¿Señorita Ardley o Señorita Pecas?

Capítulo XI -Final

Anthony daba vueltas en su cama, su conciencia no lo dejaba tranquilo. Lo que había hecho no era honorable sino vil y menospreciable. ¿En que momento se dejó convencer por Elisa? —¡Dios! ¿Que había hecho? ¿En que clase de persona se estaba convirtiendo? —Sus primos tenían razón, se había dejado influenciar no solo por Elisa, sino también por Niel. Aquello era una aberración. ¡Por Dios! él odiaba el comportamiento miserable de los hermanos Leagan y ahora, estaba haciendo exactamente lo mismo. Si bien era cierto que quería a Terrence fuera de su camino, ser partícipe de aquel vil plan no era la manera correcta de hacerlo.

Se puso de pie. Necesitaba impedir que  aquello sucediera. Volvería a ser el mismo de antes y lucharía como un caballero por el amor de Candy.

****************

Elisa celebraba el triunfo que tendría esa noche, si todo salía como había  planeado, no solo aquel idiota Inglés sería expulsado sino aquella moza de establo.

—Aun no puedo creer que Anthony haya accedido a ayudarte. No cabe duda que los celos son muy mala compañía, mira que no importarle que Candice saldrá perjudicada también.

—Anthony no tiene idea que esa maldita moza de establo caerá en la trampa. Le hice creer que Terrence será el único perjudicado.

—¿Como? Creí que la nota que deslicé bajo la puerta de Candice era precisamente una supuesta invitación de parte de Terrence para que se encontraran esta noche.

—Y así es mi querida Luisa, solo que Anthony no sabe ese pequeño detalle, de lo contrario jamas me habría ayudado a deslizar la nota bajo la puerta de Terrence, él no tiene ni la menor idea que la nota es una supuesta invitación de esa mugrosa huérfana, Anthony cree que la nota es una invitación que Niel le hace al idiota ese —Elisa rió saboreando su victoria —Le dije que Niel se encargaría de preparar todo en el establo y que yo me encargaría llevar a la hermana Grey para que encontrara a Terrence con todas las botellas de licor las cuales serían una prueba irrefutable de su mal comportamiento y rompimientos de las normas del Colegio —Elisa rió.

—¿Botellas de licor? —Eres terrible Elisa —Luisa se unió a su risa

—Esta noche, voy a deshacerme no solo de ese arrogante Inglés sino también de la sucia hospiciana.

—¿Y como le explicarás a Anthony la presencia de Candice en el establo junto a Terrence?

—Le diré que descubrió lo que tramábamos y que vino a exigirme donde estaba Terrence para prevenirlo —se encogió de hombros —Anthony me creerá porque dejaré salir unas cuantas lágrimas.

—Espero todo salga como lo has planeado, recuerda lo que te dijo la hermana Grey cuando acusaste a Candice y a Terrence hace unas semanas.

Luego de la fallida acusación en contra de Candy y Terrence, la hermana Grey ademas de aplicarle un castigo le había advertido que una falta mas y lo lamentaría, que no toleraría calumnias en contra del hijo de un alto Noble Inglés. Pero la maldad de Elisa no tenía límite y estaba dispuesta a correr el riego ya que estaba segura que su plan funcionaría sin saber sin saber que alguien detrás de la puerta había escuchado todo. Su malévolo plan estaba a punto de irse por la borda y si eso sucedía todo se volcaría en su contra.

—Así será Luisa, esta vez no fallaré —dijo apretando la mandíbula —En veinte minutos debemos ir con la hermana Grey y ponerla al tanto de todo —la miró a los ojos —sabes lo que tienes que hacer ¿verdad?

—Por supuesto.

—Bien, Niel llegará después para dar mayor veracidad a mi acusación.

—¡Dios mío! Tengo que hacer algo, no puedo permitir que se cometa una injusticia. No —negó con la cabeza —no seré cómplice de algo tan monstruoso.