LA CONCUBINA FAVORITA (SasuMitzu-SasuHina)

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-Siempre has sido una llorona- dijo en medio de risas olvidándose de usar los honoríficos-

-E-eso no es cierto- dijo apuradamente la ojiluna en defensa mientras se limpiaba las lágrimas como una niña ofendida-

-jajajaja- se rio aún más el azabache al ver esa expresión en la ojiluna-

Era la primera vez que desde que regreso que no la vio con esa expresión neutra y de serenidad en su rostro, sin duda el también extrañaba a esa expresiva niña que antes la ojiluna solía ser cuando estos jugaban juntos-

Pero a pesar de la felicidad que ambos emperadores tenían a solas, todo momento termina acabándose por un asunto inesperado.

Un eunuco se acercó a estos con prisa, interrumpiendo y deteniendo así la risa del emperador.

Apenado este eunuco hace una reverencia en forma de disculpa para luego continuar con la aceptación del azabache.

-¿Qué pasa eunuco Ji?- preguntó sin interés y ya de pie junto a la peliazul igual de serena-

-Una vez más me disculpo por haber importunado el momento juntos de sus majestades- dijo haciendo otra reverencia para continuar- pero venía a avisarle sobre la concubina Mitzu- dijo haciendo una leve reverencia al no creer oportuno hablar de ello frente a la emperatriz-

-¿Le pasó algo?- preguntó esta vez preocupado el azabache pero casi enseguida volvió a su expresión neutra al ver la expresión triste de su emperatriz-

-La concubina Mitzu ha sufrido un pequeño accidente- se apresuró a decir lo más rápido posible- p-pero su majestad no debe preocuparse, un médico ya la está atendiendo-

-Iré a verla ahora mismo- dijo el azabache dispuesto a encaminarse hacia la residencia de la concubina pero fue detenido por la voz de la emperatriz-

-Si su majestad me lo permite, quisiera acompañarlo por favor- dijo con la expresión igual de serena que siempre mantenía mientras daba una leve reverencia-

El azabache lo dudo un poco pero aceptó con un asentamiento para luego continuar con su camino junto a la emperatriz, no hubo interacción alguna entre estos en el camino, el azabache solo le preguntaba al eunuco Ji sobre la condición de la castaña.

Una vez que estos se adentraron a la pequeña residencia de la castaña, fueron anunciados en voz alta por uno de los eunucos de la puerta principal.

-Su majestad el emperador, y su majestad la emperatriz se encuentran aquí- dijo en voz alta-

Este se adentró dejando un poco atrás a la peliazul en su camino.

Una vez que este visualiza con su mirada a la castaña, se acerca casi inmediatamente para tomar el rostro de esta entre sus manos.

-¿Te encuentras bien?- preguntó con una voz suave y tierna mientras bajaba sus manos, aquel tono que usó el azabache sorprendió a la peliazul presente-

-Si su majestad- dijo mientras desviaba su mirada triste para evitar ver al azabache, pero al hacerlo se percata de la presencia de la emperatriz, quien tenía la expresión de enojo en su rostro-

-¿Así es como responde una concubina hacia la preocupación del sol del imperio?- dijo la peliazul con una voz reprendedora hacia la castaña-

-L-lo siento- se disculpó la castaña mientras hacia una reverencia y se mantenía allí-

-La emperatriz debería calmarse- dijo interrumpiendo fríamente el azabache hacia la peliazul-

-Su majestad me disculpara- dijo haciendo una leve reverencia hacia este- pero debo corregir la actitud de la concubina, ese es mi deber al estar a cargo del harem- dijo serena mientras cerraba sus ojos por unos instantes y mostraba su postura en ello-