Capítulo I

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Nunca entendí por qué me acompañabas todo el camino a mi casa después de una cita cuando tu casa quedaba muy lejos de la mía, es muy dulce de tu parte pero, yo ya no puedo ver atravez de mis lágrimas, esa dulzura ya no está ahí. Aún así gracias por haberme traído hoy aunque fuera fin de semana, justamente hoy te quería ver un poco más, pero no tanto o me harás llorar.

Cuando por fin llegamos a mi casa quise despedirme en la puerta para que regresaras a la tuya lo más pronto posible, se hacía de noche y no quería que te pasara nada malo en el camino, no podría sobrellevar aquello, pero espero que tu puedas hacerlo, eres fuerte lo sé.

Sin embargo cuando estaba por decirte que te fueras, mi madre se asomó por la puerta, "Hola señora Takata" tu la saludas cordialmente como siempre, eres un caballero, mi caballero de brillante armadura. "¿Puedo quedarme un rato con Mashiho para estudiar?" Le preguntaste en ese tono que nadie podía contradecir, ni siquiera mi madre, ella te dejó pasar, ella te quiere mucho incluso más que a mi, no la dejes sola.

Amo que me visites, corrijo amaba que me visitaras, ahora me da miedo que entres y lo descubras, sabes, no podría mentirte a la cara y menos con la expresión de preocupación que pones cuando algo me pasa. Como aquella vez en el parque que queda lejos de mi casa y de la tuya, nuestro punto medio, donde yo estaba jugando basketball y me caí torciendo mi tobillo derecho, tu cara era de preocupación pura, no me gusta que te preocupes por mi, no merezco eso, no cuando te he mentido tanto, ese día me cargaste aunque tu muñeca izquierda estuviera lesionada y me llevaste al hospital más cercano que pudiste encontrar. En verdad siempre has sido muy atento, entonces ¿porqué no te has dado cuenta todavía? Pero esta bien, todo estará bien, yo estaré bien, entonces quiero que tu lo estés también.

Subimos las escaleras para llegar a mi cuarto, tu me estabas hablando de cuanto te había gustado la película que vimos hoy, pero yo ni siquiera puse atención a lo que se trataba, estaba muy distraído en mis pensamientos como para notar que la película se estaba reproduciendo frente a mi, hasta que me diste tu mano, y sonreíste a pesar de que sabías que era demasiado oscuro para que viera tu sonrisa, tu hermosa sonrisa, no quiero que desaparezca por nada del mundo, ni siquiera por mí, te lo haría prometer pero temo que si lo hago te preocupes y preguntes porque te hago prometerlo, entonces me rompería y no quiero eso, menos hoy

Una vez que entramos al cuarto te dirigiste directamente a mi cama, "Junkyu-ya, dijiste que estudiamos" te dije en un tono de regaño, estaba actuando lo más normal posible para que no te dieras cuenta de lo roto que estaba, y al parecer funcionaba bien "Tu puedes estudiar en la mesa, mientras yo en la cama, ¿cierto?" usaste esos ojos en mi contra, no podía decirte que no; solo asentí con una sonrisa que solo tu provocabas espontáneamente en mi, sonrisas que de verdad sentía. Me senté en el escritorio, tiene un bonito color marrón, está hecho de madera de caoba, lo tengo desde siempre, los dos lo conocemos bien, aquí pasamos la mayor parte del tiempo cuando vienes a mi casa, es cómodo para que dos personas se sienten, oh este hermoso escritorio color marrón. Tu sacaste tus libros y los esparciste por mi cama y yo saque mis libros y los deje sobre el escritorio mientras tomaba asiento en una de las dos sillas que había, recuerdo cuando un día tu sorpresivamente trajiste la otra silla, recuerdo la cara de mi madre al abrir la puerta y verte sosteniendo una silla como si eso fuera de lo más normal, en ese momento fue gracioso, tu eres gracioso, siempre lo fuiste y espero lo sigas siendo, eso fue lo que me enamoró después de todo, pero ahora no es suficiente, no cuando no veo más allá.

Dieron las ocho de la noche, los dos estábamos acostados viendo una serie de televisión mientras comíamos pizza, no supe qué serie era pero tu la escogiste, entonces estaba bien, perdón por no recordar los detalles de la serie pero, estaba más concentrado en que se sentía estar rodeado por tus brazos como si quisiera grabarlo en mi memoria para nunca olvidarlo. Unas horas más tarde te vi salir por la puerta de la entrada, te despedí como siempre, te pedí que te cuidaras y me robaste un beso. Te fuiste hace poco pero ya te extraño, espero nunca olvides eso, eres lo mejor que me ha pasado.

Estaba limpiando el desorden que dejamos por la comida que llevamos al cuarto, siempre te ofrecías a ayudar y lo aceptaba con una sonrisa, pero me temo que hoy no puedo, simplemente hoy no es el día correcto, al terminar de limpiar abro el cajón donde las escondí de ti, donde escondí esas pastillas que se supone que me harían mejor

"Distribución bajo prescripción. Dosis recomendada: Dos tabletas por día NO EXCEDER DOSIS RECOMENDADA: puede causar fallos respiratorios, problemas cardiacos, paro cardiaco, paro respiratorio, irritación en el sistema digestivo, hemorragia interna"

No quiero que sepas que tengo unas, no quiero que te preocupes, no por mi, no cuando no lo merezco.

Stars ||Mashikyu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora