DOS IDIOMAS Y EL AMOR -/Park Seo-Joon/- (1)

Capítulo 18

Durante el breve desayuno que tuvimos acordamos que manejaría yo a casa de mis padres, solo yo era la que sabía cómo llegar, así que no habría problema.
Me puse un vestido suelto con mangas en los hombros, era color negro y tenía bastantes flores blancas, también unas sandalias del mismo color.

— ¿Ya estás lista?— preguntó de pie en la puerta.

— Sí, todo listo— respondí.

Salimos de la habitación y subimos al auto.
Manejé al rededor de cuarenta y cinco minutos hasta la casa de mis padres. Ya me había puesto en contacto con Meli y mi madre no sospechaba nada.
Estacioné fuera de la casa y nos bajamos. Caminamos por la gran entrada y los vi en el jardín, estaban sentados, mamá y papá de espaldas a mi. Me acerqué lentamente y los abracé.

— He regresado— hablé en un tono tranquilo para no asustarlos

— ¡No puede ser!— la escuché gritar y sabía que eso pasaría, claro que se iban a alarmar, pero no quería que fuera demasiado grande la impresión.

Se puso de pie en cuestión de segundos y me abrazó muy fuerte mientras lloraba, papá seguía sentado tratando de entender qué era lo que sucedía.

— Mi niña hermosa— me acarició la mejilla — Estás preciosa— la vi llorar.

— Te extrañé tanto mami— sonreí.

Abracé a papá y después a mi hermano. Finalmente me sentía completamente feliz, después de tanto tiempo sin verlos los volvía a abrazar.

— Quiero presentarles a Seo, Seo, mamá, papá y Aristeo mi hermano— lo tomé de la mano —Como ya lo saben, él es mi novio— los presenté.

— Mucho gusto Seo— mi mami le tendió la mano y él la aceptó.

— El gusto es mío señora— sonrió haciendo una leve reverencia.

— Christian Hirugami— le tomó la mano.

— Park Seo-joon, señor— de igual forma hizo una reverencia.

— Que alegría conocer a alguien que mi hermana no ha vuelto loco— lo saludó.

— Claro que lo ha hecho— dijo riendo mientras yo le daba un manotazo.

— Un gusto volver a verte— lo saludó mi hermana.

— Digo lo mismo— sonrió mi chico.

— ¿Ya se conocían?— mi madre los miró.

— En algunas videollamadas nos vimos— se encogió de hombros mi hermana.

— Y ella fue por nosotros al aeropuerto ayer— reí.

— Me lo sospechaba— sonrió.

Rápidamente entablaron conversación, mamá estaba muy emocionada de que yo estuviera ahí y me encantaba verla feliz, me llegó después de un rato y se "emocionó" al verme.
Papá se sentó un poco más alejado de nosotros junto con Seo y ya me imaginaba lo que le estaba diciendo.

— No te preocupes tanto por él— me tomó la mano — Tú papá ha cambiado bastante y lo más seguro es que le esté advirtiendo que eres un caso especial— dijo riendo.

— Exactamente es lo que estoy pensado— reí.

Unos momentos después vi llegar a la tía Ana y su familia. Saludé a mis primos ( Anel y Daniel) su marido Marcelo y a la hijastra de mi tía (Alondra, la chica de la que hablamos mi hermana y yo ayer por la tarde). Era obvio que no la tragaría después de todo este tiempo, y honestamente, me tenía sin cuidado si ella a mi tampoco.