capítulo 17

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Superman al volar hasta donde se había escuchado la explosión empezó a oir los gritos de varias personas escapandose de los desastres que estaban ocurriendo.
Observaba cómo algunos edificios se encontraban destruidas y en llamas, parecía que era un sueño ya que jamás había visto tanta destrucción.

No tardó en aterrizar en el suelo para apagar el fuego que aumentaba cada vez utilizando su aliento helado con cuidado, pero al estar a punto de terminar con su trabajo pudo escuchar un ruido pesado a lo lejos.

Al mirar hacia un lado pudo ver algo que lo sorprendió y a la vez lo molestó.
Un cibort completamente exacto como el que él había destruido lo estaba mirando, no tenía sentido ver cómo aparecía como si nada cuando ya lo había destruido.
Al notar cómo ésa cosa empezaba a dar unos pasos tranquilos hacia él no tardó en apretar sus puños con fuerza para la pelea que iba a empezar.

Pero al estar a punto de volar hacia ésa cosa y destruirlo con sus propias manos otro sonido pesado detrás de él se escuchó logrando que volteara enseguida y dejarlo sin palabras.
Sus ojos no dejaban de ver cómo otro cibort idéntico lo miraba para empezar a caminar hacia él de manera lenta como dos bestias a punto de atacar a su presa.

- ...no puede ser...¿qué diablos está pasando? - miraba a ambos lados.

Sin esperar más tiempo Superman voló hacia uno de los robots lo más rápido para darle un buen golpe y mandarlo lejos de donde estaba, Pero al hacerlo y girar su rostro para ver detrás suyo fue atacado por la espalda por el otro cibort.
Su cuerpo había sido empujado a una gran distancia dando unas vueltas en el suelo pero no tardó en usar sus piernas para elevarse lo más rápido para volar y empezar a ir hacia ésa cosa antes de que abriera su pecho para mostrar la kriptonita verde dejandolo ya en desventaja.

Los gritos de las personas era lo único que él podía escuchar, la ciudad estaba siendo atacada por robots muy fuertes que él apenas podía golpear con sus puños.
Lo enojaba que esas cosas tengan algo en ellos que lo ponían más indefenso.

No importaba cuantas veces atacaba a uno, el otro aparecía para devolverle el golpe.
Cada vez estaba más herido y peor había sido cuando esas malditas máquinas habían abierto ese sector en su pecho mostrando el cristal que él odiaba.

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Mientras tanto en la mansión Luthor los disparos no cesaban hasta que el empresario había acabado con las municiones, al darse cuenta de éso sintió pánico mientras arrojaba al suelo el arma vacia.
Ya no sabía que hacer mientras cerraba la puerta de la habitación encerrandose y mirando a su alrededor.

Apoyado contra la puerta no tardó en hablar hacia los hombres armados que lo esperaban afuera.

- ¡¿quién diablos son ustedes?!

Fuera en el pasillo los hombres armados dejaron de atacar mientras el líder del grupo haciendo unas señas con sus manos mandó a la mitad a recorrer la casa y buscar a cualquier persona que estuviese ahí.

El hombre que lideraba el grupo se acercó con cautela lo más cerca de la puerta para poder contestar a ésa pregunta mientras unos hombres se preparaban para atacar.

- sólo queremos al niño señor Luthor, no tenemos que seguir atacando...si coopera le aseguro que no le haremos daño...- Luthor no podía calmar su respiración al darse cuenta que ya nada podía hacer.

No tenía municiones, no tenía una salida para poder escaparse...no tenía ni un maldito plan.
Estaba completamente acorralado y éso lo aterraba.

- ¡¡cooperar ni una mierda!!, ¡no pienso entregar nada! ¡¿escucharon?!- miraba a su alrededor.

- No sea estúpido, no tiene a donde huir...hágalo más fácil para usted, ¿acaso quiere morir?

Un Nacimiento inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora