La mejor amiga de Harry Styles [Louis Tomlinson]

Capítulo 1

Cova Atkins

— ¡Cova, baja! ¡Hay alguien que quiere verte! —oí la voz de mi madre que me llamaba desde la planta de abajo.

— ¡Ya voy mamá! —le contesté mientras me levantaba de mi cama, dispuesta a bajar. 

Me encontraba bajando las escaleras cuando pude ver cerca de la puerta a un chico de espaldas. Pude reconocerlo de inmediato gracias a su altura y a su característico pelo rizado.

— ¡Hazza! —grité corriendo hacia él y saltando encima suyo para abrazarlo. Debido a esto ambos caímos al suelo y comenzamos a reírnos por ello.

— Un día de estos me vas a matar —se quejó él poniendo cara de corderito. 

— No seas exagerado Hazza, con ese culo que tienes seguro que has amortiguado la caída —argumenté sacándole la lengua.

— Mira que no vienes conmigo a Londres, ¡eh! 

En cuanto terminó de decirlo ya me encontraba levantándome del suelo y ayudándole a él a hacer lo mismo.

— Eso es chantaje Styles —me quejé—, sabes las ganas que tengo de ir.

— La próxima vez no te burles de mi culo y yo no tendré que chantajearte —me contestó serio para segundos después empezar a reírnos los dos.

— Te he echado de menos enana.

— Yo a ti también, hacía mucho que no nos veíamos —afirmé—, y te he dicho que no me llames enana, solo me sacas 5 meses.

— Vale, enana —contestó, a lo que yo le di un golpe en el brazo.

— Voy a cambiarme y salimos a dar una vuelta, ¿vale? —le informé—. Tenemos que ponernos al día, han pasado 4 meses desde que empezasteis el tour —agregué para acto seguido subir a mi habitación a cambiarme.

En cuanto entré me dirigí hacia el armario y lo abrí, pensando en lo que podría ponerme. Estábamos a principios de junio, pero el tiempo de Inglaterra en primavera podía pasar de hacer sol a llover en un abrir y cerrar de ojos. 

Finalmente me decidí por unos pantalones pitillo negros y una camiseta blanca de manga corta con estampado de flores. Una vez cambiada me recogí el pelo en una coleta y me calcé mis Vans negras, no sin antes coger mi chaqueta vaquera por si refrescaba. Bajé de nuevo las escaleras y me despedí de mi madre con un beso en la mejilla y avisándole de saldría un rato con Harry y que no sabía a qué hora volvería.

Una vez en la calle nos dirigimos a un parque que había cerca de mi casa mientras íbamos hablando y poniéndonos al día. Una vez llegamos nos sentamos cada uno en uno de los columpios y seguimos nuestra conversación.

— ¿Has recibido ya la contestación del Conservatoire for Dance and Drama? —preguntó él cambiando de tema.

— Aún no, debería llegarme mientras esté en Londres contigo así que les he dado tu dirección, espero que no te moleste.

— No, tranquila —contestó él con una sonrisa.

— Estoy un poco nerviosa, no solo por eso, sino también por conocer a tus amigos —confesé.

— No estés nerviosa, seguro que te cogen, te he visto bailar y eres muy buena —me animó— y ellos son muy majos, están un poco locos, pero son majos —contestó a mi declaración—. Además, ellos están deseando conocerte, aunque no te lo creas, les he hablado mucho de ti —agregó, haciendo que me pusiera roja.

— Que vergüenza Hazza, son cuatro chicos mayores, además de ser muy guapos y unas estrellas mundiales, no voy a saber qué decir cuando los vea —le contesté dirigiendo mi mirada hacia el suelo.