—¡Mierda y más mierda! ¿¡Cómo es posible que vaya tarde otra vez!? —exclamó, sabiendo muy bien que fue mi culpa por relajarme tanto.
Tomo lo primero que encuentro y mi mochila, salgo de la casa lo más rápido que dan mis pies para coger el último autobús que me lleva al colegio. Al llegar veo los pasillos vacíos y busco mi salón rápidamente, abro la puerta y veo que el profe ya ha llegado, busco a alguna persona cerca y encuentro a Nico.
—Psss Psss...Nico —susurro despacio para que no me escuche el profe. Voltea hacia mí e intenta contener la risa por mi llegada tarde.
—Yo lo distraigo —susurró de vuelta —Profe tengo una duda, usted es alérgico a las abejas, ¿cierto?
—Sí, cómo lo sabe joven.
—Oh, es que usted lo mencionó una vez, pero es para decirle que hay una detrás de usted.
—¿¡QUÉ!?
Empieza a agitar las manos y dar vueltas como un loco, me aguanto mi risa como mis demás compañeros y corro a mi asiento, el señor Thomas sigue dando vueltas hasta que Nico le dice que ya se fue.
—Gracias, señor Andrew. Me pongo súper hinchado y no puedo respirar.
—Lo entiendo —dice con su cara seria, luego me mira susurrando "me debes una" volteo los ojos y saco todo lo que tenga que ver con ciencias.
Después todo transcurre con normalidad, pero me siento un poco fuera de lugar y estoy mucho más distraída de lo común, mis amigos lo notan. Ellos pasan preguntando si estoy bien o cosas así, me gustaría decirles que me encuentro así por los párrafos leídos anoche como también del sueño extraño que tuve, intento mostrar mi mejor cara para que no piensen que me pasa algo fuera de lo normal.
—No se preocupen, estoy bien.
(...)
La semana se pasa rápido, ya es viernes. Mañana tengo que presentar mi parte, pero desde entonces no he vuelto a tocar el libro y los sueños raros no han aparecido, quiero pensar que ese libro es la causa del problema. Podría decirles a mis amigos que creo que el libro está maldito, pero como una adolescente promedio de dieciséis, casi de diecisiete años, no enfrentaré el problema y solo lo ignorare creyendo que no me afecta.
Así que el mismo viernes al llegar a casa después del almuerzo, me reposo, hago mi rutina de ejercicio. En la noche después de bañarme decido dejar mis extraños presentimientos y empezar a leer otra vez, busco la página donde lo dejé, pero al ver que son demasiadas, mi momento de procrastinar sale a la luz por lo que decido leer los escenarios más importantes y que la gente aburrida de mi salón le interesaría.
"El emperador está organizando una competencia para escoger a la próxima emperatriz. Cualquier mujer de Egipto estaría extasiada si fuera sólo seleccionada, sin embargo, al ver ese papiro en mi mesa donde dice que he sido escogida para competir por el trono la emoción nunca llega.
No tengo deseos de regir un país entero, apenas puedo manejar mi provincia, no deseo al príncipe. Solo quiero vengar la muerte de mi madre y luego descansar a su lado en el más allá.
Pero no se puede rechazar al emperador. El día que me presente ante el príncipe, en esa misma noche se celebra un importante baile lunar en Azar, una fecha especial para mi madre. Era un día de luto en mi vida, así que cuando me tocó escoger un vestido opte por el que más me cubría, deje que me hicieran el peinado más sencillo y no tome joyas. Me veía muy humilde para ser una hija de Azar, pero me sentía muy triste para poder relucir la belleza que me recordaba a mi madre. Así que me deshice de todo lo que me recordase a ella.
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La Maldición Del Príncipe De Egipto © [✔]
Teen FictionAva y su grupo de amigos viven vidas normales de adolescentes hasta que por eventos extraordinarios y fuera de la realidad son llevados por un misterioso medallón al antiguo Egipto, donde se encontrarán con situaciones que cambiarán sus vidas para s...