01

7.7K 427 56
                                    

-¿Como te fue en el primer día? - me preguntó Chris una vez estaba lo suficientemente cerca de él para poder hablar. Estaba apoyado sobre la pared del muro que separaba mi casa de la calle esperándome como solía hacer cuando tenía que volver tarde a casa.

-Bien, solo entramos dos chicas este año. Yuqi parece ser muy amable, seguro nos llevamos bien - expliqué apoyando mi peso sobre el muro a su lado.

-¿Y tuviste algún problema con los hombres? - no era por celos la pregunta, solo que Chris se había preocupado por mí desde hacia ya 3 años y me cuidaba como si fuese su hermana menor.

-No, Changbin y Seungmin no se separaron de mí así que no tuvieron la oportunidad de molestarme. Y conocimos a un chico llamado Yukhei que estaba solo así que lo incluímos en el grupo...- sonreí mientras me imaginaba una graciosa situación que me hubiese gustado que haya pasado-. Hubiese sido gracioso haber pateado unos testículos el primer día.

-No tienes remedio - rió y acarició mi cabeza con su enorme mano.

Ese día había empezado la carrera para ser policía junto a unos amigos de Chris con los que iba durante el secundario. Como Chris me había presentado esa semana en la que nos habíamos hecho más cercanos, consideraba a ese grupo de chicos mis amigos más cercanos.

Chris, Minho y Jisung eran unos fanáticos del boxeo desde ese entonces y estaban entrenando para ser boxeadores profesionales, mientras que por otro lado Changbin y Seungmin empezaron conmigo la carrera para ser policías.

Aunque tuviese una muy buena relación con todos ellos y además pasará tiempo con mi grupo de amigas, nada se comparaba a mi amistad con Chris. Siempre le estuve agradecida por haberme ayudado ese día y por haberse convertido en mi mejor amigo y mi hermano mayor.





Estaba volviendo de la casa de Soyeon, ya era tarde y ella me había pedido que le mandara un mensaje cuando llegara sana y salva a mi hogar. Había pasado cerca del mercado que quedaba a solo unas cuadras de mi casa, pero las calles estaban oscuras y ya no había nadie caminando.

Aceleré el paso y doblé en la esquina. Ya solo estaba a dos cuadras cuando comencé a sentir unos pasos apresurados detrás mío. Volteé disimuladamente y pude notar por el rabillo del ojo que un hombre, bastante más grande que yo, además de que seguramente me duplicaba en fuerza.

Para mi alivio, un chico que usaba mi mismo uniforme y que su rostro me era familiar estaba caminando para mi dirección del otro lado de la calle.

Crucé rápidamente la calle y me acerqué a él, esperando que por favor entendiese la indirecta.

-¡Taeyong! ¿Cómo estás? - dije el primer nombre que se me había ocurrido al no saber su nombre real en un tono exageradamente alto, lo suficiente para que el hombre pensara que ese alto y musculoso chico era mi amigo.

Él joven me miró extrañado al ser llamado por otro nombre pero al ver ese hombre sospechoso entendió en menos de dos segundos y me abrazó con un brazo mientras seguíamos caminando como si realmente nos conociéramos.

-¡Hola! Que sorpresa verte por aquí - imitó mi tono de voz y ambos notamos que el desconocido siguió caminando menos apurado. Una vez dobló la esquina suspiré e hice una reverencia al chico en señal de agradecimiento.

-Muchas gracias, me salvaste - levanté mi cabeza y estudié más detenidamente su rostro.

Sus ojos eran oscuros, su nariz grande y sus labios bastante carnosos. Su cabello estaba teñido de rubio y era medianamente alto, con sus hombros anchos y se notaba que su cuerpo estaba bastante trabajado.

-De nada, no deberías caminar sola tan tarde - me recomendó y al darse cuenta que teníamos el uniforme del mismo instituto me miró atentamente-. Oh, eres Soojin, ¿verdad? Soy Chris, estoy en el otro curso.

-Oh, sí, te conozco. Que suerte haberte encontrado - suspiré y noté como mi cuerpo había estado tenso hasta ese momento, comenzando a tratar de relajarlo.

-Ven, te acompañaré hasta tu casa - se ofreció y comencé a negar con la cabeza pero me interrumpió-. No sabemos si ese hombre sigue por aquí y no pienso dejarte sola.

-Bien. Gracias, Chris - y comenzamos a caminar juntos sin saber que luego de eso nos convertiríamos en mejores amigos.

boxer » bang chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora