. ¿Cómo se les había pasado contarle al pequeño abusador posesivo que ya no se vería tan seguido con su enamorado?

- Kong... no puedo estar en elementary toda la vida. Ae y yo ya estamos grandes.

- ¡Encima te vas con P'Ae! ¡Infiel! - exclama exageradamente y May decide que definitivamente no le dejará ver más televisión de ese estilo.

- Kongpob no puedes estar con Arthit todo el tiempo, cariño - le explica May observa cómo sus ojos se vuelven algo brillantes - Arthit te quiere mucho y tú a él. Eso no va a cambiar. Ahora vayan a asearse si es que aún quieren ir al centro comercial.

En el centro comercial se les unió la madre de Arthit, cosa que fue perfecta para May puesto que ella también necesita divertirse un poco y estar con los niños todo el día es algo agotador. Los niños las arrastran hasta un lugar de juegos donde ellas le recargan una tarjeta y se sientan fuera del lugar mientras estos corren a gastar su saldo y energía.

Juegan a los autos chocones, golpeándose un poco la cabeza pero divirtiéndose en el proceso, luego se turnan en un juego de disparar y Ae se va a un juego de moto en cuanto tiene oportunidad lo que hace a la parejita quedarse solos. Miran indecisos en los juegos sin saber que hacer y cuando ven una máquina de peluches ambos sonríen.

- ¿Cuál quieres, Thit? - pregunta Kongpob como todo un galán tratando de guiñar le un ojo pero cerrando ambos ojos en el proceso. Arthit estalla a carcajadas- Hey, es difícil.

- Eres un adorable bebé - dice Arthit apretando sus mejillas y dejando un besito en su nariz - Quiero el de vaquita.

Kongpob hace una mueca. ¿Su hombre está loco? ¡Esa vaca se ve tan difícil de conseguir! Mas no demuestra su nerviosismo, o eso es lo que cree pues Arthit nota sus labios apretados y sonríe. Pasan unos cinco intentos hasta que lo consigue. Bueno, consigue una rana pero al menos consigue algo.

- Wow, que linda vaca - bromea Arthit.

- Si no fueras mi omega te golpearía - amenaza el más bajito haciendo que Arthit lo mire con los ojos entrecerrados. Kongpob se lanza a abrazarlo - Es broma Phi, jamás te lastimaría.

- Más te vale - amenaza con un toque de diversión y los ojos de Kongpob brillan en la misma sintonía. Se sientan en unas sillas esperando a P'Ae. Arthit acaricia a la rana antes de darle un tímido besito y pasársela a Kongpob, sin esperar que este imita su acción dándose un beso indirecto - Algún día de estos vas a matarme.

- No, si tú te mueres yo también me muero Phi - afirma el menor tomando su mano.

- Quiero que tú conserves la rana - dice Arthit haciendo al menor fruncir su ceño. ¡Tardó años consiguiendo la rana del demonio! - Así cuando vaya a la escuela y no podamos estar juntos te acuerdes de mi hasta que nos podamos ver.

El menor baja su mirada avergonzado. Su Phi es tan lindo con él y él siempre le está haciendo berrinches. Si él dice que jamás lo iba a abandonar es porque es cierto. No hay ninguna razón para no creerle.

- Está bien Phi, quédatelo tú - responde asintiendo - Yo sé que no me dejarás de lado. Nada cambiará aunque nos separemos... sólo un poquito- aclara. Tampoco es que esté dispuesto a no verse en toda una semana con su esposo - Confío en ti, Thit.

Arthit siente su corazoncito latir fuerte. Ya no hay nada que le impida sentir lo que siente por su menor. Le gusta Kongpob, le gusta mucho.

- Además así recordarás nuestro beso. Tus labios me pertenecen sólo a mí, Phi.

- ¡Kongpob!