El día se paso largo, en verdad, para que mentir, le estaba evitando, tampoco se le vio buena cara al encontrarme en su casa, aunque ahora que lo pienso solo están ellos dos, me pregunto, ¿porque? pero creo que ya fueron demasiados sentimientos por hoy.
Subí las enormes escaleras de caracol después de cenar y pude asomarme un trozo por la esquina de una gran pared blanca que estaban hablando ellos dos, y como no, tenía que cotillear, si no, no sería yo.
-No debes acercarte a ella,no sabemos si heredó el talento de su madre,y si lo descubre puede ser un peligro para nosotros, porque si a su madre le buscaron todo este tiempo , no me puedo imaginar como sería para nuestra familia volver a correr el riesgo- La rubia soltó sin pelos en la lengua, tan bien que me caía y lo rápido que va a cambiar, su voz fue firme pero a la vez cautelosa, para que no pueda escucharlo, pero, ups! que pena-
-No la van a tocar, Melanie, me encargaré de ello- Su voz firme y gruesa se escucho amenazante, no pude evitar sonreír ante aquello, pero al mismo tiempo lo odiaba, porque no quería enamorarme, me haría débil-
-Hermanito, que frágil eres... -le puso la mano en el hombro- no te dejes llevar por tus sentimientos, se puede oler desde lejos tu olor a perrito faldero- río sin demora mientras se giraba para irse-
Hizo un suspiro y también fue enseguida a su habitación o eso pensaba, se metió en otra, me sentí algo enfadada, porque ahora no podría aprovecharme de el, ni zorrear bien si estaba su hermana delante, aunque también tenía varias preguntas sobre el talento de mi madre y porque era tan peligroso y buscado.
Era asombroso como cambio su aspecto físico en cuestión de días sin verle, era realmente hermoso, así que, como bien sabéis, no me puedo estar quieta, fui hacía mi habitación y escogí lencería negra, me la puse y encima llevaba una toalla, acto seguido fui al baño a pegarme una ducha.
Habían varios cuartos de aseo, pero Mel , mhm Melanie ,no se interesó o se le olvido mostrarme el mio o el que podía usar, así entre en uno de ellos cualquiera, para mi sorpresa estaba el, debajo del grifo, donde el agua caía en su hermoso cuerpo, me quede ahí plantada sin poder decir nada, mi corazón iba a mil, pero tampoco quería irme.
Narra Cayden:
No podía dejar de pensar en ella, sobre todo me fastidia que Melanie me obligue a seguir sus ordenes, solamente por ser mi hermana mayor, que fastidio.
La caliente agua caía por mi cuerpo, apoye mis dos manos en la pared de este mientras intentaba no pensar en Dafne, pero era imposible, escuche la puerta abrirse pero pensé que era Melanie, no le di importancia.
Al acabar cerré el grifo y me paralice al verle allí mirándome.
-Esto... Melanie no te enseño los baños ¿no? - cogí rápido una toalla tapando mi cintura hacía abajo, era algo incomodo dado que fue tan de repente, pero también verla ahí me gustaba en cierto modo, me subió algo la temperatura pero intente pensar en otras cosas para no despertar algo que no podré calmar-
-No, pero tu ya acabaste, puedo estar aquí ahora, ¿no? - su voz parecía algo juguetona, al igual que su sonrisa, y joder que sonrisa, en realidad la deseaba como nunca, pero tampoco podía traicionar a mi familia-
-Sí, iré a mi cuarto a cambiarme, más tarde te enseñaré el baño que puedes usar - Salio una sonrisa de nerviosismo, mientras cogía mi ropa, ella dejo lo que tenía encima de un mueble junto a la ducha y quito su toalla, lo que no quería que despertara, lo hizo. Intenté taparlo para que no se diese cuenta, mientras observaba tal cuerpo echo por los dioses y esa lencería, me quede boquiabierto cuando hizo eso-
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Wicce
WerewolfEn la actualidad se conserva la mentalidad fría, cobarde e inmadura, de no ver más allá de lo que el mundo nos ofrece, de temer a lo desconocido, desconfiar y no razonar. Wicce, es una novela donde te introduce en un mundo lleno de posibilidades, si...