Narra Dafne:
Nuevo comienzo, nueva vida, nuevos recuerdos y momentos, al igual que nuevos peligros se avecinan, y los siento más cerca que nunca...
Entre en la universidad, era mi primer día en esta ciudad, de nuevo a presentarme ante todos, de nuevo los mismos nervios y la misma vergüenza de los primeros días...
Anduve por el pasillo con mis tejanos y una sudadera rosa pastel añadiendo así mi largo y rizado cabello donde en la parte de arriba lo adornaba un pequeño moño, para que engañarnos estaba completamente pérdida, era como un laberinto, veía el mapa pero parecía que cuanto más lo veía no encontraba la manera de llegar antes de que sonará el timbre, y que más decir... Las miradas se pusieron en el "juguete nuevo" que acababa de entrar por la puerta, esperaba y quería ser invisible para el resto pero carecía de ello aquí y me agobiaba.
Llego la hora de entrar en la clase, de pasar la puerta y la línea ante exponerme delante de los que serán mis futuros compañeros, así que suspiré y fui a coger el pomo de la puerta cuando el profesor abrió la puerta para echar a alguien fuera, me quedé de piedra mientras todos se quedaban mirando, si ya tenía el pelo rojizo mi cara iba concorde en ese preciso momento.
— Tu debes de ser la chica nueva, ¿no? — Un señor canoso se dirijo a mi con una amable sonrisa mientras con el dedo decía donde se tenía que situar el que retiro de clase—
— Eehh... Sí... — Mi rostro se ruborizo mientras del nerviosismo clave las uñas en la carpeta, esta vez se quedaron algo marcadas pero no me percaté de ello, le mire a los ojos mientras que el chico que tiro fuera me miró de reojo con una media sonrisa en el rostro por mi reacción—
— Entra, por favor — Me dirigió la entrada a la clase mientras intentaba no taparme la cara con la carpeta — Bueno, clase esta es Dafne, y de ahora en adelante será vuestra compañera, así que, a cuidarla mucho — Sonrió mientras la clase se quedaba con mi cara hasta pensé que sabían ya todo mi DNI y mi pasaporte — me senté donde me indico el profesor que fue detrás de una chica castaña con el pelo lacio, me quedé perpleja al ver marcadas mis uñas en la carpeta y lo tape un poco.
La clase no duro mucho, ya que entre a la mitad... El primer dia y me perdi la primera clase, la suerte no me acompañaba hoy,
Después de media hora de clase desconecte un momento de clase al notar una mirada potente puesta en mi, me incomodaba la sensación, así que me gire y mire de reojo, se trataba del mismo chico que echaron fuera, pero que el profesor dejó pasar después, no quitaba la mirada de mi y eso me inquietaba, pero no le preste tanta importancia igualmente sus potentes ojos color caramelo eran hipnotizantes, pude apartar la mirada de él y solo rezar por que la clase acabarà, era una de las pocas veces donde conté desesperadamente cada minuto que pasaba, solo quería irme de allí y eso que solo era el primer día...Por fin salí de aquella tortura, el salió enseguida de la clase, aún pensaba que tendría que ser yo quien se hubiese ido aterrada, pero me quedé congelada al ver su reacción, en el pasillo en dirección a la cafetería me siguió mi compañera la cual se sentaba delante de mi, la chica castaña para mi.
— Hola, me llamo Diana, tu debes ser Dafne, ¿no? Me encanta tu estilo — La chica castaña ahora Diana, lucia una gran sonrisa y buena energía por donde pisaba, a lo contrario de mi vaya—
— Hola... Sí, soy el juguete nuevo por así decirlo, y muchas gracias por el cumplido — Intente sonreír para reflejar mi amabilidad de algún modo, aunque se notaba un montón que seguía pensando en la reacción de ese chico ante mi presencia, Diana lo noto al hacerme señas delante de mis ojos para que le hiciese caso—
— ¿Te gustaría almorzar conmigo? ¿Hola? ¿Dafne? — Me volvió hacer gestos hasta que por fin me di cuenta pestañee varias veces —
— Si, me encantaría Diana, ¿donde? — Me condujo hacia una gran cafetería, donde cada mesa tenía a su respectivo grupo de colectivos, y ahí volví a notar esa espina clavada en la espalda y ya supuse que el estaria cerca, así que volví a girar mi mirada...tan curiosa yo... Y ahí estaba el, con su grupo de amigos mirándome con aquellos penetrantes ojos, sabía que le tenía que pedir explicaciones, aunque a lo mejor era su manera de ser, de nuevo deje a Diana hablar sola.
— Dafne, está es la cafeteria, aquí tienes diversos platos, también hay opciones veganas —Sonrió en esa última parte, y en ello estábamos de acuerdo, me gustó conocer a alguien tan positiva y radiante como ella, cogí un poco de fruta a trozos, un tenedor y me fui a la mesa donde estaba ella y más amigas—
Cuando seguía a Diana me percaté que la mesa donde almorzaba estaba situada al lado de la mesa de el, al igual que cuando me encontraba yendo hacia esa dirección nuestras miradas no se separaron de nuevo me atrapó con la mirada, pero volví en sí cuando Diana me cogió la mano y me sento a su lado, le debo mucho por hacer eso, no sabía lo que ocurría, me presento a todas sus amigas, muy simpáticas y me hicieron sacar más de una vez una sonrisa, bueno, algo que siempre decía mi madre "nunca se conoce buena gente todos los días", de eso estaba segura, pero volvían las miradas entre el y yo y más cuando tenía que hablar con Diana, estaba sentada delante de mí, mientras que a la izquierda le podía ver a él, y en ese momento mi cabeza al igual que mi cerebro pudo prestar atención a los dos, aunque a veces no sabía a quien mirar.
Pasaron más horas, más horas de eternas clases, más horas de como no, de convertirme en la presa de alguien, por que notaba que me miraba como un plato de comida recién hecha, por mi cabeza se pasaron varias preguntas ¿Tan mal estoy? ¿Será un violador o cualquier otra cosa? ¿Sabrá de mi o de mi familia? ¿Sabrá mi secreto?
Al final sono el timbre, mi salvación a esta continua tortura, esta vez quede casi la última en recoger todo, aun quedaba Diana y otra poca gente, ella estaba decidida acompañarme a casa, parece que le he caído bien, algo que me alegra, de nuevo note la espina en mi espalda, y no sabía ya cómo sentirme, Diana me cogió del brazo nada más acabar de recoger para salir de la clase, pero antes mire a él joven con cara de extraña hasta que por fin salí de clase, a saber que pensara de mi por eso último, pero no sabía ya cómo mostrarme ante tanto...
Diana a lo largo del camino me estuvo explicando como eran las clases, asignaturas, el método de evaluación y demás... Me hizo desconectar y eso me gustaba, pero la imagen de los ojos de él recorrían mi mente, me despedí de ella al llegar a mi portal, me dio un abrazo y se esfumó hacia su casa girando la esquina, ahora mismo lo que más me aterraba era mi madre... Espero que no entre en mi cabeza estos días, no me apetece hablar de chicos y menos con ella, se emociona demasiado con tan poco.
Solo espero, poder tener fuerzas y encontrar la posibilidad de hablar con el, para recibir explicaciones, no podía estar así siempre, porque si el primer dia ya fue tenso, no me quiero imaginar los demás...
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En la galería se encuentra una foto de conforme es Dafne físicamente.
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Wicce
WerewolfEn la actualidad se conserva la mentalidad fría, cobarde e inmadura, de no ver más allá de lo que el mundo nos ofrece, de temer a lo desconocido, desconfiar y no razonar. Wicce, es una novela donde te introduce en un mundo lleno de posibilidades, si...