Culpabilidad

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El crujido de la madera, iluminada por la luz, despierta a Sara. Sus ojos se abren progresivamente, al mismo tiempo que sus pestañas se despegan entre ellas tras una larga noche. La chica mira cautelosamente a la cama que tiene a su lado, tratando de buscar a Carla. Ni rastro. Repentinamente, Sara da un salto tocando con sus pies la gélida madera, que continúa crujiendo. La colcha que cubre la cama de su hermana está descolocada, sin orden. Carla ha estado ahí. Revolviendo la colcha Sara encuentra una nota.

"Estamos en el jardín de la cabaña jugando con un frisbee, está Chris también. Te he puesto la alarma a las 10:15 para que no se te hiciera tarde si querías venir a jugar con nosotros."

Sara se dirige a la puerta con energía. Baja dos escalones de golpe en cada salto. Arturo, Christian y Carla la observan con agonía. Carla se acerca a Sara y le coge del brazo sin cuidado.

- ¿Qué haces? - Le susurra Sara al oído.

- Papá está actuando muy raro - Le susurra Carla de vuelta.

- Chicos, no tengo palabras para describir mis sentimientos de culpabilidad, pero...

- ¿Qué se supone que hace Chris aquí? - Interrumpe Carla -

- Déjame acabar, hija. - Prosigue Arturo. - Tres años antes de conocer a vuestra madre viajé a América. Traté de completar un curso de arquitectura que me permitiría vivir en América y trabajar con empresas más grandes. El caso, es que en América conocí a una mujer, Linda McCarthy. En conclusión: nos casamos y tuvimos un hijo. Christian Cortés.

- ¿Qué? - Pregunta Carla mientras sus cejas se acercan a sus ojos para reflejar su intriga.

- Lo siento chicas, como ya sabéis he vivido en España desde entonces. Me quedé un año cuidando de Christian en América, pero su madre y yo empezamos a tener problemas. Nos divorciamos y yo necesitaba volver a España. Inesperadamente, Christian contactó conmigo hace 3 años. Empezamos a hablar y vi oportuno reuniros para confesaros todo lo que había pasado.

- ¿Entonces tenemos un medio hermano americano? ¿Es eso lo que nos intentas decir?

Las miradas entre Sara y Carla no paran de intensificarse. El mismo chico que escribía poemas tenebrosos sobre la muerte, el mismo chico que perseguía a Carla con una escopeta, era ahora ¿su medio hermano?

Arturo rompe en un llanto desconsolado. Las lágrimas, más cristalinas que nunca, descienden por su piel. Sus sollozos podían oírse en un ámplio radio de kilómetros.

- Papá, no te preocupes. - Dice Carla clavando su mirada en los lloroso ojos de su padre.

- ¿Os apetece ir a tomar unos aperitivos a la cafetería del pueblo? La más conocida se llama Estarvacs, está a una hora en coche. Así nos conocemos un poco mejor y asimilamos la situación.

- ¿Estarvacs? o ¿Estarvacas?- Pregunta Sara mientras se ríe a carcajadas.

- Dejadme que yo me aclare: Mi padre, nuestro padre, acaba de comunicarnos la estrambótica noticia de que tenemos un medio hermano secreto, que además ni siquiera conocemos y lo único que se os ocurre es ir a una cafetería a "celebrarlo y hablar". ¿Sabéis qué? ¡A veces hay que afrontar situaciones neutras con negativismo. No se puede ser siempre positivo, las cosas no siempre salen bien! - Exclama Carla mientras sube los escalones de la cabaña para llegar a su cuarto.

Carla abre con rapidez la puerta de su cuarto, así como la cierra del mismo modo. Se dirige hacia su cama, donde se cubre la cara con su colcha. Una gran cantidad de pensamientos cruzan su mente:

- ¿Sabrá mamá quién es Chris? ¿Quién es Linda McCarthy? ¿Y si Teresa no es mi madre? ¿Y si mi madre es Linda McCarthy? ¿Sara y yo somos adoptadas? ¿Habrá algún otro secreto de la familia que no sepamos? -

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2020 ⏰

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