cielo

8 • delirios

Alicia no deja de mirarme mientras le cuento todo, cada detalle, desde esas miradas en la oficina, del sueño que tuve, de las discusiones con Jessica, del almuerzo, de mi trabajo, de lo que pasó en el bar y luego todo lo que pasó en su casa.

Termino de hablar ella me mira con la boca abierta.

-No tengo que decirte que la cagaste, ¿verdad?

-No.

-Pero no te arrepientes.

-No.

-Y lo volverías a hacer.

-Yo...

Por mi mente pasa la imagen de sus ojos esmeraldas sobre mí y el hormigueo que ella dejó sobre mis labios de pronto se exparse por todo mi cuerpo, recuerdo sus manos sobre mí, cómo jugaba con mi respiración, cómo tenía la urgencia de hacer que yo...

-Ay por favor, Victoria.

La dulce voz de Alicia me saca de mi trance, la miro a los ojos.

-Sí, sí lo volvería a hacer.

-¿Me repites cuántos años tiene?

-Veinticinco.

-Y tú ya estás por cumplir veintiuno, no está tan mal. ¿Soy la única que sabe esto?

-¿A quién más se lo pude haber dicho Alicia?

Sabe perfectamente que ella es la únuca amiga que tengo en el mundo y a mi hermano no puedo decirle todos los detalles porque haría un escándalo y porque se confundiría por la relación que tengl con Alicia.

-Cierto. Ammm... ¿tú te sientes bien?, ¿ella te trata bien?

-Sí, pero tampoco es una relación, sólo fueron coqueteos y anoché terminé en su casa, no estoy esperando nada más, sabes que yo no soy de relaciones... o de interactuar con otros seres humanos.

Entran al estudio, es la cita de Alicia, en ese momento ella recuerda que estaba preparando su mesa de trabajo y la dejó a medias por escucharme a hablar, se va a atenderlo, yo la ayudo a preparar algunas cosas y llevo la ficha de descargo con una pluma.

Mi cita va a llegar en media hora más, me pongo a hacer mis cosas para prepararme.

El lunes llego a ls misma hora, hago todo igual, no me es complicado, ni siquiera saber que tenía la mirada de Joselyn sobre mí todo el tiempo me hizo equivocarme o ponerme nerviosa.

Llegó el día de la exposición, creo que ese día ella ni siquiera tuvo tiempo de respirar y me tuvo haciendo un millón de cosas para que tido estuviera como ella lo había planeado, fue agotador.

Jessica se acerca a mí para el final de la noche.

-Salió perfecto -dice-. Gracias por quedarte para hacer que la exposición saliera de esta manera.

-Me gusta hacer esto.

-¿Estudias Artes visuales?

-Sí.

Asiente. 

-Estuve revisando las solicitudes de otros pasantes.

No le he dicho qué he decidido.

-¿Ya encontró a alguno?

-¿Ya decidiste si vas a irte?

-Me gusta hacer esto -repito-. No quisiera dejar de hacerlo.

-Entonces te quedas.

Creo que ya nos llevamos bien y mi relación con Joselyn no ha cambiado, así que no le veo más inconvenientes a esto.