Prólogo

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M A R I E   Y   A D R I Á N

1800

En los tiempo del primer imperio, cuando Napoleón fue emperador de aquella hermosa cuidad, las fiestas de máscaras muy de moda en toda Francia fueron bien recibidas por la familia de Marie. E inevitablemente al cumplir los 15 años fue invitada por Lady Dumont a una de ellas. Los protectores de la joven apenas empezando a florecer, no dudaron en aceptar que su sobrina asistiera a tan prestigioso baile prometiendo que ella sería la más hermosa de las flores en aquella primavera.

En aquella época nutrición cultural, artística, ideológica e incluso mágica para Francia, el vestido apretado al torso, suelto en el busto y en la falda les hacía resaltar a todas las damas. Sobre todo el sobrero con múltiples plumas y el cabello con rizos, bucles bien formados sueltos o recogidos en un moño alto.

Marie no fue la excepción. Su tía le otorgó el vestido a la altura de una fiesta como ésa, junto a una máscara bordó con plumas haciendo juego con su vestido del mismo color. Llevaba cubiertos los brazos pero los hombros descubiertos.

Marie con su inusual cabello como la más oscura y azulada noche, su tes clara y ojos de muñeca le hacían ver hermosa. Perfecta. Solía ser el mejor adorno en la casa de su tía, fácilmente podría pasar por una figura de acera o una muñeca de porcelana. Su adorada tía a pesar de amarla no dejaba pasar oportunidad para mostrar sus cualidades, su belleza, y lo buen candidata que era para cualquier hombre que quisiera desposarse.

Dejando a un lado pedestal que le tenía preparado su familia, a la señorita de ojos hermosos y tristes no le atraía la idea de asistir a aquella fiesta. Muchas razones le sobraban para negar aquella invitación a aquél baile donde de seguro más de uno buscaría la oportunidad para cortejarla o hacer cumplidos que a ella de lejos podían llegar a interesarle. Hombres con lujos, dineros...

Boberías.

Aún cuando había rogado no ir y se sentía desprotegida con aquella hermosa pero descubierta vestimenta encima...Ahora se encontraba en medio de una fiesta rodeada por gente de la cual sólo conocía el nombre.

El baile estaba por comenzar y ella evitaba a los caballeros que intentaban ser su pareja de baile u cortejarla a pesar de que ése era el propósito de su tía al haberla enviado: conseguir un buen marido.

A pasos apresurados esquivando a un joven pelinegro de ojos azules, quien desde que llegó no frenaba ni medía sus palabras con forme avanzaban sus provocaciones, tropezó casi cayendo al suelo de no ser por el brazo que se había enganchado a su cintura. Salvando exitosamente a la joven levemente agitada de una vergonzosa caída.

La persona que le había salvado le otorgó estabilidad y ella al fin pudo observarle para agradecerle. Aquel hombre atractivo frente a sus dichosos ojos,  poseía orbes hipnóticos de color verde, cabello dorado, alto y de contextura muy masculina. Su traje negro con pantalones ajustados y saco largo de atrás le hacían ver más elegante y atractivo para la joven que sin notarlo había perdido su antifaz en el suelo.

—Di-discúlpe usted. No veía por donde iban mis pies señor. —

El caballero asomó una sonrisa por sus labios agachándose a recoger lo que había extraviado aquella dama de exquisitos rasgos y vos encantadoramente hechizante e inocente.

—Pasaré por alto nuestro primer encuentro si usted acepta este baile, Madame — Inclinó su cuerpo levemente tomando una de las manos de la joven llevándola a sus labios para dejar un suave beso.

—Por-por supuesto. —Aceptó hechizada por su mirada segura y envolvente, capas de desnudar su alma en un parpadeo.

El joven antes de tomarla de la mano para bailar le colocó el antifaz lentamente, sin dañarla y le susurró de forma atrevida en su oído.—Pero permítame ser atrevido y el único privilegiado en saber la belleza que se oculta tras esta mascara, señorita.

Y llevándola al centro del salón, posó una mano firme en su estrecha cintura, mas con la otra tomó su mano en un suave rose listo para erizarle la piel junto aquella mirada penetrante, tan feroz. En el momento en el que la música comenzó a sonar se desplazaron por la pista con tanta gracia y elegancia que Marie se sintió flotar sobre las nubes. Aquél joven con sus pasos guiando su cuerpo, con su mirada llevándola a un mundo desconocido, le enseñó lo que era protagonizar un inigualable baile cargado de miradas, caricias, pasión, anhelos, sueños jamás imaginados por su mente tan inocente que...

Se dejó envolver entre los brazos del amor.

Mas al terminar el baile ella estaba tan perdida en ése mundo desconocido y nuevo que no pudo hacer nada cuando el joven se la llevó al jardín y tomando su cintura acercándola a su cuerpo fuerte, le besó.

Le besó como nadie lo había hecho, le hizo sentir cosas que nunca nadie razonable llegaría a sentir. Le hizo tocar el cielo sin la necesidad de ser consumidos por la lujuria...fue un simple beso que se grabó en las estrellas como el mejor, y en el simple mundo de los mortales fue un canto a la vida jugando con la muerte.

Al separarse de la joven, Adrián tomó una de aquellas suaves mejillas frías en una de sus palmas.  Susurró—Adrián Francois. Espero volverla a ver, señorita Marie. —Tomando eso como sus últimas palabras se despidió de la hermosas joven, con ganas de más, con su respiración sufriendo irregularidades. Con su corazón cantando que aquello era la sinfonía mas imperfecto y hermosa de todas.

El canto al amor. 

Desapareció por las puertas del salón y Marie cuando pudo reaccionar sintió sus piernas templar. Aquella fue la mejor de las experiencias aunque fuese incorrecto. Más sabía que no le volvería a ver y prometiendo que no le contaría a nadie, con una sonrisa en sus labios se fue a casa.

Por supuesto, en su momento de ensoñación no pensó en porqué el hombre sabía ya su nombre o ni porqué le atraía tanto. Solo los espectadores sabían cuanta era la verdad que latía en su pecho. Solo el destino y la desgracia sabrían cuan incorrecto sería todo aquello.

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¿Qué les pareció?

¿Está bien o en muy cursi?

Soy una persona extrovertida, hago amigos como me lavo las manos, me tomo a chiste todo, no quiero tener una relación(por ahora) me amo lo suficiente como para no querer compartirme con nadie(jjajajajaa) peeeeero: me gusta lo cursi en las historias porque ya no hay tantas historias lindas en la realidad :'c

¿Ustedes como se describirían así mismos y qué les gusta más?

1800 EL IMPERIO DE NUESTRO AMOR ||ADRINETTE||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora