LA CONCUBINA FAVORITA (SasuMitzu-SasuHina)

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-¿Cómo dijiste?- preguntó intrigada y curiosa una dama que limpiaba con la otra la habitación de la emperatriz-

-Como oíste- codeó la otra mientras sonreía y decía lo siguiente en voz baja solo para que la otra escuchara lo que le diría- El emperador y nuestra emperatriz pasaron la noche ayer juntos- soltó una risa al terminar-

-Wa- emitió aun sorprendida con la boca semi abierta- lo que me cuentas es muy difícil de creer-

-¿Por qué lo dices?- preguntó mientras doblaba una de las finas sabanas de seda-

-Cierto, eres nueva aquí ¿no?- preguntó mientras soltaba un corto suspiro para luego continuar- Verás- continuó- Desde que sus majestades concibieron su matrimonio solo han pasado una noche juntos desde entonces- contó tranquila-

-¿Qué?-preguntó la otra sin poder creerlo- estas bromeando ¿verdad?- preguntó con una risa convencida de que así era-

-Claro que no- dijo ofendida- Lo sé porque estoy aquí desde que el segundo príncipe fue coronado como nuestro emperador-

-Aún así es difícil de creer lo que dices- dijo con una expresión dudosa-

-Depende de ti si quieres creerme o no- dijo mientras terminaba lo que hacía y se giraba hacia la otra para contarle algo más- Al ver que aún desconoces las cosas, seré amable contigo y te contaré algunas cosas que necesitas saber- hizo una pausa para ver como asentía atenta a escuchar lo que le contaría- pero eso sí si vas a comentar de esto con algún otra dama debes ser cuidadosa, bien, primero, por lo que sé yo y algunas pocas damas más, es que el emperador solo ama a su primera concubina así que procura atenderla bien si te asignen a ella, no cometas ningún error o de lo contrarío podrías perder la cabeza por órdenes del propio emperador, él no tiene piedad con las personas que intimidan o tratan mal a su primera concubina- advirtió-

-¿Qué?- preguntó asustada-

-Así como oyes, pero tampoco intentes ser cercana a ella para evitarlo, solo haz las cosas que se te ordenen y no socialices con ella, porque las otras damas solo te verán como una traidora hacia la emperatriz si lo haces ¿entendido?- advirtió por segunda vez-

-Si…- asintió aún con la expresión sorprendida-

-Bien, dos, debes…-

Aquella conversación entre damas continuó, la otra remarcando a la otra todo lo que debía y no debía hacer, pero lo demás ya era de conocimiento de toda dama que entra al palacio así que vayamos al harem, donde la concubina que “pasó” su primera noche con el emperador, les contaba ansiosa lo que pasó aquel día, en realidad noche.

-Ya cuéntanos ¿cómo fue tu primera noche con su majestad?- preguntó una de las que se encontraba curiosa alrededor de esta-

-Si cuéntanos- dijo otra emocionada- dinos… ¿fue delicado o rudo?- guiñó haciendo que con esa pregunta todas las demás se avergonzaran y se sonrojaran-

-¿cómo puedes preguntar eso?- preguntó regañando la pelinegra-

-Hay ya, yo solo tengo curiosidad- dijo haciendo un puchero como una niña regañada-

-Si claro- dijo la pelinegra rodando sus ojos para luego volver su atención a la castaña- Vamos hermana, cuéntanos antes de que te hagan preguntas precisas otra vez- dijo indirectamente hacia la anterior-

-Bueno…- comenzó con una voz suave y dudosa mientras desviaba su mirada también- La verdad es que…- hizo una pausa causando aún más intriga en sus hermanas- la verdad es que- volvió a decir mentiras apresaba sus labios entre sus dientes aún dudosa-