Después de contarle todo a Keith, después de escuchar sus gritos y chillidos de felicidad, por que su maldita corazonada se había vuelto realidad, prometió investigar todo lo que fuera de mi ex, cosa que en el pasado ella tenía estrictamente prohibido hacerlo, ahora se lo permitía, es bueno saber un poco de la vida de tu ex no? Y que mejor para hacer tal investigación, que tu mejor amiga, la cual haría una investigación perfecta superando al FBIEsa noche no pude dormir, dando miles de vueltas en la cama pensando en todo lo sucedido con mi madre y en que por fin después de 5 años había conocido al que alguna vez había sido mi prometido, quien despertó en mí mis primeras emociones y sueños de enamorados, no iba a negar que fue mi primer amor, pero solo yo sabía lo mucho que me había costado dejar todo eso en el pasado, no podía creer que ahora en el presente y cuando yo ya lo tenía superado este apareciera sin aviso previo
Tres días habían pasado desde entonces, no había vuelto a ver a mi ex prometido y daba gracias por ello, se me hacía algo raro no ver a ningún varón Grimaldi y estar rodeada de puras mujeres custodiadas por los hombres de negro, pero no preguntaba para calmar mi curiosidad, y mucho menos quería que la mal interpretaran, o que desatara el tema que estaba tratando de evitar por días
Este día mi madre se había despertado con un poco más de energía, así que aquí estaba yo desayunando en el jardín, al aire libre con estas dos bellas damas, mientras Carlota no muy gustosa nos atendía
Note que Carlota había puesto un cuarto plato de desayuno y a lo largo del pasillo que llevaba al jardín, pude escuchar unos resonantes pasos muy firmes, disimuladamente apreté mi cubierto y fruncí mis labios tratando de que no notaran lo tensa que me estaba poniendo al ver las miradas iluminantes de las 3 señoras
—Buenos días, hermosas señoras, señorita— Dijo Jared con su voz gruesa y su fría expresión, mirando a cada mujer y saludando con un asentimiento a cada una de nosotras
Lo vi, contestando su asentimiento, observé su rígida postura y lo bien que portaba su traje elegante, no podía negar que era obvio lo bien trabajado que tenía su cuerpo, pues se marcaba en tal prenda
—A tiempo como siempre — Dijo mi madre
—Siéntate a mi lado —Dijo su madre
Mientras yo maldije interiormente pues no estábamos en el comedor, por alguna rara razón a las señoras se le antojó desayunar en el jardín, la mesa era chica así que tenía a las señoras de lado a lado y a él en frente de mi, desabotonando su fino saco y tomando asiento, no puedo describir lo incómodo que era desayunar en frente de él
El desayuno paso y la conversación seguía, pero las que la mantenían eran las señoras, yo solo me limitaba a contestar una que otra pregunta sin importancia y él uno que otro comentario de la empresa, pues prácticamente la conversación se giraba en el pasado, cómo llevaban la empresa juntos, las veces que ellas tomaban café juntas, de las excelentes notas que yo sacaba en mis estudios y los honores que él había logrado, se miraban muy orgullosas de sus hijos, mientras nosotros tratábamos de disimular un interés en su conversación
—Señora Miller, debería entrar nuevamente, ya le tocan sus medicinas— Dijo una de las servidumbres
—Vamos a dentro Elena, te acompañaré a tomar tus medicamentos—Dijo la señora Adelaida
—Esta bien, ustedes quédense a disfrutar de la mañana—Nos Dijo mi madre con una sonrisita alegre
Ellas siguieron platicando mientras caminaban dentro de la mansión, parecía que les hacía muy bien estar juntas y eso me alegraba
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"UNA PROMESA DE AMOR"
RomancePRÓLOGO Crecí siendo una niña mimada, criada en la alta sociedad, escogida a los 15 años para ser la prometida de un joven caballero cual familia era poderosa influyente y abundaba en riqueza, mi compromiso con él fue a distancia, incluso no lo co...