Amor falsamente real

Rosas

Cuando le menciono a Tulio el día anterior que prefería el olor natural de las rosas, por sobre el de su colonia, Juan Carlos ya se imaginaba que el presentador le regalaría flores. Conociéndolo, seguramente le daría una cantidad poco convencional, como bouquet enorme, o incluso su peso en rosas, algo un poco exagerado y de precio alto. Lo que no se esperaba, es que Tulio le comprara el equivalente de ¡DOS CARROS ALEGORICOS EN FLORES!

No llevaba ni cinco minutos en el estudio y ya no podía soportar el fuerte aroma que emanaba de las rosas, que seguían llegando al estacionamiento. Camiones, algunos grandes otros pequeños, de diferentes florerías, llegaban cargados de las delicadas flores que iban dirigidas a su persona. En la puerta del estudio, Juanin estaba como loco tratando de hablar con más de un repartidor a la vez, que le insistían que firmara de recibido el pedido para que comenzaran a descargar cuanto antes la carga, la mayoría de los floristas traían uno o dos acompañantes que bajan como podían los grandes bouquets y canastas, para luego depositarlas en el pasillo que estaba seguido de la entrada, ninguno entraba demasiado al estudio pues Juanin no se los permitía, aun no sabía de dónde venía tal cantidad de flores y temía que hubiera algo peligroso en la tan repentina aparición de los camiones repartidores.

Cuando Juan Carlos llego, extrañado por la cantidad de autos en el estacionamiento, se dirigió de inmediato a Juanin, que ya estaba en la entrada hablando con muchas personas a la vez, el productor lo saludo como pudo y trato de explicarle que esos vehículos no habían dejado de llegar desde que arribo al canal, que no sabía de dónde venían, quien los mandaba o para quien eran, Bodoque trato de conseguir más información pero el productor ya no le contesto nada, estaba demasiado ocupado lidiando con entregas que no esperaba. El reportero no tuvo de otra mas que investigar por su cuenta y solo necesito ver que es lo que estaban recibiendo para saber de inmediato, que quien había mandado tan ridícula cantidad de flores no podía ser otro que Tulio, Juan Carlos nunca se había arrepentido tanto de hablar sin pensar.

Se quedo cerca de la entrada principal tratando de soportar el perfume que inundaba el pasillo, todavía tenía que hablar con Juanin para cerciorarse que las flores en efecto fueran para él y que no sospechara quien podría ser el responsable de enviarlas, pero el productor estaría ocupado otro rato, así que tendría que aguardar un poco. Para su buena o mala suerte no tendría que esperar solo pues Policarpo y Patana que habían estado atorados juntos en el trafico para entrar al estacionamiento, llegaban confundidos a hacerle compañía.

- ¡Tío Bodoque, buenos días! - Patana lo saludo desde la entrada, moviendo su mano alto para que la viera, venia caminando a paso rápido, curiosa como era, a pedir información- ¿Tú sabes de donde ha salido tanta rosa?

-Me temo que no- por supuesto que Bodoque iba a mentir, y se haría el idiota tanto como pudiera- Estaban aquí desde que llegue y no han dejado de traerlas

-Quien sea que las mandara debe tener mucho dinero para comprar tantas- Policarpo, que ya había alcanzado a Patana, se detuvo junto a ella para unirse a la conversación con el reportero- Puedo sentir el drama en el aire, no puedo esperar a saber para quien son

-Sin duda alguien muy afortunado... como me gustaría recibir tantas rosas -Patana suspiro- La persona que las envió debe estar muy enamorado o enamorada

Falsamente, pensó Juan Carlos, por muy bonito que fuera el gesto solo había mentiras en el fondo- Quizá jamás lo sepamos, Juanin me dijo que no vienen con una tarjeta

-Eso no es problema, solo es cuestión de preguntar por la persona que ha pagado por ellas y a quien iban- Policarpo estaba emocionado un chisme digno de cubrirse, y la mejor parte no lo invento él- Alguno de los repartidores debe tener los datos