Capítulo 4: La Crueldad es algo Natural.

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-- ¡Corre, maldita sea, corre! -- Gritaba Agustín, parado en la puerta de una sala. -- ¡Te van a cerrar el paso, por Dios! ¡Apurate! -- Le ordenaba a la chica, que ya iba llegando. Ella corría lo más rápido que podía, no lograba acelerar más.
La chica logró llegar por los pelos. Casi al instante luego de que entró, se comenzaron a escuchar los golpes que daban los zombis a la puerta, desesperados por entrar. Apilaron mesas, sillas y todo lo que encontraron para cerrar el paso definitivamente, y mientras hacían esto discutían.
-- ¡Por Dios, Dominique, como se te ocurre retroceder!. -- Le recriminaba el, mientras tapiaban la puerta. -- ¡Pusiste en peligro vida, y de pasada la mía también! -- Le gritó encolerizado, mirándola a los ojos.
-- ¡¿Y que querías que hiciera?! -- Le contestó ella con los ojos llenos de lágrimas. -- ¡Dejamos a ese chico tirado allá!. ¡Permitimos que muriera!.¡Ni siquiera te inmutaste! -- Terminó mirándolo con odio.
-- ¡Velé por mi propia vida!. ¡Y agradece que te esperé en la puerta! ¡Perfectamente podría haber cerrado! --
-- ¡Eres un asqueroso! --
-- ¡Soy un superviviente con inteligencia, una cosa que parece que a ti no te sobra! --
Dominique no respondió. En lugar de eso, solo arrojó una silla muy lejos y se fue a un rincón. Se sentía culpable.
Agustín terminó de tapiar la entrada. Luego, se tiró en el suelo. No sentía pena por Dominique, pero sabía que tenerla como enemiga no le convenía. Decidió que la dejaría sola. Tenía que pensar como salir de ahí, ya que la mayoría de los zombis estaban en su puerta, y los demás por alrededor. Solo tenían agua, y no duraría mucho. Tenía que pensar en algo rápido.
*     *     *
-- ¡No estamos solos! -- Exclamó Nicolas, sonriendo. -- ¡Gritemos para que sepan que estamos aqu...--
Sus palabras fueron cortadas por Patricio G., que lo hizo callar.
-- ¡No, hombre, no podemos hacer eso! -- Le dijo con la intención de que pareciera que le gritaba, pero en voz baja, -- ¿Escuchaste el sonido de algún arma, o algo?, está claro que no son militares o algo así, sino gente normal que estaba escapando. Lo que tenemos que hacer es aprovechar que atrajeron a los zombis y escapar. -- Al decir esto, miró a Annais buscando su apoyo. Esta lo único que hizo fue suspirar.
-- Puede sonar frío, pero creo que él tiene razón. -- Intervino Reachel, que hasta ese momento se había mantenido al margen. -- He estado mirando por la ventana, y me di cuenta de que los zombis se fueron todos contra la biblioteca. Supongo que los que gritaban entraron ahí. Tenemos la cancha despejada para escapar. No creo que debamos desaprovechar esta oportunidad.-- Dicho esto, miró a Annais. Era la líder. La seguirían a ella.
-- Entonces... -- Habló ella, mientras pasaba su mirada por encima de todos -- Entonces tomen sus armas. Vamos a salir de aquí. --

Apocalipsis en el ColegioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora