6 • acusaciones

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Me paro frente a la puerta de Joselyn, ella me indica que puedo pasar, de nuevo está mirando la maqueta de la galería.

-¿Puedes venir la noche de la exposición de Akiro? Quiero que yodo esté perfecto, obviamente te pagaría extra.

Eso es el próximo miércoles (justo dentro de una semana), tenemos que dejar todo para inaugurar el jueves.

-Claro no hay problema.

Extiende su mano hacia mí, toma mi barbilla y alza mi cabeza, dejando a la vista las marcas que hizo Alicia. Siento como si esas marcas ardieran sobre mi piel, la aparto de un manotazo.

¿Después de todo lo de ayer y ella sólo hace eso como si nada?

-Un poco de maquillaje hubiera estado bien -comenta-. No te quiero volver así aquí, ¿entendido?

-No creo que vuelvas a verme de ninguna manera.

Se acerca a mí.

-Creí que todo había quedado claro ayer.

-Igual no tienes ninguna razón para tocarme.

-Claro -contesta ella sin ocultar su irritación.

-¿Es todo?

Ella suelta un suspiro, enfoca sus ojos en los míos.

-Van a presentar tu portafolio, no van a decir que eres tú y sí, esto es como un soborno, pero no de mi parte. Lamento que sientas esto como un favor, pero estoy segura de que a más de una persona va a interesarle tu trabajo.

Me dejo caer en la silla frente a su escritorio.

-Todo esto y... ni siquiera saben si me gustan las mujeres.

-Ay por favor, tienes a Tessa Thompson de fondo de pantalla.

Me comienzo a reír.

Todo esto es ridículo.

La miro, trae un top de color vino que aprieta perfectamente sus pechos al centro, no creo que traiga sostén, como en muchas ocasiones previas en las que ha traído escotes terriblemente delirantes. Trae una falda negra larga, pero con aberturas a los costados, así que se ven sus piernas cada que se mueve un poco.

No sé si son mis hormonas alteradas por la noche anterior, pero termino por fijar mis ojos en los suyos, los cuales, me miran un poco confundidos, luego parecen confundirse más cuando comienzo a alternar mi mirada hacia sus labios.

-Esto no es correcto -digo en voz baja y me pongo de pie-. Tú eres... me das dolor de cabeza.

-Te juro que si pudiera empezar de nuevo para evitarte todo esto lo haría.

-¿Y qué quieres conmigo? ¿Una noche? ¿Cinco minutos en el baño?

Porque salir para ver si nos agradamos lo suficiente como para tener algo es ridículo.

Pone mi cabello detrás de mis orejas, sus dedos rozan mi piel y me dan escalifríos, de pronto el sueño que tuve con ella se vuelve vívido, vuelvo a sentir la adrenalina en mi estómago.

cielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora