Parte 7: Me debo conformar contigo.

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-¿Un reemplazo?..-preguntó Laito con burla.

Pero en el fondo sabía que su hermano tenía razón.

-Vamos Laito, no intentes ocultarlo, esa chica es solo un reemplazo.-dijo mientras se ponía de pie.- Pero ella te odia así que no creo que le moleste saberlo de todos modos..-mencionó antes de caminar para retirarse.

Laito se había quedado solo en la sala, pensativo ante las palabras de Ayato, tal como dijo, a Adele no le molestaría para nada saber que es un reemplazo, Laito no tenia mucho tiempo conviviendo con ella y esta ya le tenia un miedo y un odio muy grandes.

Eso también le molestaba. Que se resistiera le encantaba, verla sufrir y llorar, pero, el en fondo le irritaba, no podía dejar de pensar en lo mucho que quería que esa fuera Yui, y que Yui mas bien quisiera sentirlo. Pero no era ni Yui ni consentimiento.

Era Adele y de verdad odiaba que la tocara.

-Bueno...puede que tenga razón.

...

los días pasaban, Laito no cambió su actitud, es más Adele notaba cada vez mas oscuridad en los actos del joven, ese tono juguetón en su voz no era tan alegre como solía ser al inicio, cosa que le preocupaba, sentía que en cualquier momento el se volvería completamente loco y solo la mataría de una buena vez, incluso Yui así lo sentía.

Adele estaba sentada en el sofá, mirando sus manos sobre sus piernas, mismas que tenían marcas de cuerdas esa vez que Laito se hartó de ella y termino amarrándola a la cama con fuerza.

-No se que le sucede, el ama que se resistan pero...no entiendo por que cuando tu te resistes se molesta tanto..

La pelinegra recordó aquellas palabras proviniendo de la preocupada rubia que la encontró tirada en la ducha, con la ropa cubierta de su propia sangre debido a las múltiples mordidas que dejó en todo su cuerpo un día.

Soltó un pequeño suspiro.

-¿Que haces ahí?..-de pronto una masculina pero dulce voz llamó la atención de Merci.

La joven alzó levemente la mirada encontrándose  con Kanato, el sostenía a su pequeño oso de peluche y la observaba extrañado, era muy raro para el encontrarla, siempre Laito la tenia con el y cuando no era así ella solo se encerraba en su habitación.

-Oh, hola Kanato..-saludó.- Yo, solo quería sentarme aquí un rato pero..si te molesto puedo retirarme..-mencionó intentando sonar amable.

-¿Eh?..¿Por qué harías algo así?..¿Acaso también me temes?..-interrogo ladeando ligeramente la cabeza.

En realidad ella le temía a todos en cierto punto, menos a Ayato pues sabía que el jamás le haría algo debido a su "relación" con Yui.

-N-No es eso..solo no quiero molestar..-respondió un poco apenada.

Kanato frunció ligeramente el ceño y se acercó a ella, haciendo que Merci alzara mas la mirada para observarlo bien.

-Si no dije que me molestas entonces te iras por que no quieres verme...¿No es así?..-pregunto con la voz un poco mas grave que antes.

La pelinegra sintió un fuerte escalofrío en toda su espalda y tragó saliva nerviosa, no conocía bien a Kanato por lo que no tenía idea de que podía llegar a hacerle.

-No no es es-

-¡Callate!..¡¿Acaso te pedí que hablaras?!.-Exclamó molesto tomándola con fuerza del cuello para apretarlo.

Adele lo miró sorprendida y aterrada, ella era mas alta que el, sin embargo, la fuerza que el poseía era increíble, no podía poner resistencia, lo intentaba tanto como podía pero era completamente inútil.

Cómo corromper.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora