Capitulo III

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Era de esperar que me mantuviese toda la noche pensando en la mirada de aquel joven, ni si quiera sé porque le estoy dando tantas vueltas... me da rabia, me siento inferior y lo odio, odio el hecho de ser vulnerable a su mirada, pero era tan intensa y con ese color de ojos... - me tape la cara con la almohada, de pronto vi la imagen de mi madre en mi cabeza y me sobresalte cuando se quedo extrañada mirándome y se desvaneció-

Lo que me faltaba...explicaciones a Doña ilusiones ...

Baje por las estrechas escaleras donde separaba el piso de abajo con el de arriba donde se encontraban los dormitorios, casi en el antepenúltimo escalón, donde ya podía observar el suelo del siguiente piso cuando la mirada de mi madre penetro en la mía con la ilusión en ellos.

-Bueno... ¿Quien es el ojitos de caramelo? - preguntaba ella tan emocionada por que ya me fijase en un chico el primer día-

-Nadie en especial, así que, tranquila mamá, no te ilusiones, no hay ni habrá nada- Dije con un tono frío para evitar más preguntas mientras cogía una tostada para desayunar antes de volver a la tortura-

-Cariño, si no fuera nada y fuera como tu dices, no rondaría por tu cabecita a todas horas- en lo ultimo se formo una clara sonrisa de pilla en su rostro mientras untaba mantequilla en su tostada-

-Mira- me levanté de la mesa cogiendo la mochila para irme- no habrá nada, de acuerdo? deja de rondar por mi cabeza - a esto ultimo me fui cerrando la puerta algo ofuscada por la situación, a la otra parte de esta se encontraba Diana con un rostro algo confuso-


-¿Pasa algo?- me pregunto preocupada, con esos ojos claros donde podía verme reflejada-

-Nada, los típicos problemas familiares - sonreí-

Se percato que no quería hablar del tema, así que, a continuación cambio dramáticamente de conversación y lo agradecí, íbamos a mirad camino ella me agarró del brazo, tenía esa costumbre, al menos no me sentía mal cuando hacía eso, era un sentimiento de protegerla, me estaba contando cualquier cosa y siempre con una sonrisa, ella me daba ese empujón de fuerza para sobrevivir a todo esto.

Pasamos la esquina justo antes de llegar a cruzar la calle para ir a la universidad, cuando sentí que alguien me rozo la mano pero no fue cualquier sensación, me entro un escalofrió, más bien como un calambre que llegaba hasta la espalda así como erizando algo mi piel, mire de reojo para saber quien era, y como no, era el...

El joven se percato que lo miraba y se fijo en mí, de nuevo la puta mirada...esos ojos...como también me dedico una media sonrisa cuando ya se puso en verde para pasar y Diana me empujó para pasar con ella, más bien, me arrastró...

En clase estuve pendiente del profesor y de  la lección, no quería desperdiciar la clase estando pendiente de el dichoso joven... y su dichosa mirada y su dichosa sonrisa...ufff...

Sin pensarlo, doble la hoja de mi libreta mientras miraba a un punto en blanco.

-Dafne, ¿Quieres salir fuera? - el profesor se percato de mi conducta en clase, me pareció de locos siendo una clase tan pronunciada de gente que tuvo que fijarse en mi, asentí y me fui a que me diese el aire-


Note de nuevo la puta mirada de el, mi piel se volvió a erizar, mordí algo mis labios antes de sobrepasar la puerta después de esta me fui al aseo a mojarme el rostro... ¿Que cojones te pasa? ¿Porque te pones así con el? ¿Que tiene el de diferente? me decía mirando al espejo mientras ponía mis manos encima del lavabo...Esto no puede acabar así...

WicceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora