Aprendiendo a amarte™ [Sylas x Ezreal]

Capitulo 8

Ezreal [POV]

Entré a uno de los baños de la academia, abrí el grifo y tomé un poco de agua entre mis manos para luego tirármelo en la cara. Me miré al espejo viendo las gotas de agua recorrer mi rostro.

Toqué el espejo desconociendo la persona que estaba siendo reflejada, como si no fuera yo.

Escuché el sonido de la puerta siendo abierta, tomé un trozo de papel y limpié mi rostro, recobré la compostura, pero sin dejar de mirarme al espejo.

A través del espejo vi como alguien se acercaba a mí, más exactamente...

—¡Por Dios, pero que sexy soy! — Rakan se miró al espejo y empezó a peinar su cabello hacia atrás.

Lo ignoré, terminé de limpiar mi rostro, me miré por última vez en el espejo y salí de ahí.

Las clases terminaron, los pasillos de la academia estaban llenas, todos recogían sus cosas y se disponían a ir a sus casas.

Me apresuré a buscar a Ekko entre la multitud, tenía que al menos decirle por qué no entré a clases, aunque ni yo supiera la respuesta a esa pregunta.

Al fondo divisé al de cabello blanco recostado sobre los casilleros viendo su reloj de mano.

—¡Ekko! —grité para llamar su atención.

Me coloqué junto a él y nos dimos el típico saludo golpeando nuestros puños.

—¡Viejo! ¿Dónde estabas? —este me sonrió.

—Bueno... hoy no me sentía tan bien así que fui a la enfermería y la enfermera me sugirió no entrar a clases.

Ekko acercó su rostro al mío y me miró con el ceño fruncido.

—Estás mintiendo.

Me revolví el cabello y suspiré.

—Supongo que me conoces muy bien.

—Hemos sido amigos desde que tenemos memoria, rubia —dijo como si fuera lo más obvio del planeta.

—No me digas rubia.

—Ok, rubia.

Nos reímos por unos segundos, mientras pensaba en que decirle a Ekko, sabía que a él no le podía mentir, y no solo por el hecho de que miento muy mal, sino porque es mi mejor amigo y el merece saber la verdad.

—Te tengo que contar algo muy importante —mi voz sonó insegura haciendo que Ekko pusiera una expresión seria.

—¿Vamos a un lugar más solo? —preguntó, a lo que yo asentí.

Nos encaminamos hacia uno de los salones vacíos, una vez nos asegurábamos que estábamos solo los dos me dispuse a hablar.

—Yo... siento que me estoy metiendo en algo muy malo, siento que debería parar, pero al mismo tiempo quiero llegar al final —ladee mi cabeza —quizás curiosidad, quizás placer, no lo sé.

—Desde el principio, no entiendo nada.

—Bien, ¿recuerdas que hoy estuve con Evelynn? Supongo que a ti al igual que a Lux te debió parecer algo muy raro ya que es una persona con la que nunca tuve algún tipo de contacto antes y ahora parece que somos amigos.

—Oh si, Lux estuvo acosándome todo el almuerzo haciéndome preguntas sobre eso, ni siquiera probó su comida de lo preocupada que estaba —Ekko me contó con cansancio —¿Acaso estás en algún tipo de relación con ella?

Mi cuerpo se erizó con tan solo imaginarlo.

—¡Claro que no! —dije un poco exaltado — déjame terminar por favor.