Capítulo IX

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Fuimos a la playa, es un lugar calmado, trajimos cosas para quedarnos todo el día. Vimos el amanecer, es hermoso, "Aunque no más que tu" me dijiste, no pude evitar sonrojarme, no se si lo notaste, aunque creo que tu eres mas hermoso, con esa gran sonrisa y esa perfecta personalidad con la que cualquiera puede quedar enamorado, incluso yo.

Tuvimos un desayuno sentados en una manta sobre la arena, fue divertido cuando tratabas de hacer que la arena no te tocará, debí haber tomado fotos de eso, sería un lindo recuerdo, además el detalle de haber preparado la comida, no se compara con nada, todo lo que preparaste estuvo delicioso, se que no eres experto en eso pero en verdad sabía muy bien, y se que te esforzaste mucho en todo desde una noche antes y que te levantaste dos horas antes que yo para acomodar todo, gracias, es hermoso, me sentí muy feliz, me sentí querido, más querido de lo que yo me quiero a mi mismo, te amo demasiado.

Más tarde, decidimos meternos a jugar a las olas, guardamos las cosas que teníamos en el carro que nos presto tu mama, quiero mucho a mi suegra, ella te crio muy bien, en verdad es un amor. Cuando entramos al agua estaba un poco fría, tu empezaste una guerra de agua, y aunque esta estuviese fría, no pude evitar seguir jugando, era tan feliz, tu me hacías tan feliz. De pronto me cargaste entre risas y te adentraste al mar, las olas golpeaban un poco más fuertes, me aferre a ti como si mi vida dependiera de aquello, me soltaste un poco para que pudiera pararme por mi mismo, seguimos jugando entre las olas.

Pasaron unas cuantas horas hasta que el hambre volvió, me volviste a cargar para llevarme a la orilla, he de admitir que me dio un poco de vergüenza, porque habían muchas personas, pero no les tome tanta importancia, después de todo estaba junto a ti, nada al rededor podía importarme si estaba junto a ti, todos mis problemas se iban si estaba junto a ti. Nos caímos un par de veces antes de llegar a nuestro destino, pero fue divertido, me reí mucho.

Una vez en la arena, nos dirigimos al carro, tu me envolviste en una toalla, parecía sushi, me tomaste una foto "Para nunca olvidar este día" dijiste, se que esa foto se convirtió en tu fondo de pantalla,  vi tu celular un par de veces, aun así es vergonzoso el que tengas una foto mala de mi, aunque tu asegures que no es mala. Una vez que sacamos la comida y nos sentamos en la arena sobre la manta, comenzamos a comer, eran sándwiches, un poco simples, pero viniendo de ti significaban mucho; nos pusimos a hablar, la conversación era de todo y nada a la vez, nunca olvidare cómo es que tu cara se veía tan bien con el brillo del sol y como se acentuaban tus facciones con el cabello mojado que pusiste hacia atrás, recordare cada detalle de ti, cómo podría olvidarlo te amo. Esperamos unas horas, mientras apreciábamos la playa, para volver a entrar al mar, por que, según tu, nos podía dar un calambre y te creí porque se que quieres lo mejor para mi, así como yo quiero lo mejor para ti. 

No duramos mucho tiempo entre las olas, pero sirvió lo suficiente para limpiar la arena que teníamos pegada a nosotros, cuando volvimos a salir del mar la tarde iba a empezar a caer, decidimos que era hora de cambiarnos para poder regresar a casa, o mejor dicho lo decidí, ya que tu solo hacías pucheros porque querías quedarte más tiempo a jugar en el mar, lindo pensé, yo te dije que volveríamos algún día, ¿Por qué?

El día estaba terminando, los últimos rayos del sol se asomaban, el cielo empezaba a pintarse de tonalidades naranjas, rosas y moradas, tu y yo nos encontrábamos sentados en la arena disfrutando de la vista, me tomaste la mano, entonces voltee a verte, tus ojos encontraron los míos, hermosos pensé, nos quedamos así por unos segundos, tu rompiste el silencio, "Te amaré hasta que no existan más estrellas en el cielo".

Stars ||Mashikyu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora