Capítulo 9

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Ese fastidioso humo de nuevo, no dejaba ver algo, ni siquiera en donde me encontraba ahora.
Solo podía escuchar a las personas intentar salir de ahí entre gritos y llantos mientras pedían ayuda.

Esas extrañas luces aparecieron frente a mí de nuevo, extrañas luces que ahora me veían fijamente.
Como un animal salvaje viendo su víctima.

Un fuerte viento llegó en mi dirección, era tan fuerte que tuve que aferrarme a mi bastón para mantenerme de pie.

-Así que Fu sigue sin aparecer ¿Verdad?- la voz tenebrosa apareció en el lugar.

-¿Quién eres tú?- le pregunté con voz fuerte, lentamente y con dificultad empecé a caminar hacia esa luz.

-Lo mejor es esperar la sorpresa ¿No creés? Así es más divertido - su atención se centró en alguien más por segundos, yo no seguí su mirada está vez, lo mejor es siempre estar atento- el Miraculous de la creación, parece que Fu se niega a aceptar su derrota.

Tome mi bastón con determinación cuando me sentí aún más cerca de las luces, él o ella veía fijamente a un punto inespecífico, probablemente veía a Marinette pero eso no importaba ahora.

Está era mi oportunidad, este era el momento para capturarlo de una vez por todas.
Con un rápido movimiento salte hacia el, todo parecía moverse en cámara lenta mientras estaba por los aires.

Sobresaltado giro su atención hacia mí y con un ágil movimiento me saco volando por los aires.
Caí aparatosamente en el piso y sentí como largas cadenas se enredaban en mis muñecas, impidiendo moverme.

-Eres bastante impulsivo ¿Cierto?- esa cosa se acercaba aún más a mí con paso lento, yo intentaba desesperado quitarme ese peso de encima pero era imposible.

Sentí uno dedos rozar los míos, jugando con el pequeño anillo que llevaba puesto.
Amenazando mi Miraculous.

Una cuerda se enredó en ella, impidiendo que se moviera.
Marinette estaba a metros de distancia sosteniéndola.

¿Qué hacía ella aquí?

-Alejate de él- la amenazó con seguridad mientras tomaba si yo-yo con ambas manos.

-¿Qué harás?- se burló esa extraña voz.

-Debes hacerme caso, ya te tengo no puedes escapar.

-Creo que tendrás cosas más importante chica con puntos- extendió su mano y otra corriente de aire salió de ella, está vez aún más fuerte.
El humo se fue y nos mostró la escena.

Un autobús lleno de pasajeros estaba siendo arrastrado por el aire, sin darnos cuenta empezó a elevarse por los cielos.

Eso desapareció de nuestra vista y Marinette aterrada se dirigió hacia el lugar, la seguí con rapidez al mismo tiempo que temía lo peor.

No alcanzaría a llegar.

Intenté alcanzarla por los techos de París, buscando desesperado hasta que la vi en uno de ellos.

Sus manos sujetaban algo en el vacío mientras ella se aferraba con todas sus fuerzas a la pared.

Las personas estaban bajando de él, ella había logrado capturarlo antes y yo solté un respiro aliviado.

-¿Qué fue lo que pasó? - camine furioso hacia ella, Marinette estaba expectante en el edificio solo verificando que las personas se bajarán de ese autobús.

-Él arrojó esa extraña energía hacia acá, sabía que vendría el camión - su tranquilidad me sorprendía, de verdad lo decía como si nada-claramente era solo una estrategia para escapar.

-Y no habría funcionado si tú hubieras hecho lo que se te ordenó.

-¿Disculpa?- su mirada de incredulidad me encaro - si estás molesto por algo solo dilo.

-Esas personas casi mueren y eso podría evitarse si tú escucharás lo que te dije y lo cumplieras.

-Tal vez pero estaba muy ocupada salvándote

-¿Salvándome?- repetí esas palabras entre risas. Yo no necesitaba a una compañera, no la necesitaba.

-Si así es, ellos casi te arrebatan el Miraculous de no ser por mí.

-Lo habría solucionado, lo que no se podría arreglar es la vida de todas esas personas solo por que tú no eres capaz de esto.

-Te recuerdo que tú me elegiste en primer lugar para hacer esto-se cruzó de brazos frente a mí, eso solo me hizo enojar más.

-¡Oh créeme! Si yo hubiera elegido serías la última persona a quién se lo daría- sus ojos empezaron a bañarse en lágrimas en cuanto dije eso.
Su labios formaban una "o" perfecta mientras parecía haberse quedado sin aíre.

Ella pretendía que no era así pero no podía  ocultarlo.
Simplemente se dio media vuelta y arrojo su yo-yo a una lejana dirección.

-Tengo que irme- dijo entre sollozos al mismo tiempo que saltaba, ni siquiera me dejó contestar.

No es como si quisiera decir algo pero aun así.
Mire de nuevo a las personas que bajaron del autobús, se veían tranquilas y estables así que solo me apresure hacia mi casa, tomando el camino largo para tranquilizarme.

Alguien tenia que ser honesto con esa chica.

Entre por la ventana que siempre estaba abierta y quite el traje sin más, Plagg salió apresurado hacia el queso para después verme fijamente.

-¿No creés que fuiste muy malo con la pobre niña? - sus pequeños ojos me siguieron atentos.

-Casi pasa algo irremediable por su culpa, solo es la verdad - me acosté en el enorme colchón que estaba a mitad de mi habitación mientras una punzada empezaba aparecer en mi pecho.

-Entonces... ¿De verdad crees que ella no es adecuada para esto?- su pequeño cuerpecito se recostó en la almohada.

-Casi mueren las personas en ese autobús ¿Tú qué crees?

-Creo que eres demasiado injusto con ella solo por que no es Kagami-pude ver si cansada mirada, Plagg era un kwami muy inquieto y travieso que la verdad me hacía olvidar los años de vida que tenía.

Con gran pesar se dirigió a la televisión y la miró atento dejándome a mí pensando en sus palabras.

No es cierto, no era malo con ella ¿O si?

Solo por que no es Kagami.

Esas palabras resonaban en mi cabeza, yo sabía que ella no era Kagami pero no creo que eso me estuviera afectando.
Es decir, yo sé que Kagami era la mejor opción pero...

La culpa me empezó a inundar, tal vez Plagg tenía razón y estaba siendo bastante injusto con la pobre de Marinette.

La hice llorar, eso es imperdonable.
Tenía que arreglarlo o al menos intentarlo.

We'll Meet Again (Chat Blanc p.3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora