LA CONCUBINA FAVORITA (SasuMitzu-SasuHina)

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-Eh Mitzu, ¿qué pasa? ¿No dormiste bien ayer?- dijo una rubia preocupada hacia la castaña-

-Bostezo- No, anoche tuve trabajo, así que me quede hasta tarde a ayudar a la señora- dijo un poco cansada-

-seguro fue con aquella señora que atiende un burdel ¿no?- dijo un poco ya molesta-

-claro, es la única que me da trabajo por las noches de vez en cuando- dijo muy obvia mientras comenzaba a acomodar las mesas de aquel lugar donde servían pastelillos y más-

-No vuelvas a hacerlo-

-¿hacer qué?- preguntó deteniéndose y mirar a su compañera de trabajo-

-No vuelvas a aceptar un trabajo de noche si sabes que al día siguiente, tienes otro trabajo temprano- dijo reprendiendo a su amiga mientras elevaba un poco la voz-

-Tu sabes que no puedo darme el lujo de rechazar un trabajo, sabes que no tengo opción- dijo volviendo a hacer lo que hacía antes-

-Si iba a ser así, entonces hubieras aceptado la propuesta de aquel señor- dijo seria en sus palabras-

-¿El qué?, ¿irme para ser, una más de sus mujeres?, claro que no- dijo seria

-Pero por lo menos no tendrías la necesidad de trabajar nunca más, ese hombre tiene mucho dinero, y nunca les hace faltar nada a sus mujeres-

- Pero las trata muy mal- dijo enojada al recordar como aquel hombre trataba en público a sus mujeres-

-¿Y eso a quién le importa? si hubiera sido yo, lo hubiera aceptado con tal de salir de esta miserable vida-

-¡Suficiente! no sabes lo que dices, por favor para, no acepte y no lo haré así que dejemos de hablar de esto y volvamos al trabajo, el señor nos regañara si seguimos conversando- dijo dejando a su compañera sola-

-¿no te preocupas ni un poco por ti?- grito hacia su la castaña mientras la veía alejarse-
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-¿Dónde fuiste ayer?- preguntó indiferente el emperador fugaku, hacia su segundo hijo el cual se encontraba frente a su trono-

-No creo que eso sea importante- dijo el también indiferente-

-¿Cómo qué no?- grito furioso- insolente, responde cuando tu padre te hace una pregunta-

-cálmese emperador- decía el eunuco a su lado-

-¿Cómo quieres que me calme?, si este hijo que desgraciadamente tengo como uno, es un-

-Fui al pueblo- dijo interrumpiendo el azabache- eso fue todo- dijo obvio-

- ¿Y te atreviste a salir sin uno de tus guardias?-

-¿Por qué le preocupa tanto al emperador que haya salido sin los guardias que usted mismo me designó?- dijo con un tono un poco irónico-