τέσσερα💫

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ESPERAMOS Y LES GUSTE ❤️

—No te rías ni pongas caras— le advirtió la mujer antes de abrir la puerta de su modesta casa

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—No te rías ni pongas caras— le advirtió la mujer antes de abrir la puerta de su modesta casa.
—¿Por quién me tomas? —cuestionó el hombre incrédulo— Lo raro sería que vivieras en un... monasterio.
—Pobres monjas si me vieran —dijo entre risas abriendo la puerta y dejándolo pasar— bienvenido a mi humilde morada
—Bueno… —dijo Andrés adentrándose— somos ladrones y no podemos aspirar a mucho cuando estamos prófugos.
—Le tengo cariño a esta casa —admiró con melancolía— aquí nació mi plan del tren, así que te puedes contagiar un poco de sabiduría.
—Aún no me conoces —respondió fingiendo haberse sentido dolido— si yo te contara… —añadió mirando a su alrededor— te sorprendería.
—No cotillees y espérame sentadito, no tardo— avisó al hombre entrando a su habitación.
—Tu me has cotilleado la cartera —le rebatió — ¿No me vas a enseñar tu habitación? —preguntó mirándola con una ceja levantada.
—Tu la dejaste con esa intención —se defendió la mujer— si quieres entra.

Sin pensárselo, cambió su rumbo y la siguió hasta la habitación, apoyándose en el marco de la puerta mirándola con una sonrisa.

—¿Puedes dejar de mirarme como un pelele?— interrogó la mujer saliendo de su habitación golpeando suavemente su hombro.
—La cama parece cómoda ¿no? —interrogó esta vez él, mirándola pasar por su lado.
—¿Me estás proponiendo algo? —preguntó con una sonrisa, a lo cual él niega— entonces debo decirte que ya podemos irnos.
— Qué rápida, pensaba que las mujeres tardabais horas en preparar vuestras cosas— dijo mirándola sorprendido
—¿Con qué tipo de mujeres convives?— preguntó indignada.
—Lo más parecido a una mujer con lo que convivo se llama Martín— bromeó.
—¿Martín?— preguntó ella expectante.
—Mi mejor amigo, el del disco de Elio Roca.— respondió obvio.
—Ah es verdad, que tienes amigos —dijo cogiendo su mochila y dirigiéndose a la puerta— el tour ha terminado, vámonos.

Andrés se dirigió a la puerta, tocando un par de cosas por el camino, ganándose más de una mirada de advertencia por parte de la mujer.

—Permíteme.— dijo agarrando la mochila de la mujer.
—Puedo llevarlo yo.— respondió repartiéndose el peso de la mochila entre ambos hombros, situando esta a su espalda.
—Pretendía ser un caballero.— acotó defendiéndose.
—No necesito a ningún caballero; caballero de la triste figura —dijo mirándolo de arriba a abajo burlona, saliendo del portal y dirigiéndose al coche del hombre— ¿Me dejas conducir?
—No te sabes el camino —se negó él.
—Pero me puedes ir indicando —rebatió ella— ¿O es que le tienes miedo a tu hermanito?
—¿Qué tiene que ver mi hermano en esto? —respondió— A lo que le tengo miedo es a ti conduciendo, ¿No has oído nunca eso de que, mujer al volante peligro constante?
—Menudo machista.— dijo ella con evidente enfado.
—Soy realista, no machista— se defendió — y si no, demuéstramelo —la retó mostrándole las llaves del coche
—Acepto el reto —respondió y seguidamente cogió las llaves— no voy a chocarme con nada, solo porque me cae bien Sergio.
—¿Solo Sergio?— preguntó incrédulo.
—¿Tiene pareja?— preguntó “interesada” obteniendo la mirada incrédula del hombre.
—¿Mi hermano? ¿Pareja? Creo que no sabe ni lo que es eso— bromeó.
—¿Tú crees que le van las mujeres como yo?— preguntó abrochándose el cinturón.
—A ti no te interesa un hombre como él.— respondió enseguida mirándola con el ceño fruncido antes de entrar al coche.
—¿Qué sabes tú de mis gustos?— cuestionó mirándolo ya dentro del coche.
—No me hace falta saber nada de ti, para saber que no puede gustarte mi hermanito— respondió mirándola mientras ella encendía el motor del coche.
—Me ponen los hombres inteligentes —dijo ella con indiferencia— y para asaltar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, hay que ser super...inteligente.
—Yo también se planear un atraco millonario —respondió sonriendo con superioridad— y mejor que tener que estar una semana imprimiendo billetitos.
—¿A si? —preguntó con una sonrisa— Los Campos Elíseos en París, ¿no?
—¿Me has estado investigando o qué? —preguntó mirándola sorprendido — Y no, me refiero a algo muchísimo mayor, algo que nunca se ha hecho.

𝘼𝙏𝙀𝙉𝘼𝙎, 𝘌𝘓 𝘗𝘓𝘈𝘕 "𝑷𝑬𝑹𝑭𝑬𝑪𝑻𝑶" [BERLÍN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora