Luego de un mes de su regreso a la Mansión Ardley de Lakewood, la hora de partir a Londres llegó para Candy y el resto de los miembros del Clan Ardley.
Pensar que estaban a una semana de noche buena y a dos del fin de año, entristeció a la joven rubia hasta lo mas profundo de su ser, ya que sería el primer año que estaría lejos de su querido Hogar de Pony, sus dos madres amadas y los chicos del Hogar.
—¿Por que estas triste Candy? —Anthony se acercó a ella que se encontraba sujeta del barandal del enorme transatlántico observando como familias enteras se despedían de sus seres queridos.
—Es la primera vez que estaré ausente del Hogar de Pony en noche buena y fin de año —respondió Candy al borde de las lágrimas.
—No estés triste, sonríe, —Anthony la tomó por los hombros —recuerda que eres más linda cuando sonríes que cuando lloras.
Candy esbozó una leve sonrisa, era la segunda vez que Anthony le decía aquella frase que escuchó por primera de labios del Príncipe de la Colina. Cuando lo hizo la primera vez que lo vio a la entrada del portal de las rosas, ella creyó que Anthony y el Príncipe de la Colina eran la misma persona, pero descartó la idea el día que él sufrió aquel aparatoso accidente, tras preguntarle si alguna vez había estado en la colina, pudo ver la turbacion en la mirada de Antohony ante su pregunta, le prometió entonces que algún día lo llevaría, pero lamentablemente no fue posible hacerlo.
—Estoy seguro que tus madres estarán feliz a tu regreso cuando te vean convertida en toda una dama de sociedad —Anthony trató de levantarle el ánimo con aquellas palabras.
—Una dama de sociedad —musitó Candy con una leve sonrisa —se convertiría en una dama de sociedad por Anthony. Quería que él se sintiera orgullosa de ella. Si, pondría todo su empeño en cumplir aquella meta, el apuesto chico junto ella, creía en ella y ella se esforzaría para no defraudarlo. Solo esperaba que las cosas no fueran tan complicadas como imaginaba.
—Ven, vamos al interior del barco, para que te acomodes en tu habitación y descanses un poco, han sido muchas horas a borde del tren que nos trajo desde Chicago a New York, asumo que estas exhausta.
Candy asintió, y sintiéndose un poco mas relajada, aceptó el brazo extendido de Anthony y juntos se alejaron de la proa del Mauretania.
—Esta es tu habitación —señaló la puerta frente a ellos —está de enfrente es es la mía, la que se encuentra a tu derecha es la Stair y la de la izquierda es la de Archie.
—¿Y cuales son las habitaciones de Elisa y Niel?
—Las dos últimas del pasillo —respondió Anthony —los chicos y yo nos aseguramos que el Tío Abuelo les reservara las habitaciones mas alejadas a las nuestras, ha sido suficiente con tolerarlos durante este último mes como para encima soportarlos dos semanas mas en alta mar ¿no te parece? —Anthony le guiñó un ojo.
Candy se echó a reír ante sus palabras. En el fondo estaba realmente agradecida de no tener cerca a los hermanos Leagan, deseaba tener un poco de paz durante las dos semanas que duraría el viaje desde el puerto de New York hasta el puerto de Southampton en Londres.
—Descansa un rato Candy, pasaré por ti en la noche para que vayamos juntos al comedor.
—Gracias —musitó la joven antes ingresar a su habitación y cerrar la puerta tras de si.
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¿Señorita Ardley o Señorita Pecas?
FanfictionLuego de conocer a un joven rebelde cabellos castaños a quien creyó no volvería a ver, Candy se verá en un gran dilema. Tendrá que decidir entre ser Señorita Ardley o Señorita Pecas ¿Que creen que elegirá? Acompáñame en esta aventura y descubramos j...