➜ ᎒ 08.

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» En mis momentos de soledad sentí que me estaba alejando del cielo, pero ahora ya no estoy cayendo porque tú sostienes mi mano.
...

      Tojo Nozomi suspira con pesadez al ver las estrellas a través de su gran ventana; el verlas le hacía sentir un pequeño sentimiento lleno de alegría, también porque le hacía recordar momentos en los cuales aún era pareja de Maki.

     Ella tampoco supo en qué momento llegó a tomar una decisión sin siquiera pensarlo bien, solamente al sentirse demasiado confundida en cuanto conoció a Ayase Eli y empezar a sentir sentimientos prohibidos hacia ella, le hizo pensar que no estaba bien sentirse confundida en una relación y decidió acabar con todo en vez de hablarlo con la alfa de cabellos rojizos.

     Nozomi no sabía qué llegar a decir o hacer en cuanto llegaba a verse con Maki, no le parecía correcto en tener que observar las facciones de la menor para darse cuenta que sólo la estaba lastimando y a pesar de no querer admitirlo, deseaba decirle lo mucho que le extrañaba y poder refugiarse entre sus brazos.

     Obviamente sería algo completamente imposible para ambas; Nozomi estaba ya marcada por Ayase Eli y Maki debía intentar estar con Nico, a pesar de que las cosas estuvieran mejorando de a poco para ambas, pero no le agradaba en lo absoluto en tener que imaginarse una escena donde Nico y Maki fueran pareja. ¡No lo aceptaba!

     ¿Por qué simplemente no podía aceptar que Nico y Maki eran una pareja destinada? ¿Por qué le causaba tanta molestia en imaginarse a esas dos juntas y que pudieran formar su familia finalmente? ¿Por qué aquello sólo le borraba su sonrisa y le causaba pánico...?

     —¿Nozomi? —Eli mira extrañada a la nombra que parecía estar en otro mundo, que miraba el cielo como si fuera algo valioso para ella —. ¿Está todo bien, cariño?

     Se acercó un poco más a la omega y rodeó su cintura, sonriendo al sentir el suave aroma a algodón de azúcar que desprendía de su cuerpo y Nozomi suelta un pequeño grito al sentir a la rubia muy cerca suyo.

     —Oh, Elicchi, ¿Q-qué sucede? —inquiere, dándose la vuelta para mirar los ojos azules de su alfa.

      —Nada malo. Es sólo que te vi muy pensativa, te siento triste, Nozomi. —contesta, posando su mano en una de las mejillas de la peli-morada para poder acariciarla con suavidad —. Sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad?

      La omega suspira un poco más tranquila y termina asintiendo como respuesta; muestra una pequeña sonrisa al sentir un dulce beso sobre su mejilla, mas no sé sintió igual como hacía años atrás.

      —Sólo estoy preocupada por Maki-chan y Nicocchi, no sé qué pasará con ellas, Elicchi. —dice de pronto, abrazando a la nombrada que le devolvió el gesto de inmediato.

      —¿Por qué tanta preocupación por ellas, Nozomi? Maki debe de saber qué es lo correcto e intentar hablar con Nico sobre el tema, nosotras no resolveremos sus problemas y no es asunto nuestro. —replica, separándose un poco para observar los orbes verdes de su omega —. Así que deja de preocuparte por ellas y dame cariño.

      Y Nozomi no pensó que al sentir sus labios juntarse con los de Eli sería algo complicado de aceptar, y corresponder al instante.

      Lo siento, Elicchi... No sé qué me está pasando.

» ¿Q-quieres un abrazo? N-no es que me gusten ni nada de eso, pero... ¿Me dejarías abrazarte, Nozomi?

Y Nozomi no pudo evitar en sonreír mientras un sonrojo se apoderaba de sus mejillas, un suave 'sí' escapó de sus labios como respuesta. «
...

      —¿Qué pasa, Nozomi? Te noto un poco diferente. —Maki indaga, haciéndole una seña para que se sentara en el sofá de aquella sala —. ¿Ocurrió algo con Eli?

      Tojo Nozomi negó con la cabeza repetidas veces, sentándose a lado de Maki para recostar su cabeza sobre el hombro de esta; después de que Eli se fuera directo hacia su trabajo, decidió en ir al apartamento de Nishikino e intentar conversar con ella sobre cómo se sentía. Pero algo le impedía hacerlo.

      —N-nada de eso, Maki-chan, últimamente me he sentido muy cansada y con náuseas. —responde, mirando los ojos violetas de la menor.

       La pelirroja siente un dolor en su pecho tras escuchar las palabras de Nozomi, sabía que algo como eso llegaría a pasar y ella no sabía qué más añadir a esa contestación. Su corazón dolía y su sonrisa se fue borrando lentamente.

      —¿Se lo has dicho a Eli? —Recibió un "no" como respuesta —. Supongo que deberán ir mañana al hospital Nishikino y ahí te haré unos exámenes para averiguar lo qué te pasa, ¿sí?

      Acarició los cabellos morados de la omega y sonríe entonces al sentir los brazos de ella rodear su cuerpo; Maki sabía que era normal, un simple cariño que mostraba mucho y en tener a Nozomi cerca le hacía sentir una enorme felicidad.

      —Tengo miedo de su reacción, Maki-chan y no sé si ella esté de acuerdo en ir al hospital, recuerda que es muy estricta con su trabajo y odia que la llamen si no es algo importante. —explica, aferrándose al cuerpo de la pelirroja, que entendió la actitud de la mayor.

      Pudo sentir el olor a algodón de azúcar volverse algo fuerte, entendía que Nozomi estaba asustada y no pensaba permitir que volviera a sentirse sola y usada como antes.

      Porque Nishikino Maki odiaba que jugaran con los sentimientos de Nozomi.

      —Tranquila, yo hablaré con ella y todo estará resuelto, pero por favor, no quiero que te sientas asustada. Recuerda que yo te protegeré siempre, Nozomi.

     Nozomi sonrió y besó una mejilla de la menor, sintiéndose feliz al tenerla cerca, acompañada y tomando su mano como lo fue desde que se conocieron.

      Nozomi: G-gracias, Maki-chan... Te quiero.

      Tojo Nico caminaba por las frías calles de Akihabara, soltando pequeños quejidos al notar que no traía ninguna prenda para cubrirse del fuerte frío. Se abrazó así misma y siguió avanzando a paso rápido, pero al dar un mal paso, logró chocar con alguna de las personas que aún estaban allí.

      —P-perdón, estaba distraída y no me di cuenta por donde caminaba, ¿está bien?

      Nico alzó su cabeza y su mirada se encontró enseguida con unos ojos cafés, le parecieron lindos en ese instante.

     —¿S-señorita?

      —¿Ah? Sí, si estoy bien, perdón. —habla con torpeza, riendo poco después —. Disculpa, yo tampoco me fijé por dónde iba.

      —Oh, muy bien. —sonríe al ver los ojos rubí de la omega —. Por cierto, Sonoda Umi, un gusto.

      Nico quedó en silencio por unos segundos, observando la mano extendida de la peli-azul, sabía que esa mujer era una alfa, y por alguna razón... le agradó.

      —Nico. Yazawa Nico, el gusto es mío. —toma la mano de la alfa y la estrechó amistosamente.

      Umi y Nico se sonrieron una vez más, causando una pequeña chispa en ambas.

¡Hey, Maki! ⋆⁺˖  NicoMaki ⋆⁺˖  Omegarvese #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora