10. OT 2020 (1)

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Todo parecía perfecto entre Anaju y yo. Hasta que todo se truncó. Aun sabiendo que nuestra amistad era imposible, Eva y yo decidimos intentar volver a ser amigos, yo lo intenté, pero era imposible y ella me lo dejó claro en una de esas conversaciones que tuvimos.

- Reconciliación? Amigos otra vez? - le pregunté

- Hugo, tú y yo nunca podremos ser amigos - y razón no le faltaba. Y aun así yo decidí seguir forzando algo imposible. Porqué a pesar de que pasaba horas y horas pensando en Anaju, me gustaba tener la atención de Eva, y sobre todo, tenerla solo yo.

Todo siguió igual hasta que llegó la nominación, la nominación que me enfrentaba con Rafa. Esa semana saltó todo por los aires. Ante el miedo de poder salir de la academia volví a tontear con Eva, todavía no entiendo muy bien porqué. Ese acercamiento fue a escondidas, nunca pretendí herir a Anaju y a Rafa, porqué nunca pretendí que eso fuera a más. Anaju seguía siendo mi prioridad, pero tuve la necesidad de volver a ese tira y afloja con Eva.

Esa semana Anaju me rechazó, la noche antes de esa gala me rechazó. Sí, fue en esa famosa noche, la del 29F, la de los limones pochos, donde Anaju empezó a construir unos muros que parecían infranqueables. La situación hacía tiempo que se nos había ido de las manos y ella fue la única que pensó en Aurora y en el daño que le podíamos estar haciendo. Me pidió que esperará y por un momento yo pensé en esperarla. Pero minutos antes de la gala todo cambió.

Me sentía fatal por haberme sentido celoso de mi amigo, por haberlo intentado separarlo de Eva, cuando mi única intención con ella era física. Quise solucionarlo todo antes de irme, porque estaba seguro que el expulsado era yo, así que antes de la gala decidí contárselo todo en las famosas duchas y como me lo pagó él? De la peor forma. Minutos antes de salir a plató Rafa se acercó a Anaju, la abrazó, le cogió la cara con las dos manos. Parecía que iba a besarla, y lo peor de todo, Anaju le siguió el juego. Sé que suena absurdo que me queje de esto cuando yo nunca paré el juego con Eva cuando Anaju era mi prioridad y además tenía novia fuera, pero tenía 20 años y no pensaba con claridad. Ese pequeño momento sucedió delante de Eva y delante mío y a Eva la hundió. Ella estaba loca por Rafa, pero todas sus inseguridades volvieron de golpe. Él expulsado esa noche fue Rafa y me vi en la obligación de proteger a Eva.

Juro que en un primer momento yo sólo quise protegerla, pero Anaju se había distanciado de mí, esa escena con Rafa me quemaba por dentro y Aurora parecía que había desparecido, así que volvimos a caer en ese juego. Y yo probablemente lo forcé. Le dije a Eva que para Rafa no era igual de importante, que muy probablemente ya había vuelto con Isa, y que no le esperaría, para ganarme su cariño, para volver a ser yo su persona especial, pero en realidad nunca llegué a serlo. Nuestra relación siempre se había basado en el contacto físico y yo quise ese contacto de nuevo. Quise probar esos labios que habían probado tantos en esa academia. Y para conseguir eso le mentí, negué todo lo que había compartido con Anaju, todos esos momentos que solo conocía la audiencia, todas esas canciones que había escrito pensando en ella. Poco a poco vi como Anaju se escapaba de entre mis dedos y deje que se escapara, fue mi culpa, pero yo era un orgulloso y no hice nada por detenerlo. De verdad pensaba que Eva era la decisión correcta.

Fueron dos semanas intensas, en donde yo volví a estar nominado y eso causó que me acercará más a Eva. Pero todo se fue a la mierda y esta vez no fue por mi culpa. El concurso se suspendió de forma temporal por culpa de una pandemia mundial y nos mandaron a nuestras casas, a confinarnos hasta que todo volviese a la normalidad. Ese último día de directo he intentado borrarlo de mi vida, pero está ahí, pasó. Me besé enfrente de las cámaras engañando a Aurora delante de toda España. Ese día entré en pánico al escuchar las palabras de Noemí. Esa suspensión no era una suspensión cualquiera porque debíamos confinarnos en nuestras casas. Eva en Galicia y yo en Córdoba, dejaría de ser su persona especial. Así que la besé tantas veces como pude porque nuestra relación era eso, contacto físico, sin ese contacto no había nada. Recuerdo que hasta le regalé un reloj, que era una especie de amuleto, hice todo lo posible para que esa relación no muriese en cuestión de días.

En esas dos semanas me porté fatal con Anaju, yo sabía lo que pasaba pero quise negarlo, no quise aceptar lo que sucedía. No quise reconocer que Anaju se había enamorado de mí, porque eso suponía que le estaba haciendo daño. Me autoconvencí en que Anaju y yo éramos sólo amigos que se habían confundido. Además, para contentar a Eva deje de hablarme con ella, hice desaparecer todo lo que habíamos vivido. Y haciendo eso la herí aún más, no entiendo como llegó a perdonarme y mucho menos a darme una nueva oportunidad.

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