prologo

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Siempre pensó que era una simple pesadilla, que todo iba a acabar fácil, que la mataría en algún momento, que la dejaría tirada en el piso frío muerta pero no.

- ¡Darling! ¿Otra vez jugamos a las escondidas? Me encanta este juego.

Escucho la risa a la cual le había adquirido un miedo, su cuerpo no pudo evitar sentir una necesidad de correr y esconderse, aunque ya lo estaba.

Los pasos se escucharon más cerca de donde ella estaba, miro como su sirueta tapaba la luz que dejaba entrar la puerta semi abierta, solo no quería verlo hoy, solo...

- ¡Te encontré!

Se tapo la boca cuando un grito quizo salir, cerro los ojos con fuerza sintiendo las lagrimas acumularse en sus ojos. una risa burlona se escuchó no muy lejos de donde estaba haciendo temblar su cuerpo.

- así que...¿Hoy no hay gritos?

Las lágrimas empezaron a acumular se en sus mejillas y sintió que tal vez en algún punto se cansaría, tal vez se hartaria, siempre piensa eso, incluso aunque hace cinco minutos dijo que no, la veía como una presa, como alguien con quién jugar, un juguete con el cual se puede divertir.

- ¿Puedo pasar?

Su voz ronca y su sirueta frente a la puerta te hizo sollozor aunque intentaste que no saliera no pudiste evitarlo, solo salió amortiguado por tu mano que seguía siendo tapada por tu boca.

- tomare eso como si.

El ruida de la puerta siendo abierta lentamente te causo terror, como puedes ser que tan simple acto ¿detone tanto en ti?

Que divertida eres cariño.

Cuando alzaste la mirada viste a tord sonreirte dejando ver sus dientes, se inco quedando en cunclillas, estiró su mano para poder tocar tu mejilla y soltó una risita que te hizo sentir mareada. no sería primera vez que te desmayes en su presencia.

- yo ya comí pero se que no te gusta mi comida, hace que te hare una ensalada.

Ante la mención de que ya había comido quisiste vomitar. sentiste como acarició levemente tu mejilla con su pulgar y se levantó.

- bien, te haré de comer.

Viste como se alejo de ti y dejaste que las lágrimas salieran junto a los sollozos, no querías morir. No querías ser su próxima comida, no querías acabar como tus amigos, odiabas estar en esta estúpida tribu de caníbales, solo iban a adentrarse al bosque, solo iban a hacer algo estúpido como los adolecentes que son, no querías que de un grupo de cinco personas solo viviera una.

Te tapaste el rostro con sus manos intentando ocultar tu sostro con tus manos mientras llorabas, dejando salir sollozos y lo único que escuchabas de fondo, algo lejos se era tord haciendo ruido en la cocina.





















Es corto pero quiero mantener una historia de tord, solo tengo una y me gusta la idea random, omg.

Los demás capítulos tal vez sean más largos, además planeo que sea una historia corta wiwiwi.

¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora