DOS IDIOMAS Y EL AMOR -/Park Seo-Joon/- (1)

Capítulo 12

— Tiempo— me puse de pie — Por favor entreguen sus exámenes, ya pueden ir a comer algo. Recuerden regresar antes de las once— dije mientras todos se ponían de pie.

Todos salieron del salón de clases y me quedé sola. Abrí el bento que me había preparado nana en la mañana y comí mientras ojeaba los exámenes, la mayoría me sorprendió, pues eran muy pocos los errores.
Sonó mi teléfono y vi que era el profesor Müller.

{Llamada/ en alemán}

— Buenos días profesor—

— Buenos días Lenna, estoy frente a la dirección, ¿podrías indicarme el camino a tu aula?—

—No se preocupe, yo iré por usted—

— Muy amable, aquí te espero—

{Fin}

Me levanté y tomé mi teléfono junto con las llaves. Cerré el aula y me dirigí a la dirección.
Al llegar lo encontré de espaldas mirando en mural.

— Profesor Müller— lo llamé.

— ¡Olenna, pero qué gusto!— dijo al girarse.

— El gusto es mío— dije saludándolo con un apretón de manos.

Le indiqué cómo sería el examen durante el transcurso al salón y estuvo de acuerdo. El examen consistía en pasar por una serie de preguntas que debían responder dentro de cinco minutos y como plus, sí querían un punto extra, necesitaban describir cuáles eran sus metas a corto y largo plazo en una conversación con el profesor.

— Me parece perfecto— entró al salón y yo detrás de él.

— ¿Le parece dividir el grupo en dos y economizar tiempo?— pregunté.

—Excelente— respondió — ¿Cuántos alumnos tienes?— preguntó.

—Son catorce—le ofrecí una silla para que se sentara a mi lado.

— Perfecto, esperaba que fueran más— rió bajito.

Estuvimos hablando sobre el trabajo que tenía en China, al parecer era temporal y en cualquier momento regresaba a Alemania. Faltando quince minutos, los alumnos comenzaron a entrar y tomar sus asientos.

— Gracias por llegar puntuales jóvenes. Quiero presentarles al profesor Johann Müller, él me estará ayudando a evaluarlos el día de hoy— lo presenté en alemán y todos saludaron.

— Buenos días jóvenes, cómo acaba de anunciar su profesora, estoy aquí para servirles— hizo una leve reverencia.

— Muy bien, haremos dos grupos, del uno al siete, se quedan con el profesor, y los demás se quedan conmigo. Por favor hagan dos círculos— les indiqué y comenzaron a moverse.

Le entregué al profesor las preguntas que había elaborado y cada quién empezó a trabajar.
Dos horas después de una larga evaluación, dimos por terminado el curso.

— Quiero felicitarlos muchachos, han hecho un gran trabajo, pero en especial, quiero felicitar a su profesora, les ha entregado un gran conocimiento y me alegro porque sé que sabrán cómo utilizar. Gracias por la invitación y por la calidez mostrada— hizo una reverencia y los alumnos aplaudieron.
L

enna: De antemano quiero agradecerle por hacer un espacio en su agenda y por ayudarme con esta evaluación, todo lo que he enseñado hasta ahora, lo aprendí de usted y su comitiva. Gracias por estar aquí y gracias a ustedes— miré a mis alumnos— Ustedes son mi primer grupo y les doy las gracias por la experiencia— hice una leve reverencia.