Aprendiendo a amarte™ [Sylas x Ezreal]

Capitulo 9

Ezreal [POV]

—Déjame ver si entendí. Básicamente fuiste a tus clases extras con el profesor Sylas y se colocaron a hacer cosas indebidas en el área de práctica, Soraka llegó y los vio a los dos y ahora está traumada —dijo Ekko con rapidez.

—No está traumada —refuté.

Me encontraba en la casa de Ekko, pero esta vez no vine solo, Soraka estaba sentada en la sala tomando un café mientras miraba la lluvia caer por el gran ventanal de cristal. En medio de nuestro caminar una lluvia tan intensa se desató que corrimos a la casa más cercana, en este caso la mía o la de mi amigo que estaban literalmente al lado, pero quería a alguien que me apoyara y acompañara en esta situación.

Los dos miramos a la chica que se encontraba con la mirada perdida no haciéndole caso a nada que esté a su alrededor.

—Bueno, si está un poquito traumada, ¡pero no fue mi culpa! —alcé un poquito la voz —¿Cómo iba a saber que ella iba a entrar?

—¿Y cómo iba a saber ella que su profesor está casi teniendo sexo con un alumno?

Abrí la boca para responder, pero no pensé en nada, Ekko ganó la discusión.

—El caso es que hay que hablar con ella sobre esto y que no le diga a nadie —tomé a Ekko por los hombros — ¡A nadie!

Este asintió y tomó un tazón con palomitas para irnos a sentar con Soraka.

Cuando sintió nuestra presencia salió de su ensoñación, se ruborizó por completó y fijó su mirada en su café.

—Si quieren puedo irme, tengo una sombrilla en mi mochila —Soraka dejó el café en la mesita y abrió su mochila.

Rápidamente Ekko paró su movimiento.

—Tranquila, puedes quedarte, además mira el diluvio que está cayendo, una simple sombrilla no te protegerá de eso.

Ella asintió volviendo a mirar por el ventanal, se formó un silencio incomodo entre los tres en el que solo el sonido de la fuerte lluvia y uno que otro relámpago se escuchaba.

—Yo... no diré nada Ez —finalmente Soraka hizo contacto visual conmigo mostrándome una mirada seria, pero tierna a la vez —Para empezar, yo no debí entrar así, sin preguntar si había alguien.

Estaba claro que se estaba echando toda la culpa de lo sucedido cuando no fue así.

—Escucha, tu no tuviste la culpa de absolutamente nada, fue un grave error el que cometí y no sé cómo recompensarte, realmente te hice pasar un muy mal rato.

Me disculpé haciendo una reverencia y casi arrodillándome ante Soraka. Inmediatamente ella se paró haciendo que me levantara con mucha vergüenza.

—Está bien, no hay de que disculparse, supongo que estas cosas pasan — tomé asiento de nuevo al igual que ella.

El silencio volvió, aunque era menos incomodo, los rayos aumentaron y la lluvia se escuchaba aún más fuerte.

—¿Te... gusta el profesor Sylas? —Preguntó mirándome con seriedad.

La mirada de Ekko y Soraka sobre mí me ponían nervioso sobre todo si hablamos de este tema tan vergonzoso.

—Yo... no lo sé —respondí con total sinceridad.

—No quería preguntarte esto porque pensé que, si hacías eso con el profesor Sylas, eso significaba que lo amabas, digo... las personas hacen ese tipo de cosas cuando sienten amor mutuo ¿no?

Miré a Ekko con cara culpable, yo no sé mucho de estas cosas del sexo y el amor, pero sabía que lo que decía Soraka era muy inocente.

—A veces las cosas no son así, creo — empecé a balbucear cosas sin sentido tratando de explicarle a Soraka, pero creo que ni yo entendía.