Cómo corromper.

Parte 5: ¿Donde esta mi hija?

Merci había despertado nuevamente en la cama donde estuvo desde el inicio, por el silencio y lo oscura de la habitación se dio cuenta que era de noche, se sentía sola y abandonada, tanto que sintió una fuerte presión en el pecho, esa sensación de estar en un lugar ajeno, con nadie conocido o de su familia en el lugar era aplastador y la asfixiaba, se sentía con mucha ansiedad, miedo y vació.

En ese momento un par de golpecitos se hicieron presentes en la puerta llamando inmediatamente la atención de la joven quien rápidamente se levanto de la cama, claro, estaba muy alerta, no quería otra visita de esos hermanos, sin embargo para su suerte quien había entrado era Yui, quien al verla despierta suspiro aliviada y entro a la habitación.

-Permiso..-anuncio mientras entraba a la habitación.

Adele suspiro aliviada al ver a su amiga y bajo un poco la guardia, sin mas, se sentó en la cama con la mirada en el suelo, Yui se sentó a su lado y coloco sus manos sobre el hombro de ella para brindarle apoyo.

-Lamento mucho que estés involucrada con ellos...-dijo en voz baja, igualmente con la mirada baja, lucia aun angustiada.

-..No es tu culpa linda, ni siquiera es culpa de mi madre...ella no tenia idea..-menciono sin ánimos.

La rubia sabia perfectamente que tenia razón, nadie aquí tenia la culpa mas que el padre de los hermanos al decidir por su cuenta el destino de una joven que no tenia nada que ver con el. Adele sentía miedo en cada segundo que estaba en esa mansión a pesar de solo haber llegado hace unas horas, se sentía sola por completo, aun si Yui estaba con ella, al ser una chica tan apegada a su familia, sentir que no estaban ahí, y que tal vez jamas los vería le rompía el corazón.

-..¿tu..como llegaste aquí?..-interrogo de pronto Adele.

La contraria volteo a verla, sabia que ya no tenia sentido ocultarlo si su amiga se encontraba en la misma situación.

-Mi padre...según me dijo..que había ido a un viaje y que me quedaría aquí hasta su regreso..pero al parecer todo eso era mentira..no lo he visto en mucho tiempo y creo que no lo volveré a ver..ninguno de los hermanos me dice donde esta realmente, solo se que...-dicho esto apretó su puño contra su pecho.- Pasan cosas muy extrañas aquí...yo...podría decirse que estaba destinada a llegar a este lugar...-menciono volviendo a bajar la mirada.

-..¿Destinada?..¿A que te refieres?..-interrogo confundida al oír aquella palabra.

-Bitch-chan..¿no crees que es demasiada información por ahora?..-de pronto una voz heló a ambas jóvenes quienes voltearon a ver al joven que estaba sentado en una silla frente al peinador de la habitación.

Yui frunció el ceño levemente, mostrándose algo preocupada y arrepentida, aunque para empezar no tenia idea que no podía hablar de ese tema hasta ahora.

-..Laito..-solo pronunció su nombre y se puso de pie.

-Hola bitch-chan..¿acabaste de molestar a la conejita o quieres continuar?...-pregunto engrandeciendo esa perversa sonrisa, pero con una mirada relajada, casi como si con ese gesto retara a Yui.

La rubia negó levemente con la cabeza y comenzó a jugar con sus manos apenada, mientras tanto Adele se puso también de pie.

-Creo que la pequeña conejita debe conocer el resto de la mansión..¿no crees?..-dijo mientras se levantaba y caminaba hacia ella.- Ponte algo lindo..anda..-ordeno de forma suave.

Merci desvió la mirada hacia Yui como si le preguntara de algún modo que debía hacer, y Yui le respondió igual con un leve gesto "Adelante". No era buena idea desobedecer a ninguno de los hermanos y menos a Laito pues parecía tener un pequeño capricho con la pelinegra.