Cαρíтυlσ 14

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DRACO

—Blaise, necesito un regalo para Lexa—

—¿Y que tengo que ver yo en todo esto?—

—Pues vas a pensar que debo darle para disculparme—

—¿Ya probaste con pedir disculpas? Suele funcionar a la primera— en primera instancia pensé que era buena idea pedirle consejo a Blaise, ya que parecía tener mas experiencia en chicas. Pero su inoperancia estaba comenzando a molestare, lo mandaría al diablo si no aportaba nada productivo la siguiente vez que abriera la boca.

—Si ¿crees que soy idiota? Ya lo intenté, pero no salió bien— ignoré su respuesta sarcástica, mal disimulada como tos.

—Le pediste disculpas, ¿de verdad? ¿o la trataste como antes, fingiendo que todo ya estaba arreglado entre ustedes?— me quedé callado.

La verdad es que se me estaba haciendo difícil entender a Lexandra. Un día está enojada y me grita, al siguiente se preocupa y me pide que hablamos, después no me habla por una semana pero sigue constantemente a mi lado estorbándole a Astoria y sacándola de sus casillas.

—Últimamente todo es blanco o negro para ella. Parecíamos estar bien en la selección de los campeones ¿viste como se me sentó en las piernas esa noche? pero durante toda la ceremonia me trató cortante, no la entiendo—

—Está celosa, dejas que cualquier chica se te acerque. El otro día le dijiste a Parkinson "querida", ¿en que estabas pensando? Si yo fuera mujer y mi futuro prometido le dijera así a otra chica... te habría colgado de las pelotas de uno de los aros de quidditch—

¿Y si Blaise tenía razón? Ahora que recuerdo, Lexa tenía los ojos dorados esa tarde que estábamos jugando ajedrez en la Sala Común y Astoria estaba particularmente castrosa. Y la otra noche dijo algo parecido cuando peleamos.

¿Debería ponerle un alto a Greengrass y a Pansy?

—¿A las chicas les gustan las flores, no?— Blaise cabeceó una respuesta, tirado en una posición rara desde la cama, lo que parecía decir que si.

narrador omnisciente

Mansión Caterwold

William estaba sentado en su estudio, tenía una pila bastante grande de papeles por revisar, pero su vista se encontraba perdida en la ventana que tenía a su derecha; mas allá de los campos adyacentes a la propiedad y del bosquecillo de arboles con follaje casi inexistente, desnudos por el frio de Noviembre.

En lo alto del cielo le pareció ver un pájaro que jugaba entre las nubes, pero a medida que la pequeña mancha perdida a lo lejos se hacía mas nítida, se dio cuenta que si se trataba de un pájaro; un búho grande y marrón para ser mas específicos, que comenzaba a descender a gran velocidad en su dirección. Cuando ya parecía que el ave iba a estrellarse contra los cristales, batió sus poderosas alas y se posó grácilmente sobre el alfeizar de la ventana; en la pata traía un anillo con el escudo de Hogwarts y una carta enganchada en él.

Al desplegar el pergamino mal enrollado, pudo darse cuenta que la caligrafía era un tanto arrebatada -como si la hubieran escrito rápido- pero pertenecía a alguien del cuerpo directivo o de docentes del colegio como él esperaba, la tinta rosa delataba al remitente.

        "Querido Padre,

                              Espero que estes bien, se que casi no te he escrito desde que llegué a Hogwarts. Prometo ponerte al día en otro momento.

The Cost of Magic •D. Malfoy• ||REESCRIBIENDO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora