DOS IDIOMAS Y EL AMOR -/Park Seo-Joon/- (1)

Capítulo 09

Desperté temprano y comencé a prepararme para ir a la facultad.
Me puse un suéter con cuello alto de color negro, una falda de cuadros, unas medias arriba de la rodilla color negras, junto con unas botitas del mismo color.

Preparé mi bolso y tomé todo lo necesario. Salí de mi departamento y me dirigí al estacionamiento, como todos los días.
El ir a la facultad, trabajar con Seo y regresar a mi departamento se estaba volviendo rutina. Así que decidí aprender otro idioma de forma didacta, aprovechando que me mantenía ocupada un poco más.
Iniciaría con el noruego, idioma que no había podido estudiar a detalle, pero que ahora lo intentaría con más compromiso.

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— Bueno, entonces te veré en el centro comercial a las 2:30. ¿Te parece bien?—

— Claro que sí, nos vemos más tarde—

El día de hoy le ayudaría a Da-mi con una colecta de alimentos para un refugio de animales, en cuanto ella me pidió ayuda yo accedí encantada, me gustaba la idea de poderle ayudar con todo lo que estuviese a mi alcance.

Ahora mismo estaba en medio de mi almuerzo en la facultad, saliendo de aquí me dirigiría al centro comercial.

— ¿Cómo vas?— escuché al doctor Márquez entrar a la sala.

— Bastante bien, solo tengo una duda aquí— me levanté con mis notas y le mostré.

— Creo entender por donde va el asunto— dijo al terminar de leer el documento — ¿Te importaría esperar a que te entregue mis notas mañana?—

— Por supuesto que no, me serviría de mucha ayuda—  respondí tomando mis notas.

Pasé un par de horas más trabajando y finalmente salí de la facultad. Me dirigí al centro comercial para reunirme con Da-mi. Me detuve en un semáforo y le respondí un texto a Seo, levanté la mirada y vi a una mujer embarazada con una niña, sentí una pequeña coincidencia con ellas así que las miré detenidamente, la mujer tenía sus dificultades y el verde no tardaba en ponerse, puse el freno de mano y tomé la llave, bajé del auto y me acerqué a ayudarla.

— ¿Se encuentra bien?— la tomé de un brazo.

— Sí, muchas gracias— levantó la cara y era la vecina Young mi.

— Señora Young mi, ¿necesita que la ayude a llegar al hospital?—

— No, no te preocupes, el bebé se estaba moviendo bruscamente y solo fue un poco de dolor— trató de sonreír.

— ¿Segura?—

— Claro que sí, estoy mejor ya— se enderezó.

— Está bien, cuídese mucho— me despedí de ella.

— Gracias— sonrió.

Me di la vuelta para dirigirme a mi auto y tan pronto como les di la espalda escuché un quejido de la vecina, me giré y la vi en un charco, había demasiado liquido bajando por sus piernas.

— Por favor, acompáñeme, la llevaré al hospital— la tomé del brazo y la ayudé a subir a mi auto.

— Voy a ensuciarlo— se quejó.

— No se preocupe, después lo mandaré a limpiar. Usted tranquila, mantenga la calma y trate de respirar— cerré la puerta de atrás después de que Mei subiera con ella.

Subí al auto y empecé a conducir lo más rápido posible al hospital que estaba a un par de calles, pero por el tráfico se nos haría más lejos de lo esperado.
Un par de calles y minutos después llegamos a la clínica, la ayudé a bajar y un par de paramédicos me ayudaron con ella, estacioné el auto y me dirigí a la sala de espera con la pequeña niña.