Capítulo VI

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Candy repetía algunas frases en Francés, mientras caminaba despreocupadamente,  por el sendero que la llevaba a su lugar favorito de receso.

—Vaya vaya, pero a quien tenemos aquí, si es la huérfana de la casa Pony. Dime mugrosa, ¿dónde dejaste a Anthony?

Candy ignoró las palabras ofensivas de Niel. Sabía que era una perdida de tiempo tomarlas en consideración.

—¿Que quieres Niel?.

—Con una mugrosa como tú —dijo mirándola despectivamente —nada, eres tan poca cosa como para llamar mi atención.. —Aunque pensándolo bien, podemos divertirnos un rato contigo  —hizo una señal y dos chicos salieron de detrás unos árboles

—Eres tan cobarde que no eres capaz de hacer las cosas por tu cuenta y necesitas de otros dos cobardes como tú para atacar a una sola chica —Candy rió —Ya te habías tardado en molestarme.

—Vamos muchachos —Niel animó a sus amigos para que la atacaran. —vamos grita todo lo que quieras, que igual Anthony no va a escucharte, está  tan ocupado con mi hermana como para perder su tiempo en venir a salvarte como siempre lo hace.

—Eres un cobarde Niel —Siseó Candy con los dientes apretados mientras tiraban de sus cabellos.

—Este no es un lugar para ti mugrosa huérfana, así que es mejor que decidas por tu cuenta volver a la casa hogar donde perteneces y permanezcas ahi para siempre, no eres bienvenida en la familia Ardley.

—Suélteme, me hacen daño —se quejó la rubia mientras forcejeaba para liberarse.

—Esto es solo el principio del infierno que te espera si decides quedarte en el Colegio —Niel estaba a punto de golpear el rostro de la joven cuando un fuerte latigazo se lo impidió.

—Esa no es manera de tratar a una dama.

Los ojos de Candy se abrieron como platos cuando lo vio saltar desde la rama de un árbol.

—Tu no te metas, que esto no es asunto tuyo, maldito Inglés.

—Lo es desde el momento en que han agredido a una dama frente a mis narices.

—Esta no es una dama, es una mu...

El fuerte puñetazo de Terry impidió que Niel expulsara aquel insulto.

—Mide tus palabras cuando te dirijas a una dama, en mi presencia.

—A él muchachos —Ordenó Niel a sus amigos desde el suelo limpiándose el hilo de sangre de su labio inferior.

Candy movía la cabeza de un lado a otro mientras golpes iban y venían.

—Me las pagaras maldito Inglés —farfulló Niel mientras huía de aquel lugar.

—Gracias por defenderme —Musitó Candy aún impresionada por la destreza de aquel chico.

—Lo hubiera hecho por cualquier chica en peligro —dijo él sacudiéndose el polvo..

—¡Eh! —Candy se le quedó mirando

—¿Que pasa, por qué me miras así, me quieres declarar tu amor pequeña Pecosa? —conozco un buen lugar donde puedes hacerlo —dijo él tocando su mentón.

Candy retrocedió.. —la había llamado de la misma forma que lo hizo la primera vez que se vieron en el Mauretania, "pequeña Pecosa", la recordaba, sabía quien era ella.

—Adiós Pequeña Pecosa —Dijo él riéndose de manera burlona mientras se daba la vuelta.

—Aguarda —Candy lo sujetó  del brazo impidiendo que se marchara.

¿Señorita Ardley o Señorita Pecas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora